Capítulo O2

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Pasaron una franja de árboles, el bosque denso se cerraba alrededor de ellos, JiMin aparcó la moto y apagó el motor. El ruido del roce de pantalones llenó los oídos de Jungkook, y se dio la vuelta antes de darse cuenta que eran los suyos. Él todavía se aferraba a JiMin y a su calor, y de mala gana se echó hacia atrás y dejó caer sus brazos. El silencio de la reserva era desconcertante. Las ramas se mecían en el viento, y las hojas crujían. El corazón de Jungkook posiblemente iba a explotar.

─Está bien. No hay nadie más aquí.

─¿Cómo lo sabes?─ Jungkook estiró el cuello hacia atrás y adelante─. Podrían estar aquí también.

─No, puedo escucharlos.

─¿Y si están escondidos?

JiMin pasó la pierna por encima de la moto y se volvió─: ¿Ellos parecen particularmente sigilosos?

─Bueno no. Buen punto. Hablando de esas personas, ¿Qué mierda son? Quiero decir, ¿Qué les pasa? Eran como, como...

JiMin apretó los labios en una línea sombría─: ¿Zombies?

─¡Sí! ¿Cómo demonios?─. Gesticulando con las manos, Jungkook saltó de la moto─. Esto no es... esto no puede. ¡Los zombies no son reales!

─Bueno, no creo que esa gente esté realmente muerta, pero está claramente... infectado con algo.

─¿Cómo? ¿Y con qué?─. Él iba y venía─. A principios de esta noche oí a alguien decir que estaba ocurriendo en Daejeon. Debería haber visto las noticias como todo el mundo. No pensé... Dios. ¿Quizás oíste alguna cosa?

─No─. JiMin se pasó una mano por el cabello grueso. ─Yo estaba en el laboratorio en el sótano con el equipo de edición. No hay servicio celular ahí abajo─. Metió la mano en los bolsillos de la chaqueta─. Mierda. Debo de haber olvidado el teléfono en la escuela de nuevo─. De repente, JiMin se puso tenso, levantó la mano.

Jungkook se quedó inmóvil, escuchando tan fuerte como pudo.

Después de unos segundos, se relajó JiMin─Es sólo un ciervo.

Jungkook entrecerró los ojos en la oscuridad─¿Dónde?─. Susurró─. ¿Lo viste?

─Ahora se ha ido.

─Oh. Está bien─. Jungkook se quedó callado por unos momentos, las ganas de gritar arañaban su cerebro mientras trataba de procesar lo que estaba sucediendo. Él sacó su teléfono del bolsillo. La luz de la pantalla era fuerte, y él parpadeó ante la imagen de bloqueo de pantalla de un océano azul de un verano en la cabaña en Busan, con velas blancas flotando en el horizonte. Él pasó el dedo por la parte inferior de la pantalla e ingresó su código─. Mis padres. Mi mamá me llamó un millón de veces─. Él cliqueó en el número de celular de su madre en la lista de recientes─. Vamos, vamos...─. Contuvo el aliento mientras esperaba a que sonara. No pasó nada─. Vamos. ¡Suena!

─Puede descargarse, Jungkook.

─Sí, pero todavía voy a intentarlo.

─Yo no digo que no.

Jungkook ignoró el destello de irritación y lo intentó de nuevo. Su garganta estaba doliendo más y más, y su cabeza se sentía pesada.

Necesitaba agua. Se desconectó y volvió a intentarlo. Y otra vez.

Cuando un sonido metálico, finalmente, se hizo eco de la línea, él hizo un gesto con la mano libre en el aire.

─¡Está sonando!─. Sonó. Y sonó.

─Hola. Te has comunicado con Jeon SunHee. No estoy disponible, pero le devolveré la llamada tan pronto como pueda. Ten un día precioso.

El sonido familiar de la voz de su madre hizo que Jungkook quisiera acurrucarse en sus brazos y gritar. Respiró profundo.

darkness ✧ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora