🐮😸
Estaba arreglando mis cosas, ya era hora de irme a mi departamento y ver cómo estaba Yoongi. En eso, entró a mi oficina y era nada más y nada menos que Bin. Me sorprendió verlo allí, así que fruncí el ceño.
— ¿Qué haces aquí, Moon? — pregunté, tratando de sonar indiferente.
— Vine a ver a Jimin, pero de paso vine a visitarte a ti también — dijo con una sonrisa amplia y fingida.
— Qué imbécil — murmuré bajo mi respiración, guardando mis cosas — No necesito que me visites, no quiero verte — le dije, tratando de sonar convincente. Pero Bin se limitó a reírse, como si supiera que estaba mintiendo.
— Se que lo dices de la boca para afuera — dijo, con una confianza que me molestaba.
Me sentí incómodo con la presencia de Bin, y más aún con su actitud. No sabía qué quería, pero estaba claro que no se iría hasta que obtuviera lo que buscaba.
— ¿Qué quieres, Bin? — le pregunté, tratando de ir al grano.
— Solo quería charlar un rato — dijo, sentándose en la silla frente a mi escritorio. Pero yo sabía que había algo más detrás de su visita. Algo que no me gustaba.
— No tengo tiempo, así que largo de mi oficina — le dije, señalando la puerta. Pero Bin simplemente sonrió y se levantó de la silla, acercándose lentamente a mí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, me miró directamente a los ojos, su mirada intensa y dominante.
— Tú, mi querido omega, vas a ayudarme en una cosa quieras o no — dijo, agarrando mi mentón con una mano firme.
Me sentí un escalofrío recorrer mi espalda al sentir su tacto, y mi corazón comenzó a latir más rápido.
— ¿Estás loco? — traté de decir, pero mi voz salió temblorosa.
Bin se rió suavemente, su aliento cálido en mi rostro.
— No estoy loco, simplemente sé lo que quiero — dijo, su mirada sin dejar la mía. — Y lo que quiero es que me ayudes con un pequeño problema que tengo.
Me sentí atrapado, sin saber qué hacer. La mano de Bin en mi mentón era firme, pero no dolorosa. Sin embargo, su mirada me hacía sentir como si estuviera en una trampa, sin escapatoria.
— ¿Y-y si no quiero? — traté de sonar firme, pero mi voz temblaba ligeramente.
Bin se rió, su sonrisa cruel y victoriosa — Pues supongo que Jimin se tendrá que enterar que su gran amigo Eunwoo se acostaba con su prometido — dijo, su voz baja y amenazante.
Me quedé impactado, mis ojos abiertos de par en par — Tú no harías eso — le dije, tratando de razonar con él — Además, solo lo hice cuando llegó mi celo y...
Bin me interrumpió — No importa si fue en tu celo o no, lo hiciste y no te importó que fuera el prometido de tu amigo — dijo, su sonrisa cada vez más amplia.
Me sentí atrapado, sin saber qué hacer. Bin tenía el poder de destruir mi amistad con Jimin, y lo sabía.
Me miró fijamente, esperando mi respuesta — ¿Entendido, Eunwoo? — me preguntó, su voz baja y peligrosa.
Me tragué saliva, tratando de pensar en algo, pero mi mente estaba en blanco. Sabía que no podía dejar que Bin hiciera eso, pero tampoco podía negarme a su pedido. Estaba atrapado en una trampa, y no sabía cómo salir.
— Si dices algo, también te irá mal con Jimin — le dije, tratando de advertirle.
Bin simplemente bufó, su expresión despectiva — Créeme que puedo salirme con la mía y dejarte a ti como el peor, pero tranquilo, eso no pasará si me ayudas — dijo, su voz llena de confianza y amenaza.
Me di cuenta de que estaba en una situación difícil, sin saber qué hacer. Bin tenía el poder de destruir mi vida social, y yo no podía permitir que eso sucediera. Así que decidí negociar con él, aunque no me gustaba la idea.
— ¿Qué necesitas que haga? — le pregunté, tratando de sonar calmado.
Bin sonrió, su mirada victoriosa y satisfecha — Quiero que me ayudes a sacar al guardaespaldas de Jimin de mi camino — dijo, su voz baja y misteriosa, llena de intenciones ocultas — Si lo haces, te prometo que no diré nada sobre tu pequeño secreto — agregó, su tono confiado y amenazante.
Me sentí un nudo en el estómago al escuchar sus palabras, sabiendo que estaba metido en algo peligroso y complicado.
— ¿Qué tiene que ver el guardaespaldas de Jimin contigo? — le pregunté, tratando de entender qué estaba pasando.
Bin se encogió de hombros, su sonrisa aún en su rostro — Ese alfa es un problema para mí, y necesito que desaparezca de la vida de Jimin — dijo, su voz fría y calculadora — Y tú vas a ayudarme a hacer que eso suceda.
Me sentí atrapado, sin saber qué hacer. No quería meterme en problemas, pero tampoco quería que Bin revelara mi secreto. Estaba en una situación difícil, y no sabía cómo salir.
— Te estaré llamando, así que más te vale atender mis llamadas — me dijo con una sonrisa confiada, antes de acercarse y darme un beso en los labios. Me sentí incómodo y atrapado, pero no pude hacer nada para evitarlo — Eres el mejor — me dijo, picándome el ojo con un gesto juguetón, antes de separarse de mí y salir de mi oficina con una confianza que me ponía los pelos de punta.
Me quedé allí, sentadome en mi silla, tratando de procesar lo que acababa de suceder. Bin había entrado en mi oficina, me había chantajeado, me había besado y me había dado órdenes. Me sentía como si hubiera perdido el control de la situación, y no sabía cómo recuperarlo. La puerta de mi oficina se cerró detrás de Bin, y me quedé allí, solo, tratando de pensar en mi próximo movimiento.
Tiempo más tarde...
🐥
Había llegado al hospital para ver cómo estaba Jungkook y su madre. Al llegar, subí rápidamente en el ascensor y llegué a la habitación, pero noté que Jungkook no estaba allí. Me sentí un poco confundido y preocupado, ya que esperaba encontrarlo junto a su madre. La habitación estaba en silencio, solo se escuchaba el sonido de los monitores y la respiración débil de su madre. Me acerqué a su cama y vi que estaba profundamente dormida como siempre, pero no había rastro de Jungkook. Me pregunté dónde podría estar y si todo estaba bien.
Decidí preguntar a las enfermeras si sabían dónde estaba Jungkook, pero ninguna parecía saber nada. Empecé a sentirme cada vez más preocupado, ya que no era propio de Jungkook dejar a su madre sola.
Justo cuando estaba a punto de llamarlo a su teléfono, escuché una voz detrás de mí.
— ¿Bin? ¿Qué haces aquí? — me di la vuelta para verlo, y me encontré con su mirada intensa y su sonrisa enigmática. Estaba apoyado en la puerta de la habitación, con los brazos cruzados y una expresión que parecía decir "no te preocupes por mí, estoy aquí por ti".
ESTÁS LEYENDO
𝕾𝖔𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖈𝖑𝖆𝖘𝖘𝖊𝖘 - kookmin
FanfictionEn el corazón de Seúl, dos mundos colisionan cuando Jimin, un omega rico y poderoso, descubre que su destino está ligado a Jungkook, un humilde alfa que lucha por sobrevivir en la zona más pobre de la ciudad. A pesar de las diferencias abismales en...