darkness ✧ jikook

Capítulo 19

JongIn rugió y se transformó en hombre lobo, mientras Jungkook tomó a JiMin de la mano. JiMin tropezó, luchando por mantenerse en pie. Cayó de golpe al suelo cuando la mujer infectada agarró la bota y jalaba de la suela de goma.

Jungkook golpeó con el cuchillo contra el rostro del infectado, golpeando el hueso con una sacudida repugnante. Ella se crispó y arañó, y JiMin golpeó con su talón a la nariz de la infectada, haciéndola girar de nuevo en la jaula, donde JongIn atacó con un gruñido salvaje.

Jungkook tiró a JiMin hacia arriba, apoyando tanto peso como pudo. Se tambaleó presionándose contra la pared, congelado con la boca abierta de terror. Yoongi bloqueó la puerta.

─¡Espera! Tenemos que...

─¡Muévete!

─¡Que se vayan!─. Ji-Yeon gritó, alejándose de donde JongIn lidiaba con los infectados, arrancándole la cabeza limpiamente a la mujer, el cuchillo todavía incrustado entre sus ojos─. No vamos a dejar que la infección se propague─. Ella hizo una mueca cuando el infectado hizo un último chillido─. No creo que ellos sean más un problema. Voy a tratar de impedir que vayan tras ustedes.

─¡Gracias!─. Jungkook gritó mientras escapaban y Yoongi cerró la puerta tras ellos.

En el repentino silencio, se tambalearon por el pasillo, a toda velocidad hacia la puerta de la escalera. Jungkook la atravesó y bajó por las escaleras, su hombro protestaba mientras trataba de conseguir un mejor agarre en JiMin.

─Déjame─ JiMin murmuró, tropezando.

─¡Oh, Dios mío, cierra la boca y corre!─. Jungkook metió el hombro bajo el brazo de JiMin y se lanzó por las escaleras, tambaleándose por el peso de JiMin, y el miedo de ser atrapados a cada paso.

En el vestíbulo, MinJu con los rizos rubios y brillante sonrisa miró desde detrás del pulido mostrador de recepción.

─Oye, chicos. ¿Eran ustedes allí abajo? Hay una fuga o algo─. Su sonrisa se desvaneció─. Oh mi Dios mío, ¿qué pasó?

Zigzagueando hasta la puerta principal, Jungkook no se detuvo.

─¿Qué pasó?─. Ella preguntó mientras corría tras ellos.

Se tambalearon en el aire de la noche helada, y Jungkook sacó de su bolsillo las llaves de Wannie. El estacionamiento parecía a un millón de millas de distancia. Sus músculos quemaban, pero sostuvo a JiMin y no dejó de moverse.

─Vamos.

─Él está viniendo. Me quiere─ JiMin dijo entredientes.

Con un gruñido, Jungkook corrió más rápido a través del pavimento. Casi llegaban, casi... Él caminó hasta detenerse y arrastró a JiMin hasta el asiento de la moto.

─Cállate y sube tu culo en la moto.

Jungkook colocó la llave en el encendido y aceleró el motor mientras JiMin envolvía sus brazos alrededor de su cintura. Por el rabillo del ojo Jungkook vio un destello de movimiento, pero aceleró y no miró hacia atrás.

─¡Agárrate!

Se alejaron por el camino sinuoso, y el corazón de Jungkook aporreaba con cada segundo que pasaba, el sudor cubría su cuello y la adrenalina zumbaba a través de él. Necesitaba el faro para ver, pero JongIn sería capaz de detectarlos en la oscuridad, por lo que no importaba. La luz brilló sobre la puerta en la última curva, y un hombre salió de la caseta de guardia. Era Jay, el tipo que vieron por la mañana. Jungkook sopesó sus posibilidades de simplemente atravesar la puerta, pero ésta era demasiado sólida, por lo que frenó.