Caminamos varios kilómetros sobre la carretera durante todo el tiempo en que la luz solar se hizo presente frente a nosotros luego de nuestra salida de la terminal. Hasta que se hizo de noche, y decidimos descansar para poder recomenzar nuestra travesía hacia ningún lado por la mañana.
Ahora mismo, la luz alumbra mi rostro mientras caminamos por el terreno desnivelado del bosque. Michonne se encuentra a mi izquierda, y detrás de nosotras se encuentra la armada de Abraham, todos caminando en sumo silencio. Un caminante avanza lentamente hacia nosotros y la morena mujer a mi lado camina hasta él, con la intensión de destrozar su cráneo con su katana, pero al notar que no la en la espalda, ya que se le fue arrebatada en Terminus, acaba haciéndolo con la culata de su arma de guerra.
Delante de mi a unos cuantos metros, se encuentran Carol y Daryl, y no puedo evitar quedarme observándolos un largo tiempo. Son inseparables desde el momento en que ella volvió, y lo entiendo, o al menos lo intento.
-Vas a hacerles un agujero en la espalda.- Dice Abraham en un susurro, y una sonrisa de satisfacción se dibuja en sus labios cuando volteo a verlo con una sonrisa divertida.- ¿Es tu esposo?-
-No.- Contesto simplemente.
-No luce del tipo de los que se casan de todas formas.- Eso es cierto, asiento y frunzo mis labios.
-Tu tampoco. Ninguno de ustedes.- Comento hablando de Rosita.- Pero supongo que no lo están.-
-No. Nos conocimos después de que el mundo se convirtiera en un suicidio.- Dice Abraham.- Es una buena compañera, en todos los sentidos.- Alzo una ceja e inclino la cabeza a un lado ante su comentario.- Cuando la encontramos, en verdad pensé que era la última mujer de la tierra, ¡Y qué mujer!- Ríe, y yo solo lo hago porque es un imbécil y de alguna forma me recuerda a mi hermano, aunque todo de alguna forma me recuerda a mi hermano.
-Qué suerte la suya, Sargento Ford.- Digo con aire distante.- Es latina, ¿Verdad?-
-Así es. La encontramos en Dallas, Texas, aunque según ella, vivía en Houston.- Houston. Una tormenta de pensamientos se hacen presentes en mi cerebro cuando recuerdo el lugar donde nací, donde crecí, donde viví durante toda mi vida. Daría lo que fuera por ver como esta la ciudad que jamás he dejado de extrañar, aunque no es difícil deducir su estado, si las grandes ciudades cayeron primero, al igual que Atlanta, no debe quedar mucho por ver en estos momentos.
-También yo.- Susurro.
-¿También eres latina?-
-También soy de Houston. No soy latina. Bueno, mi madre lo era.- Extraño a mi madre. No pensé en ella durante tanto tiempo, apenas si recuerdo su voz ahora mismo.- ¿Cómo... cómo recuerdas Houston?-
-Una mierda hecha pedazos, igual que Atlanta, apenas si salimos de ahí.-
-Oh...-
-Lo siento si esperabas otra cosa.- Dice y puedo sentir su mirada sobre mi.
-No lo hacía, solo creí que...- Pero no logro terminar la frase, porque un grito interrumpe mi voz.
-¡Auxilio!- Es una voz de hombre, y se oye tan desesperado y necesitado que no dudo en correr hasta la punta de nuestra fila india, en donde se encuentra Rick, para poder correr a ayudarlo. Pero cuando llego, Carl se me ha adelantado, y le exige a su padre que vayamos a salvar a quien sea que está pidiendo rescate.-¡Por favor ayúdenme! ¡Auxilio!- Rick parece dudarlo unos instantes, pero Carl insiste, y es suficiente para que el mayor comience a correr en dirección a los gritos que se propagan cerca de nosotros.
Todos seguimos a Rick por el bosque, hasta toparnos con un claro, en el cual se encuentran algunos caminantes rodeando una enorme roca, y sobre ella, un hombre, de piel oscura, gritando aterrado. Por lo que puedo ver, no lleva armas consigo, o no sabe usarlas, y creo que está pasando por una especie de ataque de pánico. En seguida, nuestro grupo se pone en acción, Rick, Carol, Michonne y Daryl se encargan de los cuatro caminantes que rodeaban la roca, mientras los demás solo nos quedamos a observar como el tembloroso hombre sobre ella nos observa con una mezcla de alivio y aflicción. Por sus gritos llegué a pensar que directamente estaba rodeado por una horda que estaba a punto de devorarle los miembros, pero si chilla d esa forma por cuatro caminantes solo me da a pensar dos cosas, es un cobarde, o es un estafador. Ninguna de las dos me agrada demasiado.
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Apocalypse| twd
Hayran KurguIsis logra sobrevivir milagrosamente al terrible apocalípsis zombie. Caminando sobre los huesos rotos de una sociedad devastada por el caos, experimentará situaciones que la llevarán al borde de su humanidad, al borde de la cordura. Porque la linea...