El destino - Juantin

Capítulo 17

3 semanas después (25 octubre de 2023)

Martin vuelve a estar frente a la puerta de la habitación del maño, esperando a que abra.

- ¿Martin? - habla Juanjo, cuando lo ve ahí plantado.

- Mario me ha vuelto a echar, no sabía donde ir... - agacha la cabeza.

- Pasa anda - se aparta para que el pequeño entre.

Juanjo cierra la puerta y se adentra de nuevo a la habitación, para separar las camas.

- Oye, ¿tienes un pijama o algo que dejarme? - pregunta Martin avergonzado - no me apetece dormir con tejanos la verdad.

- Aún estoy esperando a que me devuelvas lo que te dejé la última vez - Juanjo arquea una ceja, divertido.

- Te lo devolveré, de verdad, pero ahora...

- Que si, tonto. Abre el armario y coge lo que quieras - dice, para después tumbarse y mirar el móvil.

Martin hace exactamente lo que ha dicho el maño, y se dirige al armario para buscar la ropa más cómoda posible.

Aprovecha que Juanjo está concentrado mirado su teléfono para cambiarse allí mismo.

Una vez más cómodo, se tumba en la cama libre, a metros de la del mayor.

Minutos después, ambos siguen despiertos, a pesar de ser de madrugada.

- ¿Te puedo preguntar algo? - pregunta Juanjo, rompiendo el silencio.

- Lo que quieras - responde el pequeño.

- Tengo un amigo que lo está pasando mal y no sé como ayudarle, ¿que consejos le darías tu?

- ¿En que sentido lo está pasando mal?

- Se meten con él por ser del colectivo. Sus mejores amigos se rieron de él, y los de su clase le humillan a diario.

- Desgraciadamente, es algo que pasa a menudo - suspira pesadamente - los de clase le molestan porque saben que es un tema que le duele. Si tu amigo les demuestra que no le afecta, dejarán de hacerlo. Tiene que poner limites, cuando alguien te molesta por lo que eres, lo mejor es enfrentarlo con seguridad, aunque por dentro estés hecho polvo.

- ¿Pero... cómo puede hacer eso? Me refiero, él no es de esos que pueden enfrentarse a cualquiera. Le da miedo.

- Esas personas solo buscan que te pongas nervioso, que sientas vergüenza, porque así ellos sienten que tienen el poder. Pero si tu amigo no les da esa satisfacción, perderán el interés.

- ¿Y si lo empeora?

- Hay algo muy importante que tienes que recordarle a tu amigo, y es que no está solo. A veces solo necesitas recordar que tienes a gente a tu alrededor, y que lo que dicen los otros no define quién eres. Es posible que algunos se vayan, pero los que importan son los que se quedan.

- Tienes razón, debe poner limites... - susurra.

El silencio vuelve a reinar en la habitación, pero esta vez se rompe por la voz del pequeño minutos después.

- Ese amigo no existe, ¿verdad?

A Juanjo se le eriza la piel ante sus palabras, abriendo los ojos y mirando al techo. Mientras que Martin gira la cabeza para observar a Juanjo.

- Ese amigo eres tu. El que sufre de esa manera eres tu, ¿verdad?

Juanjo vuelve a cerrar los ojos, sin poder hablar por el nudo que se le ha formado en la garganta, por lo que simplemente asiente con la cabeza.