[𝟑𝟏] 𝐄𝐈𝐍𝐄 𝐙𝐄𝐈𝐓.

3 1 3
                                    

𓂀 𝐸𝐿𝐿𝐼𝐸 𝒪'𝒞𝒪𝒩𝒩𝒪𝑅 𝒦𝐿𝐸𝐼𝒩 𓂀

𓂀 𝐸𝐿𝐿𝐼𝐸 𝒪'𝒞𝒪𝒩𝒩𝒪𝑅 𝒦𝐿𝐸𝐼𝒩  𓂀

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¿Dónde estoy?

Oh, no. Otra vez en el hospital.

Me duele muchísimo la cabeza.

Luke, Dean, mi verdadero padre, mis hermanos... Dios mío.

¡Dios mío!

¡Me había follado a Dean varias veces! ¡Dios
mío!

Gracias a dios... que yo recordara, con Luke no.

Empecé a apretar mis uñas contra la palma de mi mano intentando no desmayarme por el dolor de cabeza. Quería seguir recordando.

Luke lo apartaría de mi vida en cuanto salga de aquí.

¿Qué más ha pasado?

A ver... Desde el principio...

Avión... Accidente...

Ryder.

Tragué saliva, ¡Ryder había fallecido!

Ryder...

No podía imaginarme todo esto... A pesar de que a Dean se le haya ido su hermano, él estaba aquí, cuidando de mi.

No quería abrir los ojos, no quería encontrarme otra vez con ellos en frente y desmayarme.

— Creo que así sería mejor. — escuché a Dean. — Estaríamos mejor allí hasta que pase un tiempo.

Mi corazón se aceleró al escuchar a Dean. Notaba que era de noche... Porque no me molestaba ninguna luz... O por lo menos con los ojos cerrados no sentía mucha claridad.

Escuché que alguien venía corriendo.

— ¿¡Qué pasó!?

Noto como alguien toca mi muñeca y me doy cuenta de alguna especie de máquina la está apretando.

— A la paciente se la ha acelerado el pulso. ¿Alguien la ha tocado?

Nadie habló.

Parecía ser el doctor.

— Pues entonces la paciente está despierta.

— No lo estoy.

Quise pegarme fuertemente, que tonta soy.

Entreabrí un poco mi ojo deseando que no me hayan escuchado, pero estaba Dean mirándome con una sonrisa... Dios.

— Señorita Ellie, cada vez que se despierte, tendrá que avisarnos.

Note mis mejillas ardiendo y abrí los ojos por completo.

— Le haremos algunas pruebas más y será libre. — Dijo el Doctor entre risitas pero al girarse y mirar a Dean se puso serio. — No le hagan recordar nada que no recuerde.

El médico salió, y al darme cuenta de que Dean y yo estábamos solos, de la vergüenza, intenté hacerme la dormida.

— ¿Como estás?

Me giré con los ojos cerrados.

— Nada aquí, recordando... y tal.

Dean se río levemente.

— No te intentes hacer la dormida. Llevas durmiendo todo el día.

Abrí los ojos pero no lo miré, que vergüenza...

— ¿Tú y yo follamos? — dije tragando saliva. —

— Todas las veces con tu consentimiento.

— ¿Todas las veces? Dios mío... ¿Cuántas fueron?

Dean se rio levemente y tocó mi mano.

— Sinceramente. Estoy muy contento de que hayas recordado todo.

¿Y yo que le digo? Me muero de la vergüenza.

— Me estaba quemando por dentro. Era como si... No se. Pensé que no podría tenerte nunca más... Tu solo querías esperar a recordar...

— ¿Y-y Ryder?

Dean suspiró soltándome la mano y se restregó su cara tragando saliva.

— Está enterrado en Tenerife.

En Canarias... Wow.

— Ha pasado un mes y dos días... Pero sigue estando conmigo. Le pedí que te ayudara, y gracias que... Lo hizo... Iré a ponerle flores y a hablar con él.

— Me gustaría ir contigo.

Dean se dio la vuelta sonriendo.

— ¿De verdad?

Asentí mirándolo pero no tarde mucho en apartar mi mirada, aun me sentía una guarra por todo lo que hicimos y sentía muchísima vergüenza por saber todo lo que le hice pasar.

— Ellie... ¿Qué harás cuando te den alta?

Suspiré jugando con mis manos.

— Me gustaría conocer mejor a mi familia... Mi familia verdadera. Estar un tiempo con ellos. Creo que sería mejor para ti y para mi... Para que pueda pensar un poco.

— Después de ese tiempo... ¿Estarás conmigo?

— No lo sé... C-cuando irás a ver a Ryder.

— Te dejaré después del alta en casa de tu padre, y me iré a Canarias a verlo...

— Después del tiempo... ¿Podré ir?

Dean asintió sonriendo sentándose en una silla y cogiendo mi mano.

Habían pasado unos 10 minutos, seguíamos en silencio. Dean solo acariciaba mi mano y me miraba. Pero no estábamos en un silencio incómodo.

— Ellie.

— ¿Mmmh?

— Tú... Tú me sigues queriendo, ¿Verdad?

Supongo que sí... Pero necesitaba pensar en todo, conocer mi "nueva vida" con mi verdadera familia, lejos de Lukto, y de cualquier persona que haya roto mi paz.

Pero mi corazón se seguía acelerando cada vez que lo recordaba.

El Chico Del LagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora