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Me encontraba con Jungkook en mi oficina, sumido en pensamientos sombríos mientras esperábamos la reunión con el señor Dohyun.

Jungkook se acercó a mí, su mirada llena de preocupación. — ¿Estás bien? — preguntó, su voz suave y reconfortante.

Negué con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta. Jungkook no se lo pensó dos veces, se acercó y me dio un cálido beso en los labios. — Sé que no es fácil — susurró —, pero así lo quiso la madre luna y tu abuelo te cuidará dónde quiera que esté.

Su beso fue como un bálsamo para mi alma, calmó mis nervios y me dio fuerzas para enfrentar lo que se avecinaba. Me sentí agradecido por su apoyo y amor incondicional.

— Gracias, Kook — dije, mi voz un poco más firme.

Jungkook sonrió y se sentó en la silla frente a mi escritorio, su presencia una fuente de tranquilidad en medio de la tormenta. — Estoy aquí para ti, Jimin. Siempre estaré aquí para ti — dijo, su mirada llena de determinación.

Taehyung entró a la oficina, su presencia autoritaria llenando el espacio. — Ya es hora de ir a la sala de juntas, Jimin — dijo, su voz firme pero amable.

Asentí y miré a Jungkook, buscando su apoyo. — ¿Quieres venir conmigo? — le pregunté, mi voz ligeramente temblorosa.

Jungkook asintió sin dudarlo, su mirada llena de determinación. — Por supuesto, Jimin. Estoy aquí para ti.

Taehyung sonrió y se acercó a mí, su mano rozando la mía en un gesto de consuelo. — Excelente. Vamos, entonces.

Salimos de la oficina y nos dirigimos a la sala de juntas, el silencio entre nosotros lleno de tensión. La reunión con el señor Dohyun era una cuestión seria, y todos lo sabíamos.

Al llegar a la sala de juntas, el señor Dohyun ya estaba allí, sentado al final de la mesa. Su mirada era fría y calculadora, y pude sentir una sensación de desafío en el aire.

— Ah, Jimin — dijo, su voz suave pero peligrosa. — Me alegra verte de nuevo.

Mi corazón latía con fuerza, pero Taehyung y Jungkook estaban allí para apoyarme. Asentí, tratando de mantener la calma. — Señor Dohyun — hice una venía — Un gusto tenerlo aquí.

El señor Dohyun sonrió, su rostro arrugado por las arrugas de la edad y la experiencia. — Un gusto volver a verte, muchacho — dijo, su voz profunda y resonante.

Miró a Jungkook, quien se inclinó ligeramente en una venia de respeto. — Jungkook, siempre tan educado — comentó el señor Dohyun, su tono aprobatorio.

Luego, su mirada se desplazó hacia Taehyung, quien se mantenía erguido y tranquilo a mi lado, su expresión seria y atenta. — Y Taehyung, el joven líder — dijo el señor Dohyun, su voz llena de un tono evaluador. — Me alegra ver que estás tomando tus responsabilidades en serio.

Taehyung inclinó ligeramente la cabeza, su mirada fija en el señor Dohyun. — Señor Dohyun — dijo, su voz firme y respetuosa. — Es un placer verlo de nuevo.

El señor Dohyun se recostó en su silla, su mirada fija en mí, su expresión seria y expectante. — Bueno, Jimin — dijo, su voz llena de anticipación. — Supongo que sabes a qué he venido.

Asentí, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. — Sí, señor — dije, mi voz firme. — Hoy cerramos el contrato.

El señor Dohyun asintió, su mirada aún fija en mí. — Excelente — dijo, su voz llena de un tono de expectativa. — Entonces, empecemos.

El señor Dohyun hizo un gesto con su mano, y uno de sus asistentes se acercó con una carpeta llena de documentos. — El contrato está listo — dijo el señor Dohyun, su mirada fija en mí. — Solo necesitamos tu firma para sellar el trato.

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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𝕾𝖔𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖈𝖑𝖆𝖘𝖘𝖊𝖘 - kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora