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Sentía mis lágrimas caer por mis mejillas, no podía evitar esto, caminaba sin sin prestar atención a nada ni a nadie a mi alrededor.
Sentía un nudo enorme en mi, una presión en el pecho, no podía respirar bien y el frío con la nieve no ayudaba en nada, sentía que en cualquier momento mi corazón iba a estallar.
Choque con algo o alguien, era evidente, después de todo no estaba viendo nada a mi alrededor.
Trate de seguir caminando con la mirada en el suelo.
—_______ ¿Te encuentras bien...?— era la voz de Chifuyu —¿Por qué lloras?—
No quise detenerme pero fue imposible porque Chifuyu tomo de mi brazo evitando que me fuera, no quería ver a nadie, quería estar sola... O quizás con Takashi... Mitsuya... Daba lo mismo como lo llamara.
—Hey... ¿Te hicieron algo? ¿Te pegaron?— escuché nuevamente su voz.
A lo cuál tampoco respondí, pero sentí como sus brazos rodearon mi cuerpo, sentí un apretón en mi pecho y me puse más vulnerable, fue inevitable sentirme asi, lo abrace, mis manos apretaron su sueter y comencé a llorar sin consuelo alguno.
Su mano acariciaba mi espalda sin decir nada, mientras yo estaba ahogandome en llanto.
Minutos después me separé de el limpiando rápidamente con mi brazo mi rostro lleno de lágrimas.
—¿Quieres que te acompañe a casa?— pregunto pero me negué —Al menos dime qué te sucedió...— susurro para que pudiera escuchar.
—Mitsuya...— solloze aún limpiando mis lágrimas.
—Oh... ¿Pelearon?— pregunto acariciando mi cabello.
—Me termino... Dijo que tenía a alguien más y que no me amaba— trate de no llorar nuevamente pero por dentro estaba destrozada de tan solo recordar sus palabras.
—¿Mitsuya? Voy a hablar con él... Tranquila—
—No Chifuyu... No tiene caso si él ya no quiere estar conmigo, solo quiero estar sola... Lo mejor es que me vaya— lo mire y el tenía su mirada triste en mi —No le digas nada... No quiero meterte en problemas por asuntos que ya no tienen remedio— finalicé.
No pude quedarme más tiempo y seguido de eso pase por su lado siguiendo mi camino, mis ojos ardían demasiado, la vista la tenía borrosa.
Por suerte en todo el camino no me pasó nada malo aunque ojalá hubiera pasado...
Negué rápidamente por mis pensamientos, llegué a casa y antes de abrir la puerta mire a la casa de mi nana Kyoko, afuera de su casa habían varios autos, eran de sus hijos, ya los reconocía, mire toda la casa decorada con la temática de navidad, las luces y la música, toda casa a mi alrededor estaba así, menos la mia... Eso había dolido, abrí la puerta con las llaves y entre, todo estaba oscuro, prendí la luz y vaya sorpresa, todo lo que había planeado se había arruinado, mire los dulces y un regalo que le había hecho a Mitsuya... El árbol de navidad ni si quiera lo había armado, en mi mente tonta pensaba en armarlo con él, saque mi mano de mi bolsillo, me acerque a la mesa y del coraje tire todo al suelo.
Una hoja cayó al suelo, más bien, era una carta... Mis ojos nuevamente se nublaron por las lágrimas que comenzaron a salir y tome la carta y la rompí en varios pedazos los cuales los dejé tirados en el suelo, de igual manera mire las demás decoraciones que se supone que iban en el árbol y las tire al suelo, se escuchaba como los bombillos rodaban o saltaban hasta que paraban.
Me sentía muy mal, apague la luz y subí rápidamente a mi habitación, me quite toda la ropa y me metí a la ducha, el agua fría cayó en mi cuerpo haciendo que de un brinco, pero después no sentía nada. Salí de mis pensamientos y mejor cerré la llave de agua y tomé una toalla para envolver mi cuerpo mientras con otra secaba un poco mi cabello.
Aún tenía ese sentimiento de tristeza en mi, me cambié y me puse una pijama algo abrigada, no pude más y me acosté en la cama tapándome con las cobijas, mientras abrazaba una de las almohadas y me soltaba en llanto nuevamente.
¿Por qué a mí? Me pregunte a mi misma, cuándo pensé en que por fin había encontrado a alguien diferente y que podría quererme como soy... No, es estúpido, nadie llegaría a quererme.
Dentro de mi pensé que está navidad sería diferente... Pero no lo fue, incluso fue mucho peor, no recibí llamadas ni mensajes de mi padre, mucho menos de mi madre.
Estaba hecha un mar de llanto en la cama, quizás por la abstinencia en mi hizo que mis ojos se cerrarán un poco lo que provocó que me quedara dormida...
[...]
Desperté, sentía los ojos pesados... Ese sentimiento de vacío en mi seguía presente, quizás pensé que esto era un sueño pero no fue así.
No pude estar tranquila, porque en cuanto recordé lo sucedido hizo que volviera a llorar, tan solo recordar lo que me había dicho me lastimaba más, apretaba fuertemente la almohada ahogando mi llanto ahí, podía escucharse claramente por toda la habitación el sonido de mi llanto.
Solamente quería que mi vida mejorará pero parecía que nunca lo iba a hacer.
Claro que no podía estar tranquila, después de todo lo vivido con Mitsuya, incluso estando en mi propia habitación lo recordaba a cada momento, no podía olvidar todo.
Los recuerdos e imágenes vinieron a mi mente, cerré los ojos, y ahí estaba el, las veces que nos quedamos dormidos en mi cama, las veces que solamente hablábamos, cuando éramos felices... Cuando simplemente eramos el y yo. La vez que nos entregamos.
Todo eso hizo que aquel nudo en mi garganta volviera, me senté en la cama apoyando mi espalda en el espaldar, me hice bolita abrazándome a mi misma, mi mirada estaba centrada en la pared blanca que ahora tenía un color celeste por la luz que entraba desde afuera.
Yo de verdad lo amaba... Pensé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas nuevamente.
Que débil era.
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Espero les guste.
Nos vemos en un próximo capítulo ❤️
Disculpen las faltas ortográficas
