Capítulo 5

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MARTIN

Espero impaciente a que hablen y me expliquen que está pasando.

- Bea y Álvaro son amigos de Juanjo, si alguien le puede convencer son ellos - habla finalmente Ruslana.

- No hace falta todo esto, ha dicho que no y ya está - contesto.

- Martin, es esto o seguir viviendo con tu tía.

Sin poder decir nada más, Ruslana vuelve a llamar a la puerta.

Pasan segundos y Juanjo vuelve a abrir la puerta, suspirando pesadamente al ver a sus dos amigos.

Sin decir nada, ambos se adentran en la habitación y cierran la puerta, dejándome en el pasillo acompañado de la pelirroja.

- Esto es totalmente innecesario - froto mi frente, exasperado.

- Confía en ellos - la chica se sienta apoyándose en la pared, al lado de la puerta.

- Ni siquiera los conozco - la imito y me siento a su lado - ¿tanto poder tienen sobre Juanjo?

- Bea si. Ella es capaz de convencerle de cualquier cosa. A Juanjo lo conocí en verano, somos muy parecidos y enseguida encajamos - Ruslana empieza a explicar - se mudó aquí, sin conocer a nadie, solo quería huir de su pueblo. Su primer año de carrera no fue el mejor, lo pasó bastante mal. El verano pasado conoció a Álvaro y Bea, y desde entonces son inseparables.

- ¿Los tres van a empezar tercero? - la chica niega con la cabeza.

- Solo Juanjo. Bea y Álvaro empezarán segundo.

- ¿Que tiene Bea que hace convencer a Juanjo?

- Bea estudia psicología, sabe de que y como hablar. Siempre tienes los mejores consejos.

- ¿De que los conoces?

- Un día de verano, teníamos que hacer una actividad en parejas. Bea y Álvaro se pusieron juntos y Juanjo se quedó solo. Al verlo, no pude evitar acercarme, empezamos a hablar y nos hicimos amigos muy rápido, Juanjo me los presentó. Yo también llegué nueva a esta cuidad, y también sentía ese miedo que tu sientes Martin.

JUANJO

Suspiro pesadamente al ver a mis dos amigos al otro lado de la puerta.

Bea pasa por mi lado, haciéndose paso para entrar, seguida de Álvaro.

Doy media vuelta, entrando a la habitación y sentándome en la cama.

- Bea no - aviso, sabiendo lo que va a decirme.

Ambos se posan de pie, delante de mi. La chica cruza los brazos, con una mirada desafiante.

- No te cuesta nada - habla Álvaro, en un tono suave, nada propio de él.

- Soledad, es lo único que pido y quiero.

- Piensa en él - dice Bea - acaba de llegar nuevo a la cuidad, no tiene a nadie.

- Que no - sigo negando.

- ¿No te hubiese gustado que alguien te acogiera cuando llegaste a Madrid?

Las palabras de Bea resuenan por mi cabeza, recordando aquellos años que había intentado borrar con todas mis fuerzas.

*FLASHBACK*

(20 de junio 2022, Magallón)

Me encuentro sentado en la silla del escritorio, frente al ordenador con la página de una universidad abierta.

Hace un día recibí las notas de selectividad, aquellas con las que me aseguré de entrar en una buena universidad.

Para algunas personas, bachillerato se puede describir como algo perfecto, dos años lectivos rodeado de tus amigos de toda la vida. Pero para mí, fueron dos años horribles.

El destino - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora