Unos golpecitos en mi hombro me despiertan, abro los ojos, la cabeza me da vueltas, parpadeo un par de veces para enfocar mi vista y giro mi cabeza a la izquierda para toparme con...
<< ¡Él! ¡Me ignoró toda la noche y ahora se atreve a traerme a...! ¿A dónde me trajo? >>
Miro por la ventana del auto y en unos segundos reconozco el estacionamiento del edificio de departamentos en el que vivo.
<<A mi casa>>
¿Por qué escucho un leve tono de decepción en mi cabeza?
— ¿Qué hacemos aquí? ¿Qué haces aquí?
Las palabras salen sin pensar de mi boca. Me mira con obviedad. Porqué pregunte algo tan tonto, por poco llevo mi mano a mi frente.
—Creí que era muy evidente que te estoy trayendo a tu casa.
—No recuerdo haberme montado a tu auto.
—Normal. Estabas muy ebria en ese momento.
¿Por qué bebí así? ¡Claro! Porque me molesto que actuará como si yo no existiera. Voy a gritarle sus cuatro verdades antes de salir del auto e irme para no volver a dirigirle la palabra, pero él interrumpe mis acciones antes de realizarlas.
— ¿Quién era él? —arrugo el entrecejo.
— ¿Quién? —deja de mirar al frente para mirarme con su cara de "no estoy para bromas ahora".
—Sé que sabes perfectamente a quien me refiero.
—Pues déjame decirte que no sé qué sabes, que crees que yo sé.
Lo estoy emputando.
—Sabes que hablo de ese tonto que no paraba de reír contigo.
—Ah, te refieres al de cabello largo —respondo de manera despreocupada quitándome los tacones. Me duelen los pies.
— ¿Y lo dices así?
— ¿Así cómo? —masajeo mis pies un poco para aliviar el maltrato que me dejaron los tacones.
—Tan casual. Se te insinuó toda la noche y tú le devolvías las sonrisas muy divertida ¿De qué hablaban?
Dejo mi acción para mirarlo a la cara. De verdad está enojado, o más bien diría... celoso. Trato de evitar que una sonrisa se dibuje en mi rostro, y lo logro... casi.
—Ni se te ocurra burlarte.
—Estas celoso.
—No estoy celoso.
—Claro... —me recuesto en el espaldar cruzando mis brazos—. Por eso me ignoraste durante toda la fiesta, porque no estabas celoso.
No responde y gira su rostro apretando la mandíbula.
— ¿Te costaba mucho acercarte y hablarme? —le cuestiono.
— ¿Te costaba a ti hacerlo? —gira de nuevo para mirarme.
— ¿Me hubieras devuelto la palabra si lo hubiera hecho?
No responde. Vuelve a mirar al frente. Parece un niño haciendo un berrinche. Un berrinche silencioso.
—Por supuesto que no —afirmo. Comienzo a tomar mi bolso de mano y tacones para marcharme, pero me detiene tomándome del brazo cuando estoy por abrir la puerta.
—Ok... sí, si estaba celoso, muy celoso, sigo estando celoso —confiesa.
Me acomodo en el asiento para mirarlo fijamente. Un corto silencio se apodera del auto, pero no voy a ser yo quien lo rompa. Quiero escuchar lo que tenga por decir.
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SEXUS +18
RandomSe sale de mí, mis codos y rodillas terminan enterrados en la arena, se pega por detrás restregando su miembro entre mi vagina y ano rosando el clítoris. Muevo mi culo de un lado al otro indicándole que lo quiero dentro. Protesto ante su juego de pr...