Un año más había pasado y ese bebé no llegaba.
Habían visitado varios doctores y especialistas, habían probado cuanto remedio, tratamientos y medicamentos habidos y por haber y nada.
Tanta fue la insistencia de tener un bebé por parte de ambos que la salud mental de la pareja se vio afectada.
Con cada resultado negativo que aparecían en las pruebas les dañaba el alma y el espíritu.
Pero habían escuchado de un nuevo especialista que les podría ayudar.
Habían pasado por cada diagnóstico, desde el "matriz infantil" pasando por el "desorden hormonal" o el "SOP" hasta el de infertilidad.
Yoongi se había sometido a un estudio para el conteo de espermatozoides y calidad del mismo pero con él todo estaba bien; el problemas estaba en su pareja.
Así que por eso habían ido con este nuevo especialista con la esperanza de que les diera un diagnóstico certero y que pudiera darles el tratamiento adecuado para buscar ese embarazo tan esperado.
—buenas tardes señores Min; ya tengo los resultados de los estudios y no son nada alentadores.
La pareja se tomó las manos para darse apoyo mutuamente; una costumbre que habían adoptado desde que comenzaron ese desgastante proceso.
—¿que quiere decir doctor?
—verá señor Min, hemos hecho varios estudios desde el perfil hormonal hasta los exámenes más comunes para este tipo de casos y nos hemos percatado que la señora Min Chae Yul padece una deformación en su matriz, es por eso que no puede quedar en estado.
La mujer dejó de escuchar lo que su esposo y el doctor decían; todo su mundo se vino abajo.
Se soltó de su esposo y salió corriendo de ahí sin importarle los llamados desesperados por parte de su pareja.
Corrió tanto hasta llegar a una avenida y no le importo que el semáforo le indicara que aún no se podía cruzar, en ese momento no veía ni escuchaba nada de su alrededor.
No escuchó los gritos desesperados de varios transeúntes que le pedían que no cruzara que era peligroso, hasta que el claxon y rechinado de neumáticos la trajo a la realidad, un automóvil se dirigía hacia ella a toda velocidad, cerró los ojos y en lo último que pensó fue en su adorado esposo antes de sentir como su cuerpo era arrojado por una fuerza.
Escuchó el grito de horror de una mujer y como alrededor se comenzaban a escuchar las voces distorsionadas de la gente y cuando escuchó la voz de su esposo abrió los ojos.
— amor ¿estás bien? ¿No te pasó nada? ¿No te duele nada?
Podía ver el miedo pintado en su rostro.
—no, yo estoy bien pero..
—¡ALGUIEN LLAME A UNA AMBULANCIA,ESTE CHICO SE ESTÁ MURIENDO!!
Y fue ahí donde los bellos ojos de la chica se posaron en el cuerpo tendido en el asfalto bañado de sangre, ese chico la había salvado y ahora estaba muriendo por su culpa.

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Los Min
NouvellesLas historias que nos cuentan, no siempre son la realidad. Y los jóvenes Min lo saben de sobra