Apocalypse| twd

Capítulo 15

Hace unos minutos hemos vuelto del bosque junto con Daryl, todo ha salido pésimo, pero a la vez ha sido bueno, quiero decir, nos besamos otra vez, pero ver a Marcus nuevamente y tener que matarlo fue horrible. Jamás creí que debería hacer algo así, pero no puedo quejarme, yo le pedí a Daryl que me dejara hacerlo, no quería que él cargara con algo así, no se lo merece, en cuanto volvimos todo lo que sea que hayamos formado ahí afuera fue destruido, Daryl se alejó de mi, y yo me alejé de él, aunque en realidad si deseaba estar completamente sola, no pasan cosas así todos los días, me sentía realmente mal, y además mi mandíbula dolía muchísimo.

Ahora me encuentro acostada en la cama de mi celda, con una bolsa de hielo que me ha dado Beth, para mi mejilla que supuestamente golpee con una rama sin querer. Se ha puesto morada en muy poco tiempo, tal vez eso signifique que va a desaparecer pronto, pero no estoy segura. Estoy tan cansada que mis párpados se cierran con pesadumbre y cuando por fin decido ceder al sueño, alguien llega a mi celda.

-¿Como estás muñequita?- Dice Merle sonriendo desde la puerta.

-Hola Merle.- Respondo sin ganas.

-Venía a disculparme por lo de la otra vez, estaba ebrio.- Dice encogiéndose de hombros.- Encontré unas latas de cerveza bajo tu cama y no pude resistirme.-

-¡Fuiste tu!- Respondo ofendida. Él solo se ríe en mi cara y yo ruedo los ojos enojada.

-Como sea, Rick me habló del trato.- Dice Merle y esta vez me siento en la cama, porque ese tema si llama mi atención.

-¿Estás dentro?- Pregunto con curiosidad.

-Si.- Dice él confirmando lo que había pensado.- Pero lo que mas me sorprende es que tú también lo estás.- Me dice levantando una ceja. Suelto un suspiro por una sonrisa apenada.

-No tenía alternativa.- Respondo con tristeza, mientras miro al suelo como una niña arrepentida.

-Oh si la tenías.- Me dice Merle haciendo que me sienta aún mas culpable de lo que he aceptado hacer.

-No.- Vuelvo a decir negando con la cabeza.- Tengo demasiado miedo como para aceptar el riesgo por ella.- Siento mis ojos aguarse, pero no quiero llorar, no frente a Merle.- Soy una cobarde.- Murmuro con angustia.

-No eres una cobarde.- Merle habla en voz baja.- Los cobardes no tienen las agallas suficientes como para admitir que tienen miedo.- Sus palabras son sabias, pero no consoladoras, sigo sintiéndome terrible.-¿Ahora vas a llorar?- Pregunta con ironía y puedo sentir como se burla de mi. Muerdo mi labio con mucha fuerza para no dejar escapar ninguna lágrima.- Juro que si sueltas una sola lágrima moriré de risa, porque si lo haces si serás una cobarde.- Merle se mofa insensiblemente, y no puedo soportarlo, tomo una larga inspiración y justo cuando va a volver a burlarse lo interrumpo, poniéndome de pié y mirándolo a los ojos con ferocidad.

-No, no voy a llorar, porque tengo miedo, pero no soy una cobarde.- Digo agresivamente, quiero que entienda que no soy alguien de quien él se pueda burlar, su expresión es seca y me observa esperando que prosiga.- No voy a dejar que me veas llorar, no voy a darte el gusto.- Vuelvo a hablar con rabia y pena en la voz.

-¿Por que?- Cuestiona con la misma cara inexpresiva.

-Porque soy fuerte.- Digo convencida de lo que acabo de decir.

-Así me gusta.- Me dice para luego dar media vuelta para irse. No bajo la mirada ni por un segundo, cuando queda de espaldas a mi es cuando lo hago y suelto una largo suspiro entrecortado, limpio las pocas lágrimas que han escapado de mis ojos y vuelvo a recostarme en la cama, colocando el hielo sobre mi mejilla.- Oh y sobre tu golpe.- Vuelve a hablarme.- Deberías aprender a mentir, tal vez la rubia si te crea, pero yo no y estoy seguro de que Kevin tampoco.- Advierte antes de retirarse por completo de la habitación.