DIECISEIS

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Al día siguiente Luke tuvo que volver a clases con normalidad a diferencia que ese día algo no andaba bien.
Ni bien puso sus pies dentro del terreno de la escuela todas las miradas parecían estar puestas sobre el. Con cada paso que daba eran cientos de miradas que lo seguían. Entonces lo peor vino a su mente, la idea de que posiblemente su relación con Cían ya habia sido expuesta provoco que se le herizara la piel.
Luke camino con rapidez hasta su salón y fue ahí donde Dave y Susi lo rodearon como si fueran dos toros y el la bandera roja.

—¿Cómo estás?¿te encuentras bien?—. Dave sonaba demasiado exaltado.

—¿Quieres que te compre un chocolate?¿Necesitas mi hombro para llorar?—. Luke lo miro extrañado.

—¿Que sucede?¿Porque actúan así?—. Los amigos se miraron dudosamente sospechoso.
—Desde que llegue todo el mundo me a estado mirado como si fuera un alienigena y dado que incluso ustedes,  par de tontos se comportan asi lo que sucede no debe de ser nada bueno—. La pareja se miró con total preocupación.

—Luke, mi niño. Mi pequeño y naranja amigo. Alguien exparcio el rumor de que Nora intento suicidarse porque se enteró que tienes un romance con su hermano—. Susi dijo en voz baja.
—Un rumor tonto a mí parecer—.bufo mirando con odio a todos a su alrededor.

Dave observaba al pelinaranja con curiosidad y en absoluto silencio, pues noto antes que nadie aquella mirada de culpabilidad que se pintaba en el rostro del chico cada vez que intentaba ocultar algo. El mejor que nadie sabía respecto a la repentina cercania que su mejor amigo había tenido con su ex cuñado. Sin embargo el hecho de imaginar que alguien tan zorra y despreocupada como Nora haya hecho eso solo por Luke le parecía una absoluta estupidez.
Vamos que su amigo era un partidaso. Posiblemnte no había hombre igual, pero aún así conocía muy bien a Nora y no haría algo así, mucho menos cuando ella misma fue quien engaño a su amigo.
Aún así Dave conocía lo suficiente a su amigo como para notar el repentino cambio que hubo en su ordinaria rutina, la cual no salia de jugar videjuegos o intercambiar comentarios respecto a mangas y cómics.
Desde hace un tiempo y desde que Cían había llegado a la ciudad Dave estaba seguro que había perdido a su amigo, pues este llegaba con el mayor y se iba con el, situación que no le parecía para nada normal.
Pero aún así el creia que en todo caso seria el mismo Luke quien tendría que encontrar las agallas para decirle si realmente sucedía algo con el cantante.

—Así que creen que soy el culpable del accidente...—. Susurro Luke con su mirada notoriamente preocupada.

—No tienes que sentirte culpable si no es verdad—. Dijo Dave despreocupado, pero a la vez temeroso en el momento en el que noto como Luke guardaba silencio, como negaba pero a la vez no afirmaba aquella confesión.
—O acaso tu....—. Luke lo miro con un brillo particular en sus ojos.

Fue entonces cuando libero un tanque de oxígeno entero por su nariz y removió sus cabellos naranjas frustrado con toda aquella situación.

—Dudo que Nora haga tal estupidez—. Dijo más despreocupado—Fue ella quien me engaño y quien me demostró en miles de ocaciones que nunca le importe. Entonces ¿Porque tendrían que culparme a mí ahora?—. Ambos chicos observaban a Luke sorprendido.

Sus amigos habían sido testigos del inmenso amor que Luke tenía por Nora, pasaron horas enteras preocupados por el estado emocional en que su amigo se encontraría luego de enterarse del accidente de su gran amor. Creyendo que este llegaría a clases con ojeras del tamaño del infinito pero en vez de eso se sentía como si el la hubiera superado. Como si no le importará para nada, como.si...

—¿Estás saliendo con alguien?—. Pregunto descaradamente Susi, pero para su sorpresa la respuesta a aquella pregunta fue algo que nunca creyeron oír.

—Es verdad—. Sentenció.

—¿Eh?—. Dijeron los amigos al unison.

—Estoy saliendo con Cían Lorren—.

—¡Que!—. Ambos chicos gritaron tan fuerte que probablemente toda la escuela los escucho.

...

Luego de despedirse de Susi, Luke y Dave caminaban en la misma dirección hacia sus casas. El pelinegro parecía bastante perdido en sus pensamientos, algo que preocupo a Luke teniendo en cuenta lo irritante y charlatán que era.

—¿Que sucede?—. Dave miro a Luke quien lo observaba de brazos cruzados.
—Creei que eras más inteligente. Conociéndote supuse que ya lo sabias—.

—Lo sospechaba...—. Luke sonrió mientras miraba el suelo.
—Sin embargo óirlo de tu boca es diferente—.
Caminaban el uno junto al otro, el atardecer estaba sobre ellos mientras una ligera brisa volvía el clima un poco más frío.

—Cada vez que sale de mi boca se siente como si algo dentro de mí se fuera. Como si perdiera peso. Es difícil de explicar—.

—Asumo que asi se siente cuando caes finalmente en el lugar correcto—. Luke lo miro sorprendido.
—Vamos hermano, con Nora vivías preocupado. Decir que te contagio la histeria seria poco. Sin embargo con Cían parece diferente, tu pareces diferente. Pero a su vez tengo una duda...—.

—¿Cuál?—.

—¿Duele mucho?—. Pregunto con total inocencia a lo que Luke se atragantó con su propia saliva.

—Oye eso no se pregunta...—. Tartamudeo mientras la sangre caliente se le subía hasta el rostro, volviéndolo un tomate andante.

—Oh vamos, somos como hermanos—. Insistió.
—Leei por ahí que duele como el infierno, sobre todo si la tiene grande o acaso tu ¿Tu eres el de arriba?—. Su tono de voz cada vez sonaba más emocionado por las respuestas.
—¡No jodas te tiraste a....!—. El pelirrojo le dio en el brazo para que se callara de una vez.

—Deja de hacer preguntas tan vergonzosas infeliz. Además ese no es el punto aquí...—.

—Oh bueno, solo quería que entendieras que no me siento disgustado con esto. Creí que así te haría sentir más cómodo. Parecías muy avergonzado—. Dijo sobando su brazo.

Luke se detuvo un segundo a observar a su amigo quien parecía decir por completo la verdad.
Aquellas preguntas lo habían llevado a un nivel de incomodidad extremo, sin embargo el hecho de que sus verdaderos motivos fueran esos lo dejaron tan tranquilo que no dudo ni por un segundo en abrazar al chico.

—No sabes como me alegra oírlo—. Suspiro aliviado con una sonrisa enorme.

—¿Acaso creíste que te iba a rechazar por ser gay?—. Pregunto devolviendo el abrazo a lo que el chico asintió.
—Eres un idiota. Gay o alienigena siempre serás mi amigo—.

Una sensación de calidez y alivio inundó su pecho. Poco a poco comenzaba a salir de un cascarón del cual jamás creyo tener que salir y con ello un nuevo EL parecía estar floreciendo. Era un proceso extremadamente difícil sobre todo al creer que sería rechazado, sin embargo las personas más importante para el lo apoyaban, le demostraban que estarían junto a él a pesar de todo y eso nunca lo imagino.

—Increíble. Mi amigo sale con una estrella del rock—. Canturro entre los brazos del menor quien no pudo evitar reír como un niño feliz.

La Puerta A Tu Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora