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Abrí los ojos, pero la luz me lastimaba. Tenía la cabeza embotada y mi cuerpo me dolía por todos lados. No recordaba nada, solo que estaba en mi casa, llorando y sintiendo que me moría. Pero esto... esto no era mi habitación. Era un hospital. ¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí? Intenté sentarme, pero un dolor agudo me recorrió el pecho y me hizo caer de espaldas.

Una mano me sujetó el hombro, impidiéndome moverme — No te muevas — me dijo una voz suave. Me giré hacia la voz y vi a una enfermera sonriéndome con amabilidad. — Sufriste un shock emocional anoche y por eso estás aquí en el hospital — me explicó. — El golpe que te dije fue muy fuerte.

Asentí, pero seguía muy desorientado.

La enfermera continuó hablando, pero sus palabras me parecían lejanas y confusas. — También, los médicos dicen que tienes una infección grave, producto de que tu marca se ha infectado — me dijo, su voz era suave, pero sus palabras me causaron un impacto.

Llevé mi mano hacia mi marca y estaba cubierta con gasas. Sentí un dolor sordo al tacto y me di cuenta de que la infección debía ser grave.

La enfermera me miró con una expresión seria. — Debo preguntarle — dijo — ¿Dónde está su alfa?.

Miré a la enfermera y negué, sintiendo una sensación de confusión. — Yo no tengo alfa — dije, tratando de entender por qué me hacía esa pregunta.

La enfermera me miró con sorpresa. — Entonces, esa marca que tiene en el cuello... ¿quién se la hizo, señor Min?.

Me toqué la marca cubierta con gasas, sintiendo un dolor sordo otra vez.

— Señor Min, aquí haremos todo lo posible para que su infección no pase a mayores, pero... — la enfermera hizo una pausa, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras — El alfa responsable de esa marca es quien deberá cuidar y curar esa infección. Por lo general, eso es algo que ellos hacen — Me miró con una expresión seria, como si esperara que entendiera algo que yo no entendía.

— ¿Qué quiere decir? — pregunté, sintiendo una sensación de confusión.

— Quiere decir que esa marca en su cuello es una marca de un alfa — explicó la enfermera — Y solo el alfa que se la hizo puede curar la infección.

Me quedé en silencio, tratando de procesar esa información. 

La enfermera pareció notar mi confusión. — No se preocupe, señor Min — dijo, su voz era suave pero firme — Estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Pero es importante que encontremos al alfa responsable de esa marca. Si no, usted podría estar en peligro.

Me miró con una expresión seria, como si el peligro fuera real y cercano. Sentí un escalofrío en la espalda al escuchar sus palabras. ¿En peligro? ¿Qué tipo de peligro? Quería hacer más preguntas, pero la enfermera ya se había dado la vuelta y salía de la habitación.

La puerta se abrió de nuevo y entró un hombre alto y encantador con ojos penetrantes. — Soy el doctor Jung — dijo, su voz era firme y segura — Estoy aquí para ayudarlo, señor Min. Pero necesito que me diga la verdad. ¿Sabe quién le hizo esa marca? Me miró fijamente, como si pudiera ver dentro de mi mente.

— Yo sí creo saber quién fue, Doctor — dijo una voz. Miré a la puerta rápidamente y ahí estaba parado el Omega rubio, su mirada fija en mí con una expresión de determinación.

Me sorprendí al verlo allí, no esperaba que apareciera en ese momento.

— Señor Jimin, ¿Qué hace usted aquí? — dije, tratando de ocultar mi sorpresa.

𝕾𝖔𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖈𝖑𝖆𝖘𝖘𝖊𝖘 - kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora