Luego de la triste muerte de Merle todo se volvió raro entre Daryl y yo. Es como si él no quisiera estar conmigo, solo porque está avergonzado de haber llorado de la manera en que lo hizo al encontrar convertido a su hermano. No puedo asegurarlo al cien por ciento, pero tengo un raro presentimiento de que es así. El camino de vuelta a la prisión todo fue callado y sombrío, ninguno dijo una palabra. Al llegar, Kevin me dio un largo sermón sobre porqué me hacía ido, que debí hablar con él antes de largarme al que realmente no le presté atención. "Solo estaba preocupada" Fue lo único que pudo justificar mi actitud.
Luego del discurso de Rick, los integrantes del grupo votaron, aunque yo estaba ausente, pero no podían esperar a que volviera, ya que el Gobernador podría atacar en cualquier momento y al menos debíamos tener un plan. Una vez de vuelta en la prisión nos explicaron que era lo que tenían pensado hacer, y era algo bastante ingenioso, así que acepté en seguida.
Ahora me encuentro ordenando las pocas cosas que había podido acumular en la pequeña celda en la que vivo. De hecho ya junté todo, así que cierro la bolsas y las cargo en mi hombro, para salir. Supongo que soy la última en salir, así que me paseo por todas las demás celdas para ver si es que nadie dejó olvidado algo. Las primeras celdas están completamente vacías, y me sobresalto bastante cuando paso por la de Carl y lo encuentro ordenando sus cosas.
-Oh Carl.- Digo con una mano en el pecho.- Creí que ya te habías ido.- Le comento pero al parecer Carl no está de humor, porque no me contesta, y toma un porta-retrato entre sus manos, ignorándome por completo. Decido acercarme un poco, tal vez esté estorbándole, pero quiero hacerlo sentir mejor, se que está triste.- Es una muy bonita foto.- Digo viendo lo que contiene el porta-retrato. Una foto de Lori, Rick y Carl, abrazados en una especie de restaurante.
-Lo es.- Dice Carl asintiendo y me pongo feliz porque me hay respondido.
-No quieres irte ¿Cierto?- Le cuestiono mirando sus hermosos ojos. El baja su mirada al suelo, niega con la cabeza y luego vuelve la vista a mi. Frunzo mis labios en una linea recta y suspiro.-Yo tampoco.- Le confieso y digo la verdad. La posibilidad de que nos arrebaten la prisión me aterroriza y no quiero que eso suceda.
-¿Por que aceptaste entonces?- Me pregunta extrañado, como si quisiera regañarme.
-Aveces tienes que aceptar cosas que no quieres para que cosas mejores vengan.- Digo citando la frase que una vez me dijo mi abuelo. Suena bastante cliché decir eso.
-¿Y si las cosas buenas no vienen?- Vuelve a decir.
-No te preocupes, vendrán.- Digo acercándolo a mi para darle un suave abrazo.- Te lo aseguro.- Carl deja pasar unos segundos en mis brazos y luego se aparta un poco y me mira con el ceño fruncido.
-¿Por que mi papá no se preocupa así por mi?- Dice y me da una profunda tristeza. No sentirse querido por el único familiar cercano que te queda debe ser algo horrible.
-Si se preocupa, Carl.- Le aseguro.- Se preocupa muchísimo, por ti, por Judith, por Beth, Maggie, Glenn, Kevin, por mi, por todos. Solo que aveces se le olvida que tu sigues siendo un niño, aunque ya hayas madurado bastante.- Digo tratando de arreglar la mal imagen que tiene de su padre.- Está tan ocupado intentando protegerte que se le olvida cuidarte. Pero puedo jurarte que él te ama, y le importas mas que nada en el mundo.-
-No se nota.- Dice con enfado.-
-Yo...-
-Quiero estar solo.- Me interrumpe con dureza, quiero saber que es lo que dije de malo, pero creo que es mejor darle su espacio, así que suspiro, me levanto de la cama y me largo de la prisión, para encontrarme con los demás, ordenando cosas afuera. Le alcanzo mi bolso a Beth, quien lo acomoda en el baúl del auto, le sonrío y me alejo de ella, para buscar a Kevin, el cual se encuentra conversando con Maggie y Glenn.
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Apocalypse| twd
Fiksi PenggemarIsis logra sobrevivir milagrosamente al terrible apocalípsis zombie. Caminando sobre los huesos rotos de una sociedad devastada por el caos, experimentará situaciones que la llevarán al borde de su humanidad, al borde de la cordura. Porque la linea...