El destino - Juantin

Capítulo 1

MARTIN

(28 agosto 2023, Getxo 06:28)

Subirme a ese tren, sabiendo que cuando mis pies toquen tierra estaré otra ciudad, me entristece.

Es un cambio muy importante en mi vida, pero sin duda alguna, es necesario.

- Martin, ¿estás listo? - escucho una voz a mis espaldas, rompiendo mis pensamientos.

Sin decir ni hacer nada, mi madre se acerca, posando delicadamente su mano sobre mi hombro.

Siento como mi cuerpo se inmoviliza, mis piernas no responden a lo que dice mi cabeza, así que simplemente suelto un sollozo.

Ese sonido es el suficiente como para que mi madre se ponga a mi lado, abrazándome por los hombros.

Esta vez si, mi cuerpo reacciona y me giro, abalanzándome sobre los brazos de mi madre.

- Todo estará bien maitea... - susurra, mientras me acaricia la espalda - sé que es un cambio difícil, pero es el mejor para tu futuro.

Niego con la cabeza mientras me separo del abrazo.

- Me podría quedar aquí, Dantzerti es una gran escuela - mi madre me mira algo apenada.

- También lo es la de Madrid, te irá bien salir de aquí y conocer gente nueva - limpia las lágrimas que no paran de salir de mis ojos.

- Eso es lo que más me asusta, ¿y si no conozco a nadie?

- Martin, eres un chico increíble, y cualquier persona con un poco de inteligencia, lo verá. Además, no estarás solo, está tu tía - resoplo - venga va, no seas duro con ella, te ha abierto las puertas de su casa.

- Estaría mejor si me quedase en un piso de estudiantes o en la residencia, no es la casa de mi tía.

- Lo sé, pero sabes que no nos podemos permitir eso... - dice triste.

Mi familia no tiene un buen nivel económico que digamos, y sé el esfuerzo que están haciendo con la universidad.

- No te preocupes ama - sonrío débilmente.

Vuelve a limpiar las lágrimas que corren descontroladamente por mis mejillas, y me abraza.

- Martin, ¡nos vamos ya o perderás el tren! - grita mi padre.

(06:47)

Despedirme de mis padres es triste, pero es más triste aún despedirme de mis hermanos.

Tener que despedirme de ellos es lo más duro de tener que dejar atrás Getxo.

Verlos ahí, mirándome con los ojos cristalinos, me rompe el corazón.

- Adiós chiquitín - le digo a mi hermano, revolviendo su pelo.

Pone una mueca de enfado, y yo sonrío al ver que hay cosas que no cambian aunque pasen años.

Parece que se lo piensa, y antes de abalanzarse a abrazarme, me dedica una sonrisa tímida. Me separo, notando como lágrimas luchan por salir de mis ojos.

- María - me acerco a mi hermana - pero no llores hombre.

Ella ríe antes de volver a llorar aún más y me abraza fuerte. Finalmente, por mucho que intento evitarlo, empiezo a llorar.

- Te voy a echar de menos - dice sincera.

- Y yo, mucho.

Aunque amo a ambos hermanos, Maria tiene algo especial. Es la más cercana a mi por edad, me entiende perfectamente, me escucha, ayuda y apoya siempre.