ÁGORA PARTE 1

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Nota: Espero desde mi órgano corazón que mis descripciones en este capítulo logren que visualicen todo con la mayor claridad posible. Si se están preguntando porqué, pues... voy a decir que es un poco... diferente a lo que he publicado hasta ahora.


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Se detiene frente a la entrada, toma mis hombros haciendo que lo mire.

— ¿Recuerdas lo que hablamos?

—Sí.

— ¿Estás consciente de lo que verás al atravesar esa puerta?

—Sí.

— ¿Si, qué?

—Sí, señor.

— ¿Qué pasa si estas en una situación que no te gusta?

—Digo la palabra de seguridad.

— ¿Cuál es?

—Máscara.

Me observa conforme y algo angustiado. Toca la puerta y sale un hombre trajeado, cruzan unas pocas palabras y él le susurra algo al oído, el otro nos da la bienvenida y nos deja pasar estirando su brazo al interior.

No entiendo su cara de preocupación, no es la primera vez que voy a una fiesta y tampoco la primera vez que tengo sexo.

<< ¡Ay por favor! Ni que fuera...>>

Mis pensamientos son interrumpidos por ruidos de placer que predominan sobre la música que se escucha al fondo del pasillo. Al entrar por completo al lugar mis ojos son inundados por luces e imágenes de mujeres medio desnudas o por completo desnudas, abiertas de piernas y hombres con los dedos dentro de ellas, o sus lenguas, o sus...

<< ¡Pero qué...! >>

Miro el suelo.

—No bajes la vista; disfruta de ella.

Obedezco, pero desvío mis ojos en ocasiones. En este momento mi curiosidad y vergüenza están en debate. A pesar del... espectáculo, la fachada y las vestimentas son elegantes.

Caminamos a una mesa y él va explicándome el porqué de tanto libertinaje.

—Todos los que vienen aquí saben qué esperar, por eso tuve que hablarlo contigo antes de pensar en traerte.

—Entiendo, señor.

—Estas paredes encierran... ¿Cómo le dices tú?

— ¿Se refiere al gusto culposo, señor?

—Sí. Podríamos decirle así.

Retrocede la silla para que me siente, él hace lo mismo a mi lado. Podemos ver todo muy bien desde esta esquina algo apartada de las demás mesas.

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