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🐰🐥.

Estaba regresando a la habitación de mi madre para despedirme de ella, ya que hoy iría a dormir a mi casa para descansar un poco. Mañana, mi madre seguiría luchando por su vida en este hospital, y yo necesitaba estar fuerte para ella.

Al entrar en la habitación, noté que Jimin estaba allí sentado al lado de mi madre, con una expresión seria en su rostro. Mi madre yacía inmóvil en la cama, conectada a máquinas que parecían sostenerla en su estado de coma. 

Jimin notó mi presencia y volteó a verme, su rostro iluminándose con una cálida sonrisa.

— Hola — me dijo tiernamente, mientras se acercaba a mí con pasos silenciosos. Me envolvió en un abrazo cálido y reconfortante, y por un momento, me sentí como si todo fuera a estar bien. — ¿Cómo estás? — me preguntó, su voz suave y preocupada.

Me aparté un poco para mirarlo a los ojos, y vi una profunda empatía en ellos.

— Estoy bien — mentí, tratando de sonreír. Pero Jimin sabía que no era cierto.

Me acarició el brazo con suavidad. — No te preocupes, Jungkook. Estoy aquí para ti y Para tu madre. — Asentí, sintiendo un nudo en la garganta.

— Gracias a Jimin — me sentía un poco menos solo en ese momento.

— Dónde estabas, te estuve buscando por todas partes — me dijo con una mezcla de alivio y preocupación en su voz. — Te llamé varias veces y no me contestaste. Empecé a preocuparme.

— Lo siento — le dije, sintiendo un poco de culpa. — Mi celular se descargó y no tengo el cargador conmigo.

Jimin asintió, comprendiendo. Me miró con ojos tiernos no puede evitar darle un casto beso en la frente.

— No importa, solo me alegra que estés bien. — Sentí un cálido hormigueo en mi.

Me rodeó con sus brazos y me dio un abrazo reconfortante.

— Estoy aquí para ti, Jungkook. Siempre.

Me sentí un poco consolado por sus palabras, pero mi mirada se desvió hacia mi madre en la cama. Y entonces, ocurrió algo que me hizo saltar el corazón. Mi madre movió su mano, solo un poco, pero lo suficiente como para que yo lo notara.

— ¡Jimin! — exclamé, mi voz temblando de emoción. — ¡Mi mamá!.

Jimin se apartó de mí y se acercó a la cama, mirando a mi madre con esperanza.

— Llamaré al doctor — salí corriendo de la habitación.

Un tiempo mas tarde...

— Lo siento, Jungkook — me dijo el doctor, su voz suave pero llena de compasión. — Fue solo un reflejo. No despertó.

Me sentí un golpe en el pecho, como si el aire hubiera sido expulsado de mis pulmones. La esperanza que había surgido en mí se desvaneció, dejándome con un vacío en mi interior. Me acerqué a la cama, mi corazón pesado, y tomé la mano de mi madre. La sentí fría y débil en mis manos, pero la apreté con fuerza, como si eso pudiera hacer que se despertara.

— Está bien — le dije, tratando de sonreír, aunque mi corazón estaba roto. — Estoy aquí para ella, siempre.

Jimin me puso una mano en el hombro, y me sentí un poco consolado por su presencia. Pero en ese momento, solo quería que mi madre se despertara, que volviera a mí.

— Pero es un buen signo — dijo el doctor, tratando de animarme. — Que ella pueda moverse es un indicio de que su cerebro está activo. Pronto despertará. —

𝕾𝖔𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖈𝖑𝖆𝖘𝖘𝖊𝖘 - kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora