Luego de 10 años y de haber empezado casi desde cero en su entrenamiento como Jedi ahora bajo la tutela de su nuevo maestro. Violet Evergarden y Gilbert Bougainvillea deberán hacerle frente a una gran y nueva adversidad, una guerra que se desató com...
Eran las 2 de la tarde del onceavo día de campaña en Bociacc y a pesar de la radiante calidez del sol de aquella tarde, un escalofriante frio recorría el cuerpo de la gran mayoría de soldados, en especial de los soldados no clones de la legión 612 cuyos blasters emitían un leve ruido de golpeteo metálico que al unísono generaban un volumen mayor que todos podían escuchar, ese ruido dejaba ver el temblor que sus nervios provocaban y no era para menos, ninguno sabía si iban a volver completos o si quiera vivos.
El general esperaba alguna respuesta por parte de un pequeño grupo de exploración para poder saber si era factible atacar justo en ese momento y para buena suerte de este el grupo de exploración llegó ileso, pero cuyas malas noticias recayeron en la moral de los soldados cuyos miedos no hacían mas que incrementarse. -"Lamento informárselo de forma de forma tan directa General, pero es tal y como usted escucho, el enemigo espera bien armado y listo para defender su último bastión, lo único bueno es que todavía siguen tratando de reparar el muro de bloqueo, pero además de eso tiene a su disposición una veintena de STAPs"-, aquella información dada por el soldado ponían en duda lo planeado por el jedi y por Meinix, pero antes de que el general pudiera decir algo más un fuerte grito de advertencia llamo la atención de todos en la trinchera. -"¡Vehículos enemigos se aproximan a nuestra posición todos cúbranse ahora!"-, y todos los presentes hicieron caso al ver 10 STAPs llegar a gran velocidad hacia ellos mientras un puñado de soldados abría fuego tratando de aniquilar a la mayor cantidad de droides montados en las STAPs que pudieran pudiendo derribar tan solo 3 mientras el resto paso de largo.
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-"Agh...lamento haberlo tirado al suelo general, pero no iba a dejar que fuera alcanzado por un disparo, ¿Se encuentra bien?"-, dijo el soldado clon extendiendo su mano de manera amable y dispuesto a ayudarlo a levantarse del suelo, dicho jedi al levantar su mirada y ver al clon dispuesto a ayudarlo acepto sin dudarlo a la vez que le dio las respectivas gracias. -"Muchas gracias teniente"-, para luego volver su mirada hacia sus tropas quienes la gran mayoría estaban temerosas por ir a luchar, pero Gilbert les dijo de manera seria y demostrando su autoridad como general. -"¡Soldados levántense inmediatamente!"-, al oír la voz de su general Jedi, los soldados obedecieron de forma algo temerosa. Gilbert solo continuo dejando salir un suspiro para luego decirles a todos. -"Se que están agotados por tanto pelear, asustados por temor a morir, con dolor en los huesos de tanto esfuerzo y tristes por la partida de muchos de nuestros camaradas, pero les pido por favor que den su último esfuerzo por esto, nosotros somos la esperanza de este planeta, ustedes son la esperanza de la gente que habita este mundo, se que es mucho pedir, pero se que ustedes podrán dar mucho mas de lo que ya dieron en esta campaña...todos tenemos miedo de morir, pero respóndanme una sola pregunta...¿De verdad se van a rendir justo ahora, y dejarles el terreno libre a esos bastardos para que hagan y deshagan lo que quieran aquí? O ¿Van a salir ahí fuera y van a luchar hasta su último aliento por el bien de este planeta y de su gente junto a mi y junto a todos sus hermanos de armas?"-, tras aquel pequeño discurso del jedi un silencio inundó el lugar hasta que una voz un tanto tímida, pero que denotaba una gran determinación dijo. -"Y-yo voy a luchar señor"-, seguida de otra que dijo. -"Yo también lucharé general"-, luego otro que repetía lo mismo, dispuesto a luchar, luego otro, y otro, y luego todos los soldados tanto clones como los que no lo eran aceptaron luchar a pesar de su miedo, la moral comenzaba a resurgir como fuego en los corazones de la legión, cuyos soldados tomaron sus armas nuevamente y está vez dispuesto a no soltarlas hasta no dar su último aliento en batalla. De entre la eufórica multitud de soldados, la mirada del general se dirigió hacia los brillantes ojos azules de una mujer quien exhibía una leve sonrisa llena de orgullo y de confianza en el, la cual se contagio al Jedi de ojos verdes como dos esmeraldas quien le respondió con la misma sonrisa la cual dejaba ver que este confiaba en aquella chica para lo que iba a venir.
