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—Me tengo que ir, tengo clase en 10 minutos — me miró —Espero poder seguir hablando contigo — se levantó y se fue.
Me quedé anonadada con el, en parte sabía que estaba mal porque apenas sabía quién era y justamente era el que le gustaba a mi amiga.
Y es que al parecer todo estaba en mi contra porque en cuestión de minutos Jane ya estaba enfrente de mi.
Se notaba que estaba furiosa.
—¿De verdad con él?— hablo enojada —Y yo que pensaba que éramos amigas— se alejo de mi.
Me levanté rápidamente para ir detrás de ella —Jane, espera— la tomé del brazo
—Deja que te explique, el se me acercó—
Se giro —Y tu no pierdes el tiempo, apenas ayer te conté que me gustaba y ahora tu ya te hablas con él —
—No, Jane— musite —Chocamos en la mañana en el pasillo y solo vino a entregarme mi collar que se cayó—
—No seas tonta _______— soltó una risa
—El nunca se podría fijar en alguien como tu— se acercó a mi —Mala amiga—
—¿Yo mala amiga? Solo por un chico? Un chico el cual es irrelevante para ti cuando tú ya tienes pareja, nose que me reclamas a mi, pero ya no quiero saber nada—
Escuché como me gritaba pero no le hice caso y seguí caminando hacia los baños.
—Genial— hable para mí misma.
Había perdido a la única amiga que tenía por algo tonto, nose porque hacía tanto problema por eso.
Si ellos hubieran estado saliendo hubiera entendido la actitud de Jane, pero no eran nada.
Ahora tenía que soportar que ella estuviera en mi mismo salón, conociendo como es ella seguramente ya estaría cambiando la historia y contadoselas a otras personas. Se que suena feo por la manera en la que lo digo pero ya sabía cómo era ella, por un momento pensé que ella sería diferente conmigo porque éramos amigas pero ella también tenía más amigas, al contrario que yo.
Y tal como supuse, algunas ya me estaban mirando de mala manera en cuanto pase por a lado de donde estaba Jane.
Pero lo raro es que solo eran ellas, por que no eran más?
De todas formas ya no importaba.
Al terminar las clases salí, mi madre estaría en casa por sus días de descanso pero seguro saldría con su pareja, no lo conocía, ni si quiera lo mencionaba en la cena.
Estaba perdida en mis pensamientos, otra vez el calor del sol era insoportable. Mi cuerpo caminaba automáticamente hacia mi casa.
A este punto de mi vida le restaba importancia a los problemas que me rodeaban. Ya tenía suficiente con mis padres como para fijarme en otras cosas.
Ellos me exigían que tuviera un rendimiento impecable en la escuela, cosa que yo no podía porque era una alumna promedio, a veces yo misma reconocía lo tonta que llegaba a ser en preguntas tan básicas, y no se diga en la materia de idiomas como lo era inglés, mi cabeza no funcionaba en esas clases, odiaba esa materia.
—¡LUNAAAAA!— escuché un grito y algo que chocó contra mi cuerpo.
O más bien era alguien, una niña pequeña, pude tomarla del brazo antes que se cayera al suelo. Suspiré aliviada ya que no pasó a mayores.
—¿Te encuentras bien?— me agache a la altura de la niña.
La niña no dijo nada y se quedó callada y se sentó en el suelo, mi alma abandonó mi cuerpo pensando que algo le había pasado, y que seguramente la voz que escuché eran de sus padres.
No tuve la valentía de mirar hacia enfrente por el miedo.
—Luna— escuché la voz de otra niña que se acercó.
Apenas ví una sombra enfrente de mi supe que estaba en problemas, aunque podía salir corriendo pero no lo hice.
Alcé la mirada y vaya sorpresa ¿Por qué solo era el?
Mitsuya se quedó mirándome sin decirme alguna palabra y yo tampoco iba a hablar, después de todo yo era una persona muy miedosa.
Nose si sacaron como 2 minutos sin decirnos nada hasta que la niña más pequeña se colgó de la pierna de el buscando que el la cargara.
—Lo siento—murmure —Adios—
Me di la vuelta y seguí caminando, por alguna razón me pareció extraño, pero después de lo que pasó con Jane hoy, ya no quería tener más problemas por Mitsuya.
Y si, lo mejor sería que nunca lo volviera a ver o tan solo llegar a saludarlo.
Camine con prisa hasta que llegue a mi casa, busque las llaves en mi mochila y abrí la puerta.
Al entrar note algo extraño, faltaban cosas, otras estaban fuera de su lugar, por un momento pensé que alguien se entró a la casa pero luego ví una hoja en la mesa del comedor. Me acerque y la tome.
"Soy yo, mamá, me iré de viaje por unos cuantos meses, ya sabes, es trabajo, quise decírtelo en persona pero no te encontré en casa así que me fui.
Te estaré enviando dinero, cuídate mucho.
Atte: Mamá❤️"
Mi mundo se me vino abajo, justo en este momento me llegaban a suceder estás cosas, mis manos temblaron y mi corazón se aceleró, por alguna razón sentí un pequeño vacío en mi, no era que no quisiera a mi madre, claro que la quería. Pero ahora estaba sola, sin mi padre o mi madre.
Pase varias horas pensando en lo sucedido, estaba en mi habitación acostada mirando el techo, la luz de la luna entraba por la ventana que estaba abierta, el frío viento se sentía bien.
Frote mis ojos y bostece, estaba algo cansada, moví mis piernas de un lado a otro y me levanté. Prendí las luces de la casa y fui hacia la cocina a preparar algo de comer.
Había sopa, eso iba a comer, después de todo no me gustaba la cocina.
Me senté en el sofá y prendí el televisor. Cuando acabe de comer deje todo arreglado en la cocina y subí a darme un baño.
Por alguna razón me sentía perdida, nose cuánto tiempo estuve en la ducha dejando que el agua cayera sobre mi cuerpo.
Al salir me puse la ropa de dormir y me asegure que todo estuviera cerrado y con seguro. Finalmente me quedé dormida.
