Deseos cautivos 🔞(Mitsuya Takashi)

Capitulo 32

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Las cosas avanzaron muy rápido, los días pasaron y al parecer las cosas mejoraron.

Me alegro que todo hubiera salido bien con mi madre, pude verla después de que saliera de peligro junto con él bebé, era muy lindo, la visitaba cada que tenía tiempo libre, a ella parecía no molestarle, solo que aún no habían señales de su pareja.

Mitsuya estuvo conmigo algunos días, solamente nos veíamos en la escuela, no pasábamos mucho tiempo por el tiempo de mi madre, pero siempre iba a dejarme con ella y a llevarme a mi casa cuando se lo pidiera, él era más que perfecto.

De hecho, por suerte hoy le habían dado de alta, había sido en la tarde por lo que pude traerla a su casa, dónde creo que se sentía mejor, por suerte las cosas seguían ahí.

Ella estaba sentada en uno de los sillones que tenía mientras cargaba al bebé, se veía bien y eso me hacía sentir mejor.
Pensé que ella debería descansar después de todo la noche ya había caído, quizás eran las 9 de la noche o algo asi, yo fui a la cocina para prepararle algo de comer, en cierta parte me preocupaba dejarla sola en ese estado pero ella aseguro que iba a estar bien además sabía lo que hacía, digo, no teníamos la mejor relación pero por lo menos no me había alejado del todo de ella.

Le hice algo de sopa, mientras picaba un poco de fruta para que pudiera comer mientras tanto.

Mitsuya había quedado de pasar por mi en una media hora por lo que no tenía mucho tiempo.

—Ten— deje el plato con fruta picada en una mesita que ella tenía.

—Gracias— murmuró sin mirarme.

—Mamá...— susurré, creo que lo mejor era preguntar —Tu novio... ¿Por qué no está aquí?— hablé con miedo, sabía que ella ahora ponía por encima de todo a su pareja.

Ella me miró algo molesta, apreté los labios esperando su respuesta.

—No es de tu incumbencia— me miró aún más enojada —Lo mejor será que te vayas, no es necesario que estés aquí, yo puedo sola— su rostro estaba algo serio, sus palabras dolieron pero aún así seguía intentando comprenderla.

—Pero... Él ni si quiera estuvo cuando tuviste al bebé y mucho menos llamo o se apareció para preguntar cómo estabas— hablé rápidamente buscando alguna respuesta concreta.

—¡Vete! Ya no quiero que estés aquí— su voz subió de tono.

Me sentí mal pero lo mejor era hacer lo que ella dijera, no quería que se pusiera mal por mi culpa.

—Si... Lo siento— dije mientras guardaba mis cosas en mi mochila rápidamente.

Me asusté cuando la puerta se abrió, ahí estaba su pareja, pero pude notar que estaba algo raro... ¿Borracho? Mire rápidamente a mi madre quien también lo miró, pero su mirada se suavizó al instante que lo vió... ¿Cómo podía estar feliz viendolo en ese estado? No quería dejarla sola y menos cuando aquel tipo estaba en ese estado.

—¿Que hace ella en mi casa?— él hablo mirándome algo molesto, su actitud era muy diferente a como era cuando estaba mi papá.

—Ella ya se iba cariño... Si quieres siéntate, te haré algo de comer— la voz de mi madre fue mucho más suave y algo miedosa.