CATORCE

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—Mantenlo sobre tu ojo. Pronto se desinchara—. Dijo la enfermera a lo que Cían asintió.

El mayor no recordaba que Gabriel poseyera tantas fuerza, sin embargo le había dado unos buenos golpes, incluso si no fuera porque Luke intervino lo más probable es que le hubiera corrido la mandíbula de lugar. Pero a pesar de eso el sabía muy bien que se lo merecía, de hecho desde el comienzo el no esperaba otra reacción más que esa.

Gabi sabía perfectamente que Cían era gay y esto nunca le importo, nunca tuvo intenciones de romper una amistad de años por tal tontería, sin embargo en una ocacion cuando eran niño y Cían tuvo la oportunidad de ver desde lejos al peño hermano de Gabriel este le advirtió que si le ponía un dedo encima le rompería todos los dientes y si somos sinceros Cían jamás imagino que volvería a cruzarse con aquel niño, lo último que esperaba era que la vida los cruzara de tal manera de nuevo, o aun peor que se enamoraría de aquel niño pecoso y gordito.

Mientras el peli negro se refregaba la compresa de hielo por todos aquellos moretones que Gabriel le había dejado en el rostro, fuera se podía escuchar una no muy cálida discusión.

—¡Podrías averlo matado!—. Luke estaba en pleno colapso nervioso.

—¡Y a mi que carajos me importa. Ese idiota te corrompió y encima tienes el coraje de defenderlo!—. El mayor de los hermanos estaba aún peor.

—Co-Corrumpio...¿Porque usas esa mierda de palabra? ¿Acaso ahora para ti soy eso?¿Un corrompido?—. Los ojos de Luke se cristalizaron, estaba a punto de partirse en llanto.
Fue entonces cuando Gabriel reacciono y se dio cuenta del impacto de sus palabras, horrorizado por lo que el mismo acababa de decir.

—Yo no quise decir eso—. Intento acercarse pero Luke se apartó rápidamente.
—¿Cómo querías que reaccione?—. Suspiro intentando calmarse
—Te estuve llamando toda la noche para avisarte que la mujer con la que saliste tres años y soñabas casarte esta entre la vida y la muerte. Te vine a hacer compañía porque supuse que debías estar destrozado y acabo encontrándome besandote con el idiota de mi mejor amigo. Lamento no averles tirado flores pero lo último que esperaba era que ese infeliz se te lansara encima y sobre todo lo último que esperaba era que tu calleras de esa manera Luke—. Despeino su cabello notoriamente frustrado.

—¿Entonces me odias?—. Gabriel miró a Luke sorprendido por sus palabras.

—Claro que no. ¿Cómo crees que podría odiarte? Tu no tienes la culpa de que te gusta ese idiota—. Suspiro, tomando las manos de su hermano para mirarlo con seriedad.
—Sin embargo esto no es fácil de digerir, mucho menos lo será para papá y mamá ¿Planeas decirles?—.

Luke no pudo evitar mirar por la puerta de cristal que dividía la habitación de Cían con el pasillo. El mayor estaba sentado en la camilla con la compresa fría en su ojo mientras miraba hacia el pasillo con curiosidad en sus ojos. Fue entonces cuando todas aquellas palabras y promesas revolotearon en su cabeza como mariposas.

—Amo a Cían y es realmente frustrante para mi porque nisiquiera se como reaccionar a ello ¿Crees que es fácil para mi aver querido pasar el resto de mí vida con una mujer, querer formar una familia y de la nada tener sentimientos así de fuertes por un hombre?—. Gabriel miraba sorprendido al menor.
—Tengo miedo a ser juzgado, a ser rechazado a que papá y mamá me odien, pero a la vez no puedo evitar quererle. La simple idea de alejarme de él hace que me duela tanto el pecho que siento que voy a morir—. Luke sujeto con fuerza su pecho. Sus ojos estaban repletos de lágrimas mientras una sonrisa sincera y llena de felicidad emanaba de sus labios.
—Poreso no importa que pase, no importa si me odias o si papá y mamá me odian yo permaneceré junto a Cían—. Gabi asintintio boquiabierto, algo más tranquilo con la confesión de su hermanito.

—Si es lo que quieres, te apoyaré—. Luke miro sorprendido a su hermano mientras este lo sujetaba por los hombros.
—Sin embargo, si ese idiota te lastima te juro que no tendré piedad con el ¿entendido?—. El menor asintió.

—Eso no pasará—. Luke sonaba muy seguro a los ojos de Gabriel.

—Esperemos que no—.

...

—Papá vino a verme. Nora esta fuera de peligro—. Luke suspiro aliviado.

—Eso me alegra mucho —. Cían observaba al pelirrojo notoriamente más aliviado.
—¿Cómo te sientes?¿aun duele?—.

Cían extendió su mano hasta tomar la barbilla del menor entre su mano, este estaba parado frente a el mientras el permanecia sentado en la camilla con sus pies colgando de esta.

—Cada golpe valió la pena—. Planto un corto beso en los labios del menor. —Y  puedo soportar muchos más si es por ti—. Esta vez atrajo al menor el cual cayó sobre el, atónito por el repentino contacto.
—Te amo zorrito—. Pego descaradamente sus labios mientras los movía con necesidad , una necesidad jodidamente asfixiante que no tardó mucho en poseer al menor.

—¿Que haces...?—. Dijo el menor al sentir como las manos de Cían bajaban peligrosamente a su retaguardia.

—Te necesito...—. Ronroneo sin separarse del menor.

—¿¡Estás loco!? ¡Es un hospital!—. Intento apartarlo pero Cían volvía a atraerlo hacia el.

—Entonces vamonos de aquí—. Tambaleándose se puso de pie arrastrando al menor consigo pero ni bien cruzaron la puerta, la mirada de Luke se encontró con alguien sumamente familiar.

—¿A dónde vas con tanta prisa?—. Dijo su madre sin entender la situación.

La Puerta A Tu Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora