Problemas económicos

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Daban, Haru y Copsi miraron con atención al que sería su nuevo compañero.

Era un niño de 11 años, rubio y con una mutación que le daba 7 dedos en cada mano. En ningún momento se presentó, y según comentó Eileen después, tenía miedo de Daban por alguna razón. También que el chico estaba muy triste por algo, pero eso ya lo sabían gracias a que lo oían sollozar por las noches

Simplemente no comentaron nada, porque no eran asuntos suyos y no sabían que decirle, tampoco es que el chico quisiera entablar conversación con ellos ni nada.

En las clases apenas hablaba y siempre estaba tenso.

Las cosas siguieron así hasta la ronda de visita semanal.

El chico se quedó en el aula, y el profesor Sejo se tuvo que acercar a el para decirle que había alguien que quería verle.



Hanato apenas podía procesar lo ocurrido recientemente.

Había fallado el encargo y terminado en el hospital por sobredosis, para luego acabar en un centro de menores por tráfico de drogas.

No había podido cumplir, no iba a recibir el dinero.

Su plan había fracasado, seguramente lo terminarian devolviendo. Otra vez.

Fue haciendose a la idea de que luego volvería al orfanato, y ya nadie querría tener de acogida a un criminal en ciernes bajo su techo.

Pensó que consiguiendo dinero para la operación de su madre de acogida estos no lo devolverían, que por fin podría quedarse a vivir allí para siempre..... Pero no pudo cumplir.

Así que intento hacerse a la idea de que volvía a estar solo de nuevo.

El hecho de que hubiera un miembro de aquella banda que le sobornó para ello lo ponía bastante nervioso, pero no parecía interesarse en el.

La cosa es que el sábado anunciaron la visita semanal para todos ellos.

No le presto mucha atención, concentrándose en sus dibujos cuando uno de los trabajadores se acercó a él y le dijo que EL tenía visita.

Se levantó de golpe, entre emocionado y con el estómago encogido. Habían ido a visitarlo? Porque?

Sin embargo, al entrar al lugar de visita, luego de revisarlos a cada uno, había únicamente un adolescente con peinado de brócoli. Nadie más, lo cual le resultó....extraño, por decir lo menos.

- Tengo noticias - anuncio el adolescente - Daban, la banda en la que estabas ya está disuelta. Todos están encerrados y no saldrán en mucho tiempo -

- Oh. - musitó sorprendido el muchacho - y eso en que.... En que me va a afectar ahora?- pregunta con confusión

- Cuando salgas ya no habrá ninguno de ellos que te pueda amenazar o darte "encargos" de los que hacías antes. No te molestarán más - le dijo con una sonrisa

El chico de doce años asintió con la cabeza, lleno de emociones contradictorias. Por un lado, estaba feliz de aquella noticia, aunque se tuviera que pasar otro par de años aquí dentro.

Por otro lado, eso significa que su competencia, esa banda de supremacistas de peculiaridades, ahora eran los que llevaban todo ahí.

Y sabe con seguridad que eso no es algo bueno para el.

- Pero también van a.... Desmantelar las otras, no?- preguntó con un deje de voz

- Claro, tú tranquilo. Ahora mismo están trabajando en ello para empapelarlos - habló, tratando de darle algo de esperanza.

Luego se volteó a ver al niño rubio.

- me alegra ver que ya estés recuperado - le dijo

- T-tu quién eres? Te..... Conozco?- musitó Hanato confuso

- Ah, verás..... Yo era el estudiante héroe que te llevó al hospital. Por un momento, yo creía que tú.... Bueno, que ibas a...... Ya sabes. Pero me alegra ver que me equivoqué. -

El chico se quedó estático, un poco cohibido y sin saber que decir a continuación, así que simplemente murmuró un gracias y se apartó, cosas que aprovecharon los demás niños para empezar su conversación.

Luego de que terminara la hora y tuvieran que llevarse casi a rastras al pecoso al enfrascarse en una charla Fanboy con Himawari, lo guiaron primero a la sala del personal.

- Ehm..... Hay algo que quieran charlar conmigo?-

- Sí, tenemos que decirte un par de cosas. Primero,nos preguntábamos si podrías volver a hacer tutorías con los niños, contando esto para tus pasantías, claro está -

- Oh. Claro, tendría que consultarlo primero con mi profesor, pero..... No veo que no acepte -

- Estupendo. Hemos notado lo dedicado que eres con los niños, y eso es genial -

- Pero es lo que nos lleva al siguiente punto. Recuerda que ésto es un correccional de menores, así que tienes que saber cuándo aplicar mano dura. Por supuesto dentro de los límites, pero si eres demasiado blando con ellos, podría causar problemas en el futuro -

- No sé preocupe, los castigaré adecuadamente cuando vea que sea necesario - afirmó mientras se ponía a casi noventa grados.

- Muy bien, entonces, eso sería todo. Ya puedes irte.-

- De acuerdo. Gracias, y hasta pronto -

Nada más salir de la sala de profesores, estos respiraron un poco más aliviados.

- Seguro que podemos contar con el como profesor aquí?- preguntó uno de ellos no tan seguro

- es listo, y se ha ganado a los niños. Además, no es que tengamos más opciones. Ni siquiera nos han pagado el sueldo completo aún.- dijo con un tono de queja el otro.

- Yo me preocuparía más por seguir con el empleo. Cada día empiezo a creer más que van a abandonar o cerrar el centro. -

- Ya, nuestra fuente de ingresos es ciertamente más pequeña que la de las cárceles o las de otros centros. Pero creo que es más porque aquí van los más jóvenes y son estadísticamente un porcentaje minúsculo -














Midoriya había vuelto a casa, y estaba cenando en el comedor con su madre cuando por las noticias salió algo que le llamó mucho la atención

- el héroe profesional Yukinao ha sido dado de alta de forma provisional, luego de haber sido agredido por la niña denominada "la sucesora de Stain", la cual hace ya dos semanas fue puesta en un centro de rehabilitación de menores...-

Aquello dejó pensativo a Izuku. Por un lado, se alegraba que el héroe estuviera bien, pero por otro, al adolescente no le paraba de rondar por la cabeza un montón de teorías sobre porque Himawari lo había atacado.

Podría haber sido un ataque al azar? Algunos medios lo pintaban así, pero el no estaba tan seguro. La niña fue directamente a donde se encontraba.

Lo eligió, y la forma sutil en que afirmaba que hubiera hecho algo malo no le dejaba tranquilo.

De haber cometido algún error o algo malo, le hubieran quitado la licencia pensó.

Sin embargo su mente entonces le trajo el recuerdo de su compañero Shoto contando lo que hizo su padre, y como este seguía libre y ejerciendo de héroe.

Definitivamente está noche no iba a poder dormir.



Centro Kawasaki. Rehabilitación y reinserción de menores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora