Rompiendo vínculos

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Los vínculos sociales y emocionales que creamos con las personas con las que nos relacionamos a diario forman una parte importante del desarrollo personal y social de cada individuo. Estos vínculos influyen en nuestras habilidades comunicativas y, en general, son lo que compone nuestra vida social, definiendo de manera significativa cómo pensamos y actuamos ante ciertas situaciones.

No todos los vínculos que sostenemos con las personas nos ayudan; a veces, esos vínculos nos hacen más daño que bien.

Tener un vínculo con alguien es algo muy profundo. No somos capaces de concretar un vínculo con alguien al 100%, aunque, claro, esto es bastante subjetivo. Desde mi punto de vista, un vínculo sano se crea a base de:

° Confianza
° Reciprocidad
° Cuidado mutuo
° Respeto
° Tolerancia
° Empatía
° Comunicación
° Comprensión
° Paciencia

Sobre todo, amor. Creo que si no hay amor como base, no existe realmente un vínculo perfecto. El amor es el vínculo perfecto. Conectar, vincularse y decir que realmente conectamos con alguien son términos que cargan mucho peso y valor.

Nuestra individualidad no brilla con cualquiera, y nuestra alma no sonríe con vínculos rotos.

Romper vínculos es un reto, una decisión voluntaria que conlleva reconocimiento e implementar límites con el objetivo de ponernos como prioridad, por nuestra estabilidad emocional y nuestro desarrollo personal.

¿Te has encontrado experimentando apego hacia un vínculo que no te favorece?

A veces amamos y queremos a personas con las que tenemos vínculos rotos, y sabemos que en algún aspecto de la vida nos hacen daño. Nos resulta tan difícil despegarnos y romper ese vínculo por completo. Así son los apegos.

Pero yo...

Es increíble cómo, con tanta facilidad, puedo sacarte de mi vida y de mi mente.

Y la franqueza está tan arraigada a mi ser que me confronto hasta el punto de hacerme llorar.

Desde mi punto de vista, los vínculos son de esas cosas en la vida que no tienen precio, pero sí un valor, uno muy alto y elevado, hasta el punto en que todos soñamos con alcanzar algún día la satisfacción de crear un vínculo que se sienta real.

A lo largo de mis pocos años, me he apegado a vínculos que rompen mi corazón. He luchado por vínculos que no van en la dirección de ser perfectos, es decir, en la dirección del amor. Y lo cierto es que todos, al menos una vez en la vida, experimentamos esto, y duele, porque nos va rompiendo poco a poco.

O rompes el vínculo, o el vínculo te rompe a ti.

Al analizar el vínculo que necesitamos y queremos, también debemos pensar en cómo es ese vínculo que buscamos, porque alguien, en algún lugar, también quiere algo bonito. No seas del grupo de personas que creen que merecen mucho, pero no tienen mucho que ofrecer.

A quien le doy todo de mí, le demando todo de sí.

Ojos tristes, corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora