—Entre los estudios, el trabajo y mi familia ¡Me van a volver loca!
Ella habla y habla; yo cabeceo y cabeceo.
¿A quién se le ocurre llamar a estas horas para poner quejas a otro de lo miserable que puede ser tu vida perfecta y organizada?
Ah, sí; a ella.
¿Cómo es que se escucha tan fresca como una lechuga?
Solo hago sonidos de garganta siguiéndole la cuerda, pero hace unos minutos que deje de prestar atención a lo que dice.
— ¡Me estas escuchando!
Su grito me hace sobresaltar y caigo de la cama con todo y la calentita cobija.
— ¡Ya te oigo! Ya te oigo.
Digo con cara adormilada mientras me pongo de pie para volverme a tumbar en el colchón.
— ¿No te haz levantado?
— ¡Apenas son las seis de la mañana! Obvio que no me he levantado.
—Creí que salías a correr a estas horas.
—Lo hacía... lo hago.
Paso la mano por mi rostro.
— ¿Dejaste de hacerlo?
—No... sí. Desde hace unos días. Me di cuenta que levantarme temprano para hacer eso no es lo mío.
Se me ocurre una idea.
— ¿Por qué no intentas hacer eso?
— ¿Qué cosa?
—Correr, mensa. Sal a correr. Eso me mantuvo desestresado mientras lo estuve haciendo.
— ¿Sera?
—Inténtalo. ¿Qué puedes perder? El sueño no, eso es un hecho.
—Lo intentare... mañana. No... mejor ahora mismo. Voy a cambiarme.
—Sí, me cuentas cómo te va.
Cuelgo.
Acomodo mi cabeza en la suave y cómoda almohada y me cubro hasta el cuello con la cobija.
Que rico es dormir.
<<Que pendejo ¡Me colgó! >>
Le iba a decir que me acompañara, no me gusta mucho la idea de salir sola, pero tampoco creo que sea tan malo ¿Qué podría pasar?
Salgo de la casa y tranco la puerta.
Hago unos estiramientos antes de comenzar a caminar.
Lo hago por unos largos minutos, recorriendo las calles del pueblo.
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SEXUS +18
RandomSe sale de mí, mis codos y rodillas terminan enterrados en la arena, se pega por detrás restregando su miembro entre mi vagina y ano rosando el clítoris. Muevo mi culo de un lado al otro indicándole que lo quiero dentro. Protesto ante su juego de pr...