ENTELEQUIA // Minsung

Cap 14

Después de la cena recogieron todo como pudieron, y sacaron una pequeña bocina, era discreta pero tenía buen volumen, entre las canciones que se reproducían hubo una que se adentró en lo profundo del corazón de Lee, apesar de que no la conocía su letra lo dejó intrigado y comenzó a pensar un poco mientras tarareaba la melodía de strawberries & cigarettes.

Se decidió a levantarse de la nada con un fuego dentro y vió que hasta atrás se encontraba la persona con la que necesitaba o quería hablar, fue directo hacia él y ya que nadie estaba cerca o lo estaban mirando se acercó a su oreja y susurró...

—Vamos a hablar.

Comenzó a caminar sin decir otra cosa, no sabía como nadie de los que estaban los pudo haber seguido o espiado, pero bueno, eso era mejor para ellos así tendrían un poco de privacidad.
Llegaron a un lugar algo alejado de los demás pues la música se escuchaba lejana así que era señal de que ya estaban solos y podrían hablar tranquilamente.

—Entonces, cual es el tema?

El pelinegro acercó dos pequeños troncos en forma de silla para poder sentarse.

—De lo que sucedió antes con nosotros, en realidad no quiero que se mal entiendan las cosas —se sentó a un lado de él— Yo tenía pensado confesarte que el sentimiento es mutuo ya que siento lo mismo por ti, pero no pude hacerlo porque no me dejaste sólo te fuiste.

—Entiéndeme, estaba en una situaci- —se detuvo por un momento— ¿Dijiste mutuo?

—Eso dije.

—Entonces tu... —el castaño asintió— Oh vaya...Bueno, no sé si deba darte las gracias o que hacer.

—Lo único que debes y puedes es escucharme —lo miró— Sólo cállate y déjame hablar.

El otro chico se sorprendió ante la actitud de éste pero aún así decidió hacerle caso y evitar hablar.

—Gracias —suspiró— Mira yo de verdad te agradezco todo lo que has hecho por mi, incluso a los demás de vez en cuando también les doy las gracias cuando hacen algo sin que se los pida pero me ayuda.
Desde el momento en que llegaste a mi vida creo que he cambiado mucho y yo pude notarlo —lo miró— No sé como ni cuando sucedió que comencé a tener un afecto superior al que tenía al principio contigo, fue como si me hubiera dado un reinicio al chip y cada cosa que hacías para mi era como si...No lo sé, yo lo veía de otra manera —relamió sus labios— No quise decir nada porque en ese entonces no tenía idea de tus sentimientos, pensé que nuestra amistad o lo que teníamos se vería afectado por mi confesión en caso de hacerlo.

El pelinegro escuchaba con atención a Minho pero se le veían las ganas de querer hablar ya que en momentos su boca se abría y se cerraba de repente.

—Cuando pasó lo del accidente realmente pensé que iba a morir —esbozó una sonrisa ladina— Pero mira, aquí estoy; Lo primero que recuerdo es tu rostro, ni siquiera está en mi memoria la imagen de alguno de mis padres o incluso enfermeros...Sólo estás tú y no sabes la felicidad que eso me dió.

—De...De verdad?

—Lo digo muy en serio, así desde ese dia lo único que he querido ver al despertar es tu cara —lo miró con melancolía— En realidad sufro estando así y si yo sufro no me inagino a los demás al verme en esa situación y en la que me encuentro ahora sin poder recordar una mierda —sin pensarlo sus ojos se llenaron de lagrimas— El sentimiento de culpa llegó de la nada a mi corazón, apesar de que yo no había sido el culpable de lo que me pasó, siento que le debo algo a las personas que se preocuparon por mí o que lloraron al verme —carraspeo— Por eso dije lo que dije...Que hubiese sido mejor si me habría muerto ese día, para no hacerlos sufrir como ahora.

—Min...Nunca será tu culpa nada —por fin se decidió a hablar— No eres responsable de nuestro sentir y tampoco es tu culpa que el jodido irresponsable de ese maldito auto te haya golpeado, eres sólo una victima...Entiendo por lo que debes estar pasando y lo difícil que es tener que lidiar con el estrés de intentar recordar todo lo que olvidaste y debido a eso también quiero disculparme porque no era el momento ni el lugar para hablar y mucho menos eran las palabras las correctas para llegar a un final.
—suspiró levemente— Te lastimé con mis palabras y no pensé antes de hablar, sólo me preocupé por mí y me desquité.

—Ya ya no sigas.

Lo jaló hacia él envolviéndolo en un abrazo rodeándolo con sus brazos, esto impresionó al pelinegro, por un momento no supo que hacer pero sus brazos también se fueron relajando así como su expresión facial y de la misma manera subió tímido sus manos por su espalda respondiendo ante el abrazo.
Se quedaron por unos minutos de esa forma y sin darse cuenta estaban respirando el dulce aroma del otro; El sonido del agua corriendo ambientaba aún más el momento tan íntimo de ambos que al parecer no habían tenido jamás.

—Han —se separó poco a poco— Tu crees que si nosotros...Ya sabes...Comenzamos a —relamió sus labios nervioso— Salir, los demás puedan entenderlo?

—¿Necesitas que lo hagan? —lo miró a los ojos— Porque al menos yo no.

—Oh...Es así? —una pequeña risa salió de su boca— Bueno, entonces no creo que sea importante.

—No no —negó con su cabeza— Si para ti es de valor lo que me preguntaste entonces replantéate la pregunta pero no hacia mí, hacia ti mismo porque como te digo, no me importa si a los demás les parece o no, yo voy a salir con quien yo quiera y me haga sentir feliz.

—Bueno...En parte —suspiró— Creo que hemos pasado demasiadas cosas juntos, como en grupo y los siento como una familia —lo miró— No quiero que se sientan excluidos o algo, no sé, siento como esa necesidad de decirles lo que está pasando.

—Ya entiendo —sonrió ladino— Eso es muy tierno de tu parte Min...Pero bueno, has lo que tengas que hacer, sabes que siempre voy a estar a tu lado para apoyarte.

—Y...Tal vez...Podrías...Perdonarme? —lo miró levantando muy poco sus cejas apenado— De verdad lamento haberte hablado así.

—Tú discúlpame —Han lo tomó de la mano en un suspiro— Me excedí en todo e incluso creo que maldecí...Cosa que no está bien y hasta es mucho peor de lo que tú dijiste, así que te pido perdón por lo estúpido que fui.

—Disculpas aceptadas —sonrió.

Un último abrazo fue lo que alivió aquellos corazones que estaban más que felices por haber hecho las paces luego de tan amargo momento que tuvieron que pasar por tener sus sentimientos acumulados.
Durante lo que restaba de la noche fueron hacia los demás como si nada y ya estaban algo ebrios, ni siquiera se alejaron 10 minutos y los que se quedaron no podían ni con su alma, cosa que les causó gracia a los que iban llegando. Ayudaron a recoger el lugar ya que nadie estaba bueno y sano como para hacerlo así que debían ser ellos o nunca se irían de ahí y entonces sí habría un problema.

La fortuna era que el chofer estaba sobrio, a lo máximo bebió un vaso de cerveza nada más pero los demás pareciera como si hubiesen ido hasta la fábrica de licor para entrar en una de esas tinas llenas de alcohol y sumergirse en la ebriedad.
Poco a poco fueron subiendo las cosas y las personas a la furgoneta en la que llegaron porque era hora de irse, les costó trabajo a los tres subir a tantas personas pero lo lograron, claro, algunos se golpearon una que otra parte de sus cuerpos al subir pero no era de más cuando no podían ni con su alma.

Todo estaba listo para regresar, sólo faltaba el chofer que había ido rápido a una tienda cerca del lugar, tanto Jisung como Minho se quedaron dentro de la camioneta cuidándolos a todos en los asientos de copiloto; El bostezo salió de la boca del castaño quien pestañeó varias veces.

—Recarga tu cabeza sobre mi hombro, así vas a poder dormir durante el camino —se acercó más a él.

—¿Seguro? Pero y tu? Como dormirás?

—Puedo hacerlo cuando lleguemos, anda, no preguntes más y descansa.

Minho le hizo caso dando un último bostezo para recostar su cabeza en el, al cerrar los ojos fue de inmediato al paraíso del sueño quedándose profundamente dormido, era una escena que fue muy tierna para el pelinegro, en cada ocasión lo miraba con una sonrisa y a mitad del camino no pudo resistir a poner su cabeza sobre la de Minho quedando arriba de él...Un momento que a su corazón lo hizo saltar de la emoción.