A la mañana siguiente, hice mi rutina diaria, evite a toda costa a Madre.
No sabía cómo iba a poder mirarla a los ojos después de lo que vi ayer.
Fui al templo al anochecer, a orar por mi Madre y el padre Mateo.
Estaba en medio de mis oraciones, cuando escuche a alguien entrar a la iglesia, sus pasos se iban acercando cada vez más, yo estaba de rodillas sentí esa presencia detrás de mi, escuche donde el banco hizo ruido como cuando alguien se sienta allí.
Debe ser mi madre, seguí en mis oraciones cuando empeze a sentir un escalofrío por mi espalda como si alguien me estuviera mirando, sentía un frío extraño en mi nuca.
La vela que había encendido se apago por una brisa fría. Quede a oscuras y me asuste.
Me apresure a terminar mi oración.
Murmure
-Porfavor Dios perdonalos y ayudalos a salir del pecado... Amén
Decidí levantarme para ver quien era el que me miraba, encendí la vela para iluminar tras de mi.
Mis ojos casi se salen de mi cara al notar que no había nadie, me apresure a salir, cerré la puerta y corrí a la casa, llegando a la cocina escuche risas, ahí estaban Madre y Mateo.
El padre Mateo me miró y me saludo.
-Hola Angelita, como has estado hoy te vimos muy distante.
Madre me miraba esperando que dijera algo.
-Hoy pase con dolor en mi piel, eso me tenía distraída, ya que ayer no me eche crema en mi cara y brazos, ya que me agarro tarde por que pase mucho en la tina, mejor decidí dormir.
Madre me miró con lástima.
Examinó mi rostro y hablo.
-Corazón, mira tu hermosa carita esta roja, la crema esta acá se me olvido decirte que la había guardado en la cocina- abrió una gaveta debajo de la estufa y me entrego la crema- echate esto para que tu piel sane bien.
Me sonrió dulcemente.
-Gracias Madre, te amo - la abraze y seguí mi camino a mi habitación.
-No vas cenar?? - detuve mis pasos.
-No madre, comí antes de ir a rezar.
Voy a ducharme para dormir.
-Qué descanses corazón.
Entre a mi habitación, cerré con seguro, que vergüenza mirarlos a la cara después de lo que vi ayer.
Me di un baño rápido y después me eche crema en mis brazos y mi cara, después baje la bata y eche en medio de mis senos.
De nuevo sentí, esa brisa fría de la iglesia, escuche mi cama rechinar y me di la vuelta, al girar tan rápido mi bata resbaló y quede con mis senos expuestos.
Mis pezones se endurecieron con el frío, me extraño eso de donde venía esa brisa.
Observe mi cama y estaba vacía, mi habitación estaba casi a oscuras solo iluminada por la vela.
En eso la vela se apago dejándome en tinieblas.
Empeze a rezar, pidiendole a Dios que me cuidara.
Sentía una presencia o solo era producto de mi imaginación debido al miedo no sabía realmente.
De repente, el ambiente volvió a ser el mismo de antes, me sentí protegida, entonces decidi prender la vela y dejarla así toda la noche.
La oscuridad me dio miedo y mucho.
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Adjuntó foto del sexy Deimon
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Deimon
FanfictionAngel era una dulce jovencita de 18 años, que vivía en una iglesia, siendo una servidora de Dios el pecado era ese crimen que jamás iba a cometer... Al menos eso era lo que ella pensaba hasta que la tentación apareció en forma de demonio, con una mi...
