El amor en su Mafia ( Narcotraficante )

Parte 23

El final del principio 2

Annet Biet

Arcada, tras arcada, tras arcada, perdí la cuenta de cuantas arcadas acabo de tener para que ni lo que aún he desayunado saliera de mi interior, últimamente las náuseas y acides me están matando de una manera inhumana, mi cuerpo da leves espasmos sintiendo otra arcada para continuar vomitando, me inclino al lavamanos para dejar ir todo, cuando de pronto siento unas manos tibias recoger mi cabello suavemente arriba de mi cuello, de reojo visualizo a Massimo tratando de ayudarme para que el vomitar se me haga más fácil. 

Pasados 3 minutos pude tranquilizarme, el vómito ceso completamente, pero ahora me siento vacía, siento hambre y más aún cuando estas comiendo por 2 personas más, observo atentamente a Massimo que me está preparando la tina para meterme y bañarme antes de bajar a desayunar junto con él.

-Listo preciosa, el agua está al punto que te gusta para que puedas darte un baño y bajes a desayunar cariño -Dice suavemente-

Le doy una suave sonrisa mientras me levanto del sofá que tenemos en la habitación y camino hasta el baño, me deshago de la bata de baño que cargaba, viendo mi cuerpo en el espejo del baño, pude notar varias estrías en mi cuerpo, pero sobre todo unos prominentes hematomas regados en mi cuerpo, ocasionados por el embarazo y por suspender el tratamiento de mi enfermedad, suspiro suavemente y alzo la mirada al sentir detrás de mi unos ojos viendo de más, de lo normal. Pude notar la mirada descompuesta de Massimo al ver mi cuerpo, como esta de maltratado, suspiro pesadamente al ver como sale del baño y es ahí cuando entro a la tina para relajarme.  

Bajo hasta el comedor media hora después, ya cambiada y todo para empezar a desayunar, me siento en la otra cabecera del comedor quedando frente a frente de mi marido, que tiene la mirada perdida, consumida en un abismo sin fondo, observo su mano izquierda donde luce el anillo de bodas, sonrío levemente llevando mi mirada a mi mano izquierda donde mi dedo anular que está ausente de mis argollas de matrimonio, suspiro pesadamente viendo la comida frente de mi sintiendo como cierta comida hace que mi estomago se revuelva.

-Ni lo pienses, tienes que comer –Habla seriamente- Luego de todo y lo que no vomitaste ahora, por lo menos tienes que comer algo suave para que no pierdas fuerzas –Dice sin verme a la cara- 

-Como usted ordene señor Salvatore –Suelto secamente-

Veo que no se inmuta por llamarlo señor, antes hasta se molestaba y ofendía por si quiera mencionarle la palabra señor, ignoro mis pensamientos y mis sentimientos hormonales, me dedico a comer lo más suave que se pueda que son tostadas francesas, cereal, fruta y yogurt con avena y la proteína de mi dieta.

Mi comida es interrumpida cuando veo entrar una tipa pelirroja al comedor como juan por su casa, alzo la ceja viendo detalladamente sus movimientos, la muy estúpida lleva una falda arriba de las rodillas, una camisa de manga corta con un gran escote en V en sus pechos, es de piel blanca, llena de bótox y al parecer operada ya que tiene cuerpo de modelo, pero rápido le noto las cirugías, es lógico, soy doctora.

Veo como se le acerca a Massimo en paso sensual con una Tablet en su mano, veo como se sienta a la par de él ignorándome completamente y empiezan a hablar.

-Aquí está todo lo que solicito señor, los datos de la nueva mercancía –Habla sensualmente- Mas tarde puedo enseñarle las fotos del cargamento, si gusta, en su oficina.