◇ Un nuevo amigo

2 1 0
                                    

Llegada la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegada la noche.

Miraba por la ventana del bus, estaba llena de gotas que no paraban de caer, no era una lluvia fuerte, sólo una suave llovizna, en la oscuridad pude divisar la esquina donde me bajaría, suspiré aliviada porque al fin llegaría a casa para poder descansar.

Toqué el timbre ubicado en la puerta trasera, este se detuvo inmediatamente, me bajé muy rápido porque a veces los conductores estaban tan apresurados por largarse que podían arrancar aunque no nos bajemos por completo.

Al llegar a casa noté que Sara, Marcela e Isabel estaban allí junto a las chicas, las cinco corrieron a abrazarme con emoción, casi me asfixian las locas esas.

—Ya queríamos verte Morita— comentó Marcela con alegría

—Ay... es que me quedé hablando con las chicas del supermercado, casi no me dejan ir— comenté burlona

—Es tan agradable hablar contigo, por eso no te dejan ir— se burló Sara

—Bueno, iré a dejar mi morral al cuarto y regreso enseguida— anuncié

—Sí, pero no te demores, corre— me exigió Lucía, siempre de gritona

—No me demoro— corrí emocionada a dejar mis cosas en la habitación, por la cara de las chicas, estaba segura que ya tenían información de Hugo, por lo tanto, eso me emocionaba más a mí.

Me sentía muy agotada, no paraba de bostezar, me coloqué una bata de estar en casa para quitarme la ropa que estaba un poco húmeda por la llovizna, me quité también los tenis y me coloqué las pantuflas de gatito que me había obsequiado Lucía.

Regresé a la sala, todas estaban sentadas en el piso como unas niñas, me senté entre Marta y Sara, sabía que Lucía estaría abrazándome como loca, la rubia sacó su celular y me enseñó una fotografía.

—Dime que es él...— me pidió Sara, mis ojos se pusieron vidriosos

—Creo que es él— anunció Marcela mirándome fijamente

—Sí, es Hugo... —respondí sorprendida, observando al chico castaño de ojos claros, todas pegaron un grito con emoción

—¡Lo sabía! En su información de facenew dijo que estuvo en un orfanato, que es un joven fuerte y saldrá adelante con mucho esfuerzo— relataba Sara—. Trabaja en "Simplemente donas" es un pequeño local en el norte, venden donas deliciosas, las he probado allí, pude investigarlo desde que entró al orfanato hasta que salió

—Vaya, espero que le esté yendo muy bien— comenté aún sorprendida por la habilidad de Sara

—Pero— intervino Marcela—, hemos encontrado que tiene pareja, sube muchas fotos con una chica, parece que trabajan juntos

—Eso es bueno— contesté rápidamente, intentando ser positiva

—Aquí están los usuarios y contraseñas para tus redes sociales— Isabel me dio un papel, no me habían creado tantas cuentas

Algo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora