𝐕𝓲𝓸𝓵𝓮𝓽 𝐄𝓿𝓮𝓻𝓰𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷 ━━━ 𝐓𝚑𝚎 𝐒𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝 𝐋𝚘𝚟𝚎

Capítulo 34: Tu y Yo Juntos.

"Desde lo ocurrido hace dos días, no he podido comer ni mucho menos dormir, mis dudas y temores que hasta hace poco creía extintas, regresaron como un balde de agua helada.
Quiero perdonarlo, pero algo dentro de mi me dice que no debo hacerlo, que fue su culpa por haber dejado con vida a ese monstruo, pero por otra parte mi corazón me dice que lo haga, que entienda su decisión, el estaba desesperado y no podía desobedecer la última voluntad de nuestro difunto maestro.
Ya no se que pensar o que hacer, esto me sobrepasó completamente. Hoy, es un día en el cual mi aprendizaje termine y una nueva etapa comience, una etapa en solitario...sin Gilbert, el consejo Jedi me ha dado otra oportunidad de completar mis pruebas Jedi. Al principio, acepte sin dudarlo ni un segundo, pero ahora...no voy a mentir, tengo miedo, mucho miedo, incluso mis manos prostéticas me tiemblan de solo pensar en eso, la pluma se me cayó de las manos mas de una vez. ¿En verdad esto es lo que quiero?, ¿De verdad estaré lista para algo tan importante y que cambie mi vida dentro de la orden Jedi?...¿De verdad valdrá la pena...seguir sin el?", Pensaba Violet con angustia y mucho mas que preocupación mientras escribía en su diario personal, no se sentía lista, o bueno, su corazón, agobiado por la situación actual entre ella y su maestro no se sentía listo.

Tras terminar de colocar un punto final en aquel párrafo de texto escrito a mano con tinta negra, Violet dejo descansar la pluma con la que había escrito y tras leer lo que dejó impreso en papel, no pudo evitar que un par de lágrimas salieran rodando por sus mejillas hasta caer en la mesa de madera en frente suyo como dos gotas de lluvia. Dentro suyo sentía unas enormes ganas de quebrarse y llorar como nunca antes, gritar hasta quedarse sin aire, romper todo lo que tuviera en frente, hacer todo lo posible para desahogarse, pero, ¿De que le iba a servir?, desquitarse sería un alivio muy corto.
En ese momento, algo golpeo su pie mientras emitía un par de pitidos, casi preguntándole que, que era lo que le ocurría, y al voltear a ver, se dio cuenta de que se trataba de R3, al verlo un sentimiento de ternura y paz se hizo presente de manera tenue en ella. Con delicadeza coloco una de sus manos sobre el casco del droide Astromecánico acariciándolo suavemente mientras esté seguía emitiendo aquellos pitidos de apoyo hacia su dueña.
-"¿Qué debería hacer R3?, tengo miedo y...no quiero que el se quede solo, pero algo dentro de mi no me deja perdonarlo por...por eso"-, dijo Violet con tristeza en su voz quebradiza mientras acariciaba al droide, el cual por medio de sus pitidos le pregunto si valía la pena estar molesta con Gilbert por algo del pasado, y ella le respondió insegura de sus palabras. -"No lo se..."-, mientras hablaba con R3, un par de golpes en la puerta de su habitación llamaron su atención seguido de la voz de dos mujeres que reconoció al instante. Eran las voces de Cattleya Baudelaire y Sora'Nu quienes bastante preocupadas por no recibir respuesta a sus llamados, una de ellas iba a atreverse a tirar la puerta a abajo de un empujón, pero por suerte, Violet salió a recibirlas dejándolas entrar en su habitación. Sora no tardo en ser la primera en preguntarle que les ocurría a ella y su maestro mientras observaba a la chica directamente a los ojos, esperando encontrar respuesta en éstos en caso de que Violet se negara a contarles.
-"...E-es algo difícil de explicar, es porque"-, trato de decir Violet sin encontrar las palabras correctas para explicar su molestia, le angustiaba de que tal vez no le entendieran, pero todo lo contrario, siendo Cattleya quien completaría lo faltante en las palabras de la chica al decir. -"Gilbert dejo vivir al asesino de su maestro y es por eso que estás molesta...¿No es así?"-, mientras en su semblante ya hacia impreso una mueca de seriedad y angustia mientras sus ojos morados permanecían fijos en la joven Padawan de cabello rubio esperando su confirmación. Violet un poco avergonzada bajo la mirada antes de decir. -"Es correcto..."-, al oír eso, Sora pensó por unos momentos en una posible respuesta, hasta que finalmente dijo casi como un sermón hacia la chica. -"Violet, entiendo que estés molesta, pero si Gilbert tomo esa decisión fue por algo, no puede ser que solo por el pasado ahora ambos se distancie"-, al oír aquellos dichos de la Twi'lek, Violet contesto casi al instante aunque un poco molesta. -"Tal vez tenga razón, pero aún así, ¿Cómo pudo perdonar al monstruo que arruinó mí vida y me quitó todo lo que alguna vez tuve?, si hubiera sido yo habría acabado con el al instante y sin dudarlo"-, y Sora replicó casi al instante al oír a la chica. -"¿Y eso no te rebajaría al mismo lugar que el?, piénsalo Violet, ¿De verdad crees que haberlo matado te daría la paz que tanto quieres?, el pasado es el pasado, y es lo que como Jedis nos enseñan a dejar ir ese pasado...dime, ¿De verdad quieres alejarte de tu maestro para siempre solo por algo del pasado?"-, Violet, aún con la mirada baja, sintió cómo las palabras de Sora'Nu resonaban en su mente. Era cierto que los Jedi debían aprender a dejar ir el pasado, pero el peso de lo ocurrido y el dolor de haber perdido tanto por la decisión de Gilbert eran cargas que no podía soltar tan fácilmente. Sin embargo, en lo profundo de su corazón, sabía que no deseaba distanciarse de él. Se sentía atrapada entre su lealtad a la Orden, su deseo de proteger su propio corazón y aquel sentimiento de desprecio que tanto la envolvía.
Mientras intentaba procesar lo que Sora'Nu le había dicho, Cattleya la miró con ternura y, con una voz calmada, le dijo: -"Violet, he visto cómo has cambiado desde que estás con Gilbert...él te ha ayudado a crecer, y tú lo has ayudado a sanar, no permitas que una sombra del pasado destruya lo que han construido juntos...no estás sola, tienes a muchos que te apoyan, pero esta decisión debe venir de ti. Debes ser quien encuentre la respuesta"-, Violet levantó la mirada y asintió levemente. Sora y Cattleya había sido una figura de apoyo para ella, y aunque sus palabras le daban consuelo, la confusión aún persistía, pero de repente, la puerta de la habitación se abrió y, para sorpresa de todas, Fradóh entró con un semblante serio pero comprensivo, las tres mujeres vieron al longevo Jedi, ahora con una enorme cicatriz cauterizada en la mitad de su rostro que también afecto a su ojo dejándolo totalmente inutilizado.