Capítulo 6

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MARTIN

La puerta se abre, rompiendo el silencio que se instaló entre Ruslana y yo.

Nos levantamos rápidamente, quedando frente a los chicos que cierran de un portazo.

Miro a Bea, quien tiene la mirada perdida, con la cabeza levemente agachada. Mi mirada se dirige a Álvaro, intentando buscar alguna respuesta, pero no encuentro nada.

- Lo sentimos Martin - dice Bea, mirándome al fin.

- No os preocupéis chicos, os lo agradezco mucho igualmente - sonrío.

- ¿De verdad no lo habéis conseguido? - pregunta la pelirroja.

Bea y Álvaro niegan con la cabeza, mientras la primera nombrada me mira apenada.

- Que no pasa nada, supongo que el destino no quiere que viva aquí, quizás no es para mi.

- No, no. Ahora mismo preguntamos por si hay alguien que busca compañero - insiste Ruslana.

Sin darme tiempo a nada, me agarra por la muñeca y me arrastra hasta recepción, con Bea y Álvaro unos pasos detrás nuestro.

- ¡Hola Macu! - saluda la morena a la señora que hay detrás del mostrador.

- Este chico quiere vivir en la residencia, ¿hay alguien que busque compañero? - pregunta Álvaro.

- Hola chicos. Dadme un momento que miro - tras decir eso, se pone las gafas y comienza a teclear.

Rezo internamente para que esta buena mujer diga que así es, que alguien busca compañero.

- Pues si - habla tras unos segundos, y un gran suspiro sale de mi boca, aliviado - hay un chico en la segunda planta que busca compañero.

- ¿Del científico? - pregunta Bea y la señora asiente - ¿Quién? 

- Mario - la señora levanta la cabeza y nos mira.

Miro a los tres que están a mi alrededor, y veo como se lanzan miradas entre ellos.

- Genial, gracias - dice Ruslana, para después alejarse del mostrador.

Se dirigen hacia una esquina, donde hay sillones, al lado de la puerta. Bea y Álvaro se sientan cada uno en un sillón individual, mientras que Ruslana y yo nos sentamos en el mismo sofá.

- Esas miradas no me gustan nada - hablo, rompiendo el silencio - ¿quién es Mario?

- Un capullo, resumidamente - responde Álvaro.

- Mario estudia ingeniera naval, con Juanjo. Por su culpa, Juanjo lo pasó fatal en primero  - explica Bea.

- Es un chulo de mierda, que se cree que tiene el poder de todo - el tono de Ruslana me da miedo.

Me encuentro en un debate. Quiero aceptar porque quiero vivir aquí, pero a la vez, no quiero compartir habitación con un capullo.

- Compartiré cuarto con él - decido.

- Martin, no creo que sea buena idea - Bea usa un tono suave.

- Quiero vivir aquí, y si para eso tengo que aguantar al chico ese, lo haré. Además, tampoco tiene que ser para tanto - intento tranquilizarlos, y tranquilizarme a mi mismo.

Decidimos dar una vuelta por Madrid, ya que no he tenido la oportunidad de conocer la cuidad. Vemos una cafetería, y entramos para merendar.


(...)

Se acerca la noche, por lo que decidimos volver a la residencia.

- Bueno, ya que vas a a vivir aquí, podríamos enseñarte la resi - dice Ruslana ilusionada.

- Claro - le sonrío.

Entramos por la puerta los cuatro juntos, Ruslana unos pasos por delante, dando pequeños saltos emocionada.

- Este es el hall - la pelirroja señala su alrededor, donde están los sillones y recepción.

- En ese pasillo hay habitaciones, todos son del artístico - señala un pasillo al lado de recepción - y detrás de aquella puerta está el comedor y una pequeña cafetería.

Cruzamos la puerta, y observo el gran comedor que hay, con algunas señoras cocinando y preparando las mesas. Salimos y nos dirigimos a la cafetería, bastante pequeña, pero tiene su encanto.

- La planta baja y la primera son del artístico, la segunda es del artístico y científico, y las dos últimas son del científico - explica Ruslana, mientras subimos las escaleras hasta llegar al segundo piso - aquí está la biblioteca.

Abre la puerta, y mis ojos van directos a una gran estantería repleta de libros, con una escalera corredera para llegar a los más altos.

- Es increíble - susurro.

Salimos de ahí, y continuamos pasando planta por planta, descubriendo cada rincón.

- ¿Y vosotros en que planta estáis? - pregunto a Álvaro y a Bea.

- Nosotros somos del humanístico, estamos en el otro edificio.

- ¿Entonces todo estamos en este edificio menos vosotros? - ríen y asienten con la cabeza.


(2 septiembre de 2023)

La alarma suena, pero esta vez la apago con una sonrisa, cosa que no suele pasar. Me desperezo y me siento en el borde de la cama.

Miro hacia la puerta, donde están las dos maletas y mi mochila, preparadas para irnos. Me preparo, aún con la sonrisa en mi boca, y salgo de la habitación para desayunar.

- Buenos días - dice mi tía cuando entro a la cocina - he hecho café, sírvete si quieres.

- Gracias - respondo y me acerco a la cafetera para echar un poco de café en una taza.

- Que sonriente te veo - da un sorbo a su café.

- Estoy muy contento.

- Me alegro mucho Martin. Es la mejor etapa de tu vida, pásatelo muy bien, disfruta, pero siempre con cabeza.

Asiento sonriente. Jamás podré agradecerle todo lo que está haciendo por mi. Me abrió las puertas de su casa, cuando llevábamos años sin vernos. Adoptó a Pedro para que estuviese cómodo. Y ahora, me presta 100 euros al mes para poder vivir en la residencia.

- Gracias Nagore, por todo - lo único que sale por mi boca.

Terminamos de desayunar y bajamos al coche para dirigirnos al campus. Una vez allí, entramos a recepción, rellenamos papeles y me despido de mi tía.

Subir dos pisos, con dos maletas enormes y una mochila, no es tarea fácil. Al subir el último escalón paso mi mano por mi frente, limpiando el sudor que cae por esta.

Freno en cuánto veo el número 23 en la puerta. Saco las llaves del bolsillo del pantalón, y abro.

Al ver el interior, me quedo boquiabierto, sin saber que hacer ni que decir.


otra teoría que me encanta y tenía que saliiir

ha salido el nombre de la historia, y puedo asegurar que no será la última vez ;)

espero que os haya gustadooo <3

whordg









El destino - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora