Esta historia se basa en el amor entre una joven universitaria de medicina y un mafioso Narcotraficante, el cuál se encontrará en un dilema por equilibrar su vida de Mafioso y Narco con su vida amorosa. Lo cuál no será fácil dado los problemas que a...
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Cirugías
Annet Biet
Abro lentamente los ojos enfocándome y acostumbrándome poco a poco a la luz de la habitación de la habitación de la casa, habia pasado 1 semana desde que sali del hospital donde me dejaron que debo tener reposo por el embarazo de riesgo que tengo ya que no solo es 1 bebe si no que son 2.
Busco a massimo a mi lado osea en su lado de la cama y alzo una ceja al notar que no estaba ahi por lo que miro el reloj de la mesa de noche y noto que son las 8:00 de la mañana en punto lo cual decido levantarme y dirigirme al baño a darme una ducha y cambiarme para bajar a desayunar.
Luego de ducharme y secarme el cuerpo coloco una toalla enrollada en mi cabello y camino hasta el closet para sacar un vestido de tirantes un poco suelto de abajo como con revuelo, justo ahora no quería ponerme nada apretado y como el vestido trae copas para los pechos opto por no ponerme sostén lo cual hará enojar a Massimo. Pero no me importa, ya que no me toma enserio cuando le digo que la enfermera que sugirió el imbécil de mi hermano pasa coqueteándole a mi marido.
Luego de colocarme el vestido cepillo suavemente mi cabello, arreglo un poco mi cara y me hago un fino delineado y dejo húmedo mi cabello, aplico un poco de labial en mis labios de color rojo suave y me dirijo a las escaleras para bajar a la cocina a desayunar con mi marido y la rubia oxigenada porque sí, la maldita es rubia.
Llego al último escalón y camino a la cocina pasando el arco que esta tiene y veo sentado a Massimo en su silla ya desayunando y a la muy perra en mi lugar.
¿¡Espera que!? Que hace esa maldita sentada en mi lugar y peor tocándole el brazo a mi marido y el muy cabron que no le quita la mano. Doy un paso fuerte para que escuchen mi taconazo de las zapatillas de tacón que llevo y ambos voltean a ver Massimo escupe el jugo al verme con el vestido que me llega arriba de las rodillas y como es suelto se me ve un poco corto por mi trasero, pero su mirada furiosa es porque ya se fijó que no llevo sostén.
-Señor se encuentra bien? Le traigo un vaso de agua para que baje el jugo –Le dice la rubia-
-Tranquila Michelle estoy bien sigue comiendo –Michelle? Ha maldito me las pagaras-
-Señora no comera? Debe alimentarse bien por sus hijos ya sabe siempre cuando manteniendo la dieta para ya sabe no engordar mucho –Dice en tono de burla-
La mato por que la mato.
-Si pero para poder comer bien necesito que cierta garrapata albina se quite de mi lugar –Dije-
Observo como Massimo se atraganta con un pedazo de tostada por lo que dije, pero poco me importa si se ahoga el muy imbécil, camino hasta la mesa esperando que la rubia se quite, pero en vez de eso me contesta la muy maldita.
-Yo madrugue y llegue primero –Dice- ademas la mesa es lo suficiente grande para que se siente en otro lugar no? -Escupe-
Explote. Tome la taza de cafe caliente que Massimo se estaba llevando a la boca y se lo tire encima de la cabeza y la sujete del cabello tirando de su cabeza para atras agarrando la tostada que se estaba comiendo con queso y jalapeño y se la embarro en toda la cara aventandola asi mismo al suelo viendola desde arriba.
