Acabó la jornada laboral.
Estaba tan ansiosa por ver a Sandra, sentía una felicidad inmensa por ello, me emocionaba salir más seguido con ella, ser los mejores amigos del mundo entero, compartir de una manera profunda como lo hacíamos en el orfanato.
Jhonny, Mileidy, Daniel y yo nos dirigimos al restaurante para nuestro encuentro. Al llegar allí, noté que Hugo ya estaba afuera, sentado en su moto esperándonos, sostenía una caja de color rosa con el logo de la tienda de donas, me dio un gran abrazo, le presenté a mis amigos de una manera más formal y luego ingresamos.
—Las donas rellenas de chocolate las hice yo y las de mermelada de fresa las hizo Ximena, mi novia, te manda a decir: "Hola"— esto último lo dijo divertido, que no pude evitar reírme también
—Muchas gracias, dile a Ximena que hola también— le dije, en ese momento su teléfono sonó
—Es Sandra, debe estar afuera, la traeré— me avisó mientras contestaba
—Vaya, es un bombón— exclamó Mileidy burlona, ella estaba a mi lado, Daniel le dio un golpe en el brazo no tan fuerte
—Te estoy escuchando— dijo molesto, ella sólo se rio, la miré con confusión
—Parece que le gusto— susurró cerca de mi oído, yo puse una cara de impresión, normalmente ella y Daniel se la pasaban peleando
—¿Intentarán algo?— pregunté con una vocecita picarona
—Creo que sí— contestó Mileidy observándolo, él y Jhonny jugaban piedra papel o tijera para quien sabe qué
—¡Carmen!— gritó Sandra, me giré para encontrarme con aquella pelinegra de ojos oscuros, se veía muy linda, estaba maquillada ligeramente y tenía puesto un suéter blanco tejido y unos pantalones azules, me levanté de mi lugar y le di un gran abrazo
—Sandra, que gusto verte nuevamente— susurré
—Lo mismo digo, gracias por contactarme, me moría por verlos a ti y a Hugo; pero, mi trabajo es bastante esclavizante por lo que la mejor hora para salir es en la noche— comentó
—Me lo imagino— respondí riendo
—Yo también quiero— dijo Hugo emocionado y se unió a nuestro abrazo.
Luego de saludarnos, presentarnos y bromear, ordenamos algo para comer, todos hablábamos con mucha comodidad, Mileidy y Daniel peleaban a cada segundo, lo cual era entretenimiento para todos allí, también Jhonny quedó encantando con Sandra, le coqueteaba en cada oportunidad.
—Ah, yo podría salir temprano este domingo, puedo pasar por tu casa para recogerte— le decía Jhonny, yo los admiraba un rato, quería enterarme del chisme
—Claro, este... m-mi casa, es un departamento de hecho, es pequeño, acogedor, como para dos personas, pero, no vivo con otra persona, yo vivo sola...— relataba Sandra, jamás la había visto tan nerviosa, ella siempre era ruda
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Algo Inesperado
RomanceCarmen no tuvo una buena infancia, sin embargo, tuvo momentos buenos que la mantuvieron de pie, cuando salió del orfanato, comenzó la búsqueda de una mujer que la apoyó mucho años atrás. Cuando pudo encontrar a esa gran amiga, le pidió ayuda para re...