Cap 16

0 0 0
                                    

Había pasado un día desde que volvieron del viaje y todo volvió a la cruda realidad...La esposa del señor Lee continuó con la misma actitud de siempre sin tener alguna seña de querer cambiarla y al parecer fue peor cuando no estaba su hijo en casa, en esos días el que tuvo que lidiar con ella fue el padre y a consecuencia de eso fue a dormir a un hotel.

Minho se enteró de todo eso pero no quería enojarse, lo único que pudo hacer fue darle apoyo a su papá, estaba feliz de que su hijo regresara pero el aspecto que tenía cuando lo recibió lo preocupó, lucía como si no hubiese dormido en una semana y no estuviese comiendo como se debe.
Cuando fue a casa su madre lo único que hizo fue intentar "discutir" con él pero recordó las palabras que le dijo un día Han y prefirió ignorarla, como si no existiera, ella hablaba y gritaba pero no funcionó.
Saludó al personal con una sonrisa mientras con la mirada les decía prácticamente que la ignoraran, al parecer funcionó pues la mujer se cansó de buscar atención y salió de la casa.

Todos dieron un suspiro entre risas mientras que otros tocaban sus oídos para ver si estaban bien después de tanto griterío.

—¿Estás bien hijo?

—Si nana —sonrió yendo a ella para darle un abrazo.

—Mi niño —respondió el abrazo— Todos te extrañamos aquí, desde que tu padre se fue la casa ha sido un desastre, ahora nosotros somos el foco de atención.

—Siempre busca a alguien para poder desquitar esa rabia que ella misma genera —se separó de ella poco a poco— Y ustedes no tienen porqué soportarla.

—Creanos que lo hacemos por usted —uno de los empleados habló— No queremos dejarlo solo con esa bruja, un día de estos estando solos quien sabe, hasta podría matarlo.

—Señor Jae —sonrió— Si lo intenta me voy a defender, no se preocupen por mí aunque se los agradezco, pero ustedes ya tienen los suficientes problemas como para seguir con otro y que es ajeno a ustedes —lo miró— Además, ya dije que me dejen de hablar en ese tono, somos iguales y no tienen porqué hablarme como si fuera un señor.

—Está equivocado joven Lee —una chica habló— Su familia, bueno, su padre, nos ha apoyado mucho y es nuestra forma de agradecerles, creo que es lo mínimo que podemos hacer aparte de servirles.

—¿Ustedes estaban el día que papá se fue?

Se miraron entre sí y respondieron con un movimiento de cabeza haciéndolo suspirar.

—Bueno, fue algo incómodo —respondió la nana— Tu madre rompió un plato, un vaso, tiró el cubre mesa, gritó, casi abofetea a tu padre y bueno, no sé si sea buena idea que yo te lo esté contando y no él.

—No no —negó con su cabeza— Es bueno, ya sabía de eso pero mi papá me lo contó suavizado, como si yo me fuera a sentir mal —chasqueó su lengua— Por dios y luego por ella...Ahh...Que vida me fue a tocar.

—¿Quieres comer algo? —la chica fue empujada para cambiar de tema— Supongo que debes estar hambriento por el viaje y esas cosas.

—La verdad es que si —sonrió— Pero quiero algo dulce, no quiero comida normal, no sé si me explique.

—¿Quieres un postre nada más? —preguntó la chica.

—Sip así mismo —asintió— Tengo ganas...De un chocoflan —sonrió— Y unas crepas rellenas de la mermelada de la nana con chocolate y frutas.

—No se diga más —sonrió la empleada— Nosotros a la cocina y ustedes a su trabajo afuera.

—Si, es mejor que nos vayamos a trabajar, no queremos que la señora regrese y nos vea sin hacer nada, ya se imagarán cómo nos puede ir —uno de los empleados habló.

ENTELEQUIA // MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora