<<No quiero despertar, no quiero despertar>>
Hago ruidos de negación, pero el dolor en la vejiga me impide seguir durmiendo, me levanto en contra de mi voluntad y camino desnuda al baño. Haciendo mis necesidades casi me quedo dormida. Cuando termino lavo mis manos y vuelvo al cuarto. Mi preciado sueño se está disipando. Me acuesto abrazando el cuerpo, también desnudo, del hombre que ha estado compartiendo cama conmigo desde hace tres años. Entierro mi cara entre su espalda y el colchón, paso mi mano por su pecho, su abdomen, llegando a su pene, el cual esta erecto. Levanto la cabeza.
—Amor —lo llamo en voz baja— ¿Amor?
No responde.
Me separo de él, con cuidado lo posiciono boca arriba, me coloco entre sus piernas, inclinándome para dejarle besos sobre su abdomen bajo y alrededor de su miembro mientras se lo acaricio con una mano. Se mueve un poco, pero no se despierta, continuo besando sus testículos, subo a su glande, chupándolo unas cuantas veces antes de meterlo por completo en mi boca. Mi cabeza se mueve arriba y abajo, con una mano me masturbo y la otra rodea su pene acompañando los movimientos de mi boca. Pasan unos minutos, ya me estoy mojando, él se retuerce un poco, despertándose entre ronroneos.
— ¿Qué haces? —pregunta con voz ronca y sexy.
Lo saco para responderle.
—Un oral, ¿No es obvio?
Una leve sonrisa se dibuja en sus labios, pero el sueño le está ganando.
—Sabes que a esta hora estoy débil, no durare mucho.
—Lo sé, pero creo que son los polvos que más me gustan.
Sigo en lo que estaba, él agarra mi cabello dirigiendo los movimientos, haciéndolos más apresurados, eleva sus caderas metiéndolo más profundo en mi garganta, cuando no puedo más, me separo tomando una gran respiración. No sé porqué, pero cada vez que hace eso me excita más.
Duro un rato haciéndole sexo oral, hasta que ya está más despierto, me monto sobre él, me ayuda a meterlo dentro de mí empezando a cabalgarlo.
—Eres una insaciable.
Dice colocando su mano en mi cuello acercándome a su rostro.
—Por tu tuya.
Nos besamos, sus manos pasean por mi espalda, mis nalgas y muslos, separo nuestros labios para dejarle besos en su cuello y hombros.
Me irgo, manosea mis tetas, pellizca mis pezones tirando de ellos con su pulgar e índice obligándome a inclinarme otra vez, quedan frente a su cara y aprovecha para meterlos en su boca.
—Me encanta que las chupes.
Acelero mis caderas penetrándome más duro. En un movimiento suyo me deja bajo su cuerpo, embistiéndome fuerte.
— ¿Así lo querías?
— ¡Sii! ¡Así! ¡Así lo quería!
Mis manos rodean su rostro para pegarlo a mis labios, pasan unos segundos y se separa, me coloca boca abajo y vuelve a penetrarme, una de sus manos tira de mi cabello y la otra la mete entre mis piernas comenzando a masturbarme. Chupa el lóbulo de mi oreja para luego meter su lengua en mi oído. Gimo.
—Ya casi.
Me dice refiriéndose a que ya casi va a acabar.
—Sigue masturbándome así y yo también.
Aprieto la almohada enterrando mi cara en ella, él se levanta separándose de mi espalda, toma mis caderas, mis muslos rodean los suyos.
— ¿Qué parte de "sigue masturbándome" no entendiste?
Le reprocho mirando sobre mi hombro. Escucho su risa.
—Quiero darte más duro, y en la posición que estábamos se me dificultaba un poco hacerlo.
—Me gusta más que me masturbes.
— ¿Estas segura de eso?
Me penetra, bombeando sus caderas afuera y adentro.
— ¡Ahh! ¡Ya... no estoy... tan segura de eso! ¡Así! ¡Así!
—Mastúrbate.
Muevo mis dedos sobre mi clítoris.
—Ya casi —digo entre jadeos al pasar unos segundos.
—También yo.
Sus caderas se aceleran; mis dedos también.
— ¡Ahhh!
Deja caer su cuerpo sobre mi espalda, mi respiración agitada se va calmando.
—Ahora si podre quedarme dormida.
—A esta hora solo me usas para tus propósitos de sueño.
Suelto una risita.
—Puede ser.
Nos abrazamos, acomodándonos para volver a dormir.
¡Hey!
Espero que no les disguste lo corto que fue el capítulo y que lo hayan disfrutado.
Creo que quedo bien tal cual, pero qué opinan ustedes.
Así esta bien:
Debió ser un poco más largo:
Los leo.
(:
ESTÁS LEYENDO
SEXUS +18
RandomSe sale de mí, mis codos y rodillas terminan enterrados en la arena, se pega por detrás restregando su miembro entre mi vagina y ano rosando el clítoris. Muevo mi culo de un lado al otro indicándole que lo quiero dentro. Protesto ante su juego de pr...