Esta historia se basa en el amor entre una joven universitaria de medicina y un mafioso Narcotraficante, el cuál se encontrará en un dilema por equilibrar su vida de Mafioso y Narco con su vida amorosa. Lo cuál no será fácil dado los problemas que a...
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Volver a confiar
Annet Biel
Empezaba a despertar suavemente acostumbrándome a luz de la habitación en la que me encontraba, empecé a sobar suavemente mi cabeza hasta que sentí un dolor en mi brazo lo cual abrí completamente los ojos viendo la aguja intravenosa en mi brazo. Empecé a ver para todos lados, pude notar que me encontraba de nuevo en el hospital, di un largo suspiro tomando el control de la cama subiendo el respaldar para poder sentarme cómodamente, en ese preciso instante la puerta de mi habitación se abrió, adentrándose Massimo por esta.
Voltee mi mirada hacia el viendo como me miraba preocupado y aliviado. Pero su físico decía lo contrario, bajo sus ojos se encontraban notorias ojeras, su cabello desalineado y su barba un poco pasada de días. Lo seguí con la mirada hasta que se colocó en un pequeño sofá que estaba frente mi cama y hablo.
-Debemos hablar -Soltó secamente, lo cual dentro de mi hizo que mi corazón se hiciera pequeño-
-Que desea hablar señor Salvatore? -Solté toscamente mirándolo a los ojos-
-De todo Anne, lo qué pasó en tu universidad, lo que te dijeron, esas fotografías que te lanzaron y sobre todo.. -Hizo una pausa- De nosotros.
Alce la ceja viéndolo directamente, con la mirada cansada y con mi sangre empezando a hervir suspire antes de hablar.
-Para empezar lo qué pasó en mi universidad, lo que me dijeron y sobre las fotos no me importa. Vi lo que tenía que ver, supe lo que debía saber y todo quedó claro y ¿Nosotros? -Dije sarcásticamente- No hay un nosotros, seguiré el trato que dicta la ley sobre esta farsa de matrimonio para luego largarme! -Escupí con odio y resentimiento-
-Anne lo que viste y te dijeron todo es mentira carajo! Sabes que Gianna es una lunática obsesionada por Dios créeme -Decía levantándose de su asiento y caminando hasta quedar frente mi cama- Y si hay un nosotros preciosa, eres mi esposa y lo serás siempre -Expresó posesivamente-
-¿Enserio, una lunática obsesionada? Por Dios no sea tan hipócrita! No recuerda aquellas veces que lo encontré cogiendosela o comiéndosela a besos, antes de casarnos y luego en nuestra maldita fiesta de bodas! Acaso fue mi maldita imaginación DÍGAME! -Dije exaltada levantándome de mi cama viéndolo directamente- No hay un nosotros Massimo eso murió! Entiende de una vez! -Dije cansada sintiendo como mi vía intravenosa se iba llenando de sangre por pararme y moverme bruscamente-
Pude ver cómo agarraba la cama bruscamente y la hacía a un lado haciendo un ruido fuerte, se acercó a mi y me sujeto con fuerza de los brazos.
-Esos fueron unos malditos deslices Anne, antes yo no te quería ahora eres parte de mi vida. Entiende por favor, fue todo un plan de ella yo no la bese! -Decía apretándome- Voy a recuperar tu confianza y tu amor te lo seguro!
