Cap 10

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Minho pov

Duré un poco de tiempo para acercarme a mi padre, iba pero regresaba, iba pero me devolvía, no sé porqué me daba miedo el simple hecho de tocar la puerta, era como si adentro fuese a encontrar al ser más sanguinario del planeta, mi cerebro estaba lleno de escenarios imaginarios horribles relacionados a mi muerte claro.

—Ya por dios Minho —dije para mí mismo— Tú puedes, es un simple permiso y ya, vas, preguntas y si te dicen que no, te escapas!

Di un respiro profundo y me decidí a hacerlo, estaba por abrir la puerta cuando se abrió por dentro dejándome cara a cara con mi papá, se veía confundido por su cara y sus lentes aún en él.

—Ahh...¿Venias a verme?

No me salieron las palabras de la boca y tuve que decirle que si con la cabeza, idiota.

—Pasa —se hizo a un lado para que pudiera pasar— ¿Sucedió algo?

—Bueno, no como tal algo feo pero hay algo —me senté frente a su escritorio.

—Y bien, dime lo que sucede —tomó el lugar frente a mí.

—Bueno, este fin de semana hay un pequeño viaje por parte de la escuela...Habíamos quedado desde antes pero pasó lo de mi accidente, los días pasaron y obviamente se canceló —hablé un poco rápido porque estaba nervioso— Luego ya cuando vieron que todo salió bien, lo retomaron y quedó en que se haría éste fin...Por lo que yo también estoy invitado, entonces quería ver si hay la posibilidad de que yo pueda ir.

De los nervios que tenía ni siquiera lo estaba mirando a los ojos, hubo un silencio que se me hizo eterno y él no se movía de su lugar así que me armé de valor y levanté la cabeza.

—Claro que puedes ir hijo —me respondió con una sonrisa— ¿Porqué tan nervioso?

—Bueno...

—No hace falta que me lo recuerdes, en verdad te pido disculpas por todos los años que te lastimé y te dejé solo —se quitó sus anteojos— Estaba tan cegado por el trabajo y el ser reconocido por los demás, siempre fue mi sueño ser grande —recargó su espalda en la silla— Pero al final, sigo solo, con un hijo y una "esposa" pero solo.

—Quizás...No sirva de mucho...Pero —relamí mis labios— Me tienes a mí papá.

Ni hay una palabra para describir la reacción de mi padre, estaba tan sorprendido como yo por lo que acababa de decir y sus ojos color miel estaban cristalizados, parpadeó un par de veces reincorporándose evitando que el ambiente se volviera triste.

—Está bien —se levantó— ¿Qué necesitas para el viaje?

—Tu permiso que ya lo tengo y el del médico por cualquier cosa —lo miré— ¿Crees que me lo dé?

—El médico es buena persona hijo, seguramente te dice que si —tomó su celular— Es más, haremos una cita para hoy mismo, estoy seguro de que va a salir bien.

Hizo una llamada algo larga para poder realizar una cita, que yo sepa ese tipo de citas se hacen con anticipación y se da una muuy larga de espera. Afortunadamente logró conseguirla ya que uno de sus pacientes canceló y justo era a una media hora por lo que debíamos alistarnos y movernos al hospital, por suerte la mujer no estaba en casa, eso nos dió facilidad de movernos a nuestro tiempo y sin hacer alboroto.

Comimos un poco antes de irnos porque no habíamos comido nada anteriormente; El chofer ya estaba listo con el auto, fue un camino algo corto un poco más de lo que yo esperaba pues no había nada de tráfico y no nos detuvimos a comprar cualquier cosa como es de costumbre. Al llegar al hospital la secretaria del médico nos recogió en el vestíbulo llevándonos hacia el consultorio, abrió la puerta por nosotros y entramos saludando al hombre con su bata puesta.

ENTELEQUIA // MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora