SIETE

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—Pero ya tienes todos los muebles aqui—. Luke dejo la caja que traía consigo sobre un sillón blanco que ocupaba media sala.

—De hecho ya estaban aquí. Lo compré amueblado—.

—¿Si te compraste un depa significa que te quedarás?—. Luke caminaba lentamente por el piso observando el lugar en detalle.
Era grande y espacioso, con un ventanal que ocupaba toda la pared dejando ver una hermosa vista de la ciudad. Los muebles en su mayoría eran modernos y elegantes y no era para menos pues el edificio era relativamente nuevo y estaba ubicado en el centro de la ciudad.

—Volví a casa con la intención de tomarme unas vacaciones bastante prolongadas, solo que note que sería mejor tener mi espacio—. Luke volteo a verlo, Cían estaba de cuclillas en el suelo sacando unas cosas de una caja.

—¿Tiene que ver con lo de la otra noche?—. Cían permaneció inmóvil durante unos segundos antes de centrar su mirada en el pelirrojo.

—En parte. Aunque a decir verdad...—. Se puso de pie y poco a poco acorralo al menor contra uno de los muros de la casa, encerrandolo entre sus brazos.
—Me gustaría pasar más tiempo contigo sin que mi hermana o mis padres abran la puerta de imprevisto—. La nariz de Cían rozaba la de Luke. La cercanía era tanta que el menor no podía mantener la vista elevada pues aquellos ojos azules lo intimidaban hasta tal punto que sintió como sus piernas flaquearon en un momento, momento justo en el que los brazos bien entrenados de Cían lo agarraron por la cintura con firmeza pero a la ves delicadeza pegando su cuerpo por completo al suyo.

—Cían yo...—. Luke no llego a terminar sus palabras, pues Cían impacto sus labios de lleno en los de el aferrándose como si fuera una bestia salvaje y sedienta.

Cían había descubierto que era gay cuando tenia 16 años, momento justo en el que se enamoro perdidamente del primer vocalista de su banda. Sin embargo aquello no salió muy bien. Aunque para la banda si funcionó pues después de ello llegó el vocalista actual y la banda remonto increíblemente bien, sin embargo después de eso aunque no se molestaba en ocultar su orientación sexual, si que se abstenia de demostrar lo que sentía.
Durante su vida había tenido un par de parejas pero nada serio nada que ameritara tomarse con seriedad y en su mayoría con famosos, sin embargo era la primera vez que se sentía tan atraído por alguien, alguien tan normal e imperfecto, alguien como Luke.

La primera vez que lo vio, aquella vez que lo encontró sobre su hermana nisiquiera le importo lo que está estuviera haciendo pues su atención se centro casi por completo en el hombre, en el chico radiante de cabello naranja con el cuerpo lleno de pecas y esos ojos verdes olivo de ensueño y digo casi porque la otra gran parte de su atención estaba centrada en lo que había bajo esas sábanas o almenas en lo que se llegaba a ver.
Cuando Cían le dijo al hombre que si volvía a tocar a su hermana lo dejaría en sillas de ruedas era encerio, tan encerio que deseaba que este la volviera a tocar porque no exactamente lo dejaría en sillas de ruedas debido a una golpiza ¿Si saben a lo que me refiero?.
No obstante desde aquel dia no había podido dejar de pensar en el. Esos ojos verdes aparecían en su mente cada vez que cerraba los suyos y dios como le encantaba, deseaba tenerlo y se maldecía por ello pues en teoría era el novio de su hermana pero luego de los acontecimientos y dada la frialdad y el desinterés con el que la mujer lo trataba no encontró un porqué que le impidiera acercarse.
Su idea inicial era hacerlo poco a poco, ganarse su confianza y partir de ahí, sin embargo cuando el chico se desnudo frente a él ya no pudo, todo ese plan de ir pasó a paso se fue a la mierda con su capacidad de razonar.

Mientras el beso se volvía más y más intenso y el aire se calentaba junto con sus cuerpos, la maldita puerta se abrió. Cían comenzaba a odiar las puertas con toda su alma, mientras que Luke planeaba comenzar a dar tutorias gratis para enseñar a las personas a golpear antes de entrar.

—Mierda...—. Cían golpe la pared tras el chico, apartándose un poco de el. Por su parte Luke había quedado completamente paralizado e inerte en la pared.

—¡Ey pitufo! Traje comida—. Más inerte aún quedó cuando la voz conocida de aquel hombre llegó a sus oídos.

—Doble mierda—. Volvió a decir Cían.

—Oye idiota porque mierda no...—. Cuando llego frente a ellos, sus ojos se movieron confundidos de un lado al otro, pasando de Cian a Luke y de Luke a Cían.
—Tu...¿Tu que haces aquí?—. Miró a Luke con curiosidad, pero el menor no dijo nada, es más parecía completamente ido en sus pensamientos, creyendo que si respiraba su hermano descubriría esa nueva faceta de el en la cual se acostaba con un hombre.

—¿Se conocen?—. Cían señaló al par que no dejaba de mirarse.

—Es mi hermano idiota ¿Tu como lo conoces?—. Gabriel fulmino con la mirada a Cían.

Mil ideas diferentes pasaron por su cabeza aunque si fuera por el le hubiera dicho la verdad, le hubiera dicho que lo había hecho con su hermano menor y que deseaba hacerlo el resto de su vida, pero el rostro del pequeño Luke le reflejaba el miedo que sentía en ese momento, era lógico que no estaba listo para tener esa discusión así que utilizo la respuesta más sencilla y lógica.

—Salía con mi hermana ¿lo olvidas?—. Bufo antes de perderse entre las paredes y caminar hasta el sillón con la bolsa de comida que Gabriel había traído entre sus manos.

—¿Cómo que salías?—. Luke volvió en sí cuando Gabriel lo tomó por los hombros mirándolo directamente a los ojos —¿Han terminado?—. Con un dolor en el pecho Luke asintió.

—Lo engaño—. Grito Cían desde el sillón.

—Oh mierda...—. Murmuró Gabriel.

...

—Yo simplemente no puedo creerlo, digo parecían ir bien. Iban encerio—. Los tres chicos se habían sentado en el sillón excepto Cían este estaba el suelo, justo frente a Luke, mientras su mirada estaba completamente perdida.

—Mi hermana es así—. Se metió un puñado de papas en la boca. —Una zorra—.

—No deberías hablar así de ella—. Cían movió sus hombros indiferente.

—¿Cómo es que ustedes se conocen?¿Porque nunca me dijiste que eras amigo de un famoso?—. Luke finalmente rompió el silencio llamando la atención de los chicos.

—Yo no consideró a este idiota famoso—. Lo empujo con su pie haciendo que el chico quien se había aferrado como un koala al pie de Luke cayera de costado. —Solo es un tonto con talento y suerte que conci en un campamento de esos a los que mamá le encantaba enviarnos—.

—¿El campamento de arte?—. Asintió Gabriel. —¿Y desde entonces son amigos?.—. Ambos asintieron al unison.
—¿Entonces tu sabias que era hermano de Gabriel?—. Esta vez toda la atención de Luke se centro en Cían, quien sentía el terror recorrer su cuerpo mientras los ojos verde del menor lo degollavan vivo.

—Claro que no—. Nego con sus manos exageradamente. —Digo, quizás me lo dijo pero a decir verdad no tengo buena memoria—. Rasco su nunca nervioso.

—Incluso te envié fotos de el ¿Cómo puede ser que no lo recuerdes?—.  Remato Gabriel.

Un momento incómodo pero a la vez divertido se formó en la sala cuando Luke se abalanzó sobre Cían mientras lo golpeaba con una almohada. Gabriel miraba la escena divertido sin perder la oportunidad de tomarles fotos.

—¡YA YA!. Lo siento—. Gritaba Cían entre risas.

—¡Lo siento mis bolas!—. Daba golpes secos y continuos contra su cara, mientras rodeaba su cuerpo entre sus piernas.

—Oh si, esas también...Las siento—. Susurro lo último lo suficientemente fuerte solo para que Luke lo oyera
El menor se tenso sobre el cuerpo de Cian entrecerrados los ojos.

—IDIOTA—. Remato, esta vez con fuerza y sin piedad.

La Puerta A Tu Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora