Busan quemado.
El humo acre flotaba a baja altura sobre la ciudad en el atardecer como la neblina de la madrugada, y las llamas anaranjadas lamían los edificios altos en el horizonte. Las calles suburbanas rebosaban de infectados, el castañeteo era un estruendo constante que se oía incluso a la distancia.
Jungkook se imaginó su casa de piedra rojiza, y su vieja habitación con los carteles de bandas que había pegado cuando él tenía trece años para poder comerse con los ojos a los miembros de los grupos y sus pantalones ajustados.
─Se han ido todos─ Su voz sonaba extraña a sus propios oídos. Sentado detrás de JiMin en Wannie, escondidos en los árboles, lo suficientemente cerca para ver la destrucción de su casa, pero lo suficiente para mantenerse a salvo. Ambos estaban exhaustos y hambrientos, su ropa sucia. La gastada mochila que encontró en la estación de servicio colgaba de los hombros de Jungkook, la lata de gasolina presionaba contra su cadera.
─Lo siento.
─Deben haberse subido a los botes. Pueden acomodarse como veinte personas en un barco, por lo que puede haber sido una opción para algunos pero no muchos, supongo─. Él parpadeó para contener las lágrimas─. Estoy balbuceando. No pensé... era más fácil cuando estaba en lugares que no conocía.
JiMin amagó bajarse de la moto, probablemente para consolarlo, pero Jungkook negó con la cabeza.
─No, no lo hagas. Estoy bien. Puedo hacer esto. Estoy bien.
JiMin se recostó hacia atrás y apoyó la mano en el muslo de Jungkook de nuevo. Volvió la cabeza y brevemente acarició la mejilla de Jungkook, el roce en su cuello fue áspero pero reconfortante.
Durante una semana sólo encontraron desolación y destrucción, en su camino. Los muertos y los infectados estaban por todas partes, los sobrevivientes eran cada vez menos. Bolsillos aquí y allá. Caravanas hacia el oeste, diciéndoles que den la vuelta. Ahora que Jungkook veía por sí mismo, una parte de él deseaba haber escuchado. Él cuadró los hombros.
─Bueno. Tenemos que seguir adelante.
─¿Estás seguro? Podemos encontrar un lugar para descansar. Esperaremos hasta mañana─ Jungkook se pasó la mano por la nariz.
─No, estamos cerca. Podemos llegar a Nam-Gu esta noche si seguimos adelante. Tengo que hacer esto─. Él miró hacia las ruinas de Busan de nuevo─. Pensé que probablemente estarían bien. Sé que no tiene sentido. Pero creí que Busan sobreviviría. Nunca lo imaginé así. Incluso después de todo lo sucedido. Estúpido, ¿eh?
─No─ JiMin murmuró, con otro apretón de su mano. ─La esperanza no es estúpida.
Jungkook dejó escapar un largo suspiro y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de JiMin.
─Vamos a terminar esto.
Con las luces apagadas, JiMin les condujo a través de los árboles, tomaron el camino costero, más largo, para abandonar Busan y alejarse de los infectados que se sacudían hacia el fuego que iluminaba el cielo nocturno.
Se dirigieron hacia Yeongdo-gu por la autopista en las primeras horas de la mañana, Jungkook casi podía cerrar los ojos e imaginar el lugar.
Casi.
Estaban a inicios de noviembre ahora, y la noche era fría, pero Jungkook aún podía oler la sal familiar en el aire. Condujeron por el lado equivocado de la carretera, que tenía pocos vehículos vacíos obstruyéndola. La gente de hecho había intentado escapar a Yeongdo-gu, y ahora vagaban por aquí con los ojos abultados y bocas manchadas de rojo.
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darkness ✧ jikook
FanfictionEn medio de un apocalipsis zombie, el estudiante de primer año Jeon Jungkook y su atractivo pero irritante profesor, Park JiMin, se ven obligados a unir fuerzas para sobrevivir. Tras un día desastroso que empeora al desatarse un mortal virus que con...