Este es mi primer libro sobre reacciones de personajes de nanbaka, se que es un anime no muy recordado actualmente pero no puede evitar escribir para que no quede en el olvido.
Por favor entren y disfruten.
(CORRIGIENDO)
los personajes del anime no...
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Jyugo
Jyugo jamás se consideró una persona celosa, ni con su esposa ni con su hija. Siempre había confiado en la bondad de las relaciones que su familia cultivaba, y no había sentido la necesidad de alejar a ningún amigo de su pequeña. Sin embargo, no esperaba que el hijo de su vecina se convirtiera en un compañero tan cercano para su hija.
Esa tarde, mientras disfrutaban de un tranquilo día en el jardín, sus ojos heterocromáticos se abrieron con sorpresa ante la escena que se desarrollaba frente a él. Un niño, pequeño y rubio, se acercaba con una flor en la mano: un tulipán, brillante y colorido. Su hija, con una sonrisa radiante que iluminaba su rostro, recibía el regalo sin percatarse del leve shock que experimentaba su padre.
━━ Amor, tranquilo, solo le está dando una flor. Quizás solo quiere ser su amigo ━━ le susurraste, notando la tensión que se apoderaba de Jyugo.
Tus palabras lo llevaron a reflexionar; tal vez estaba siendo demasiado protector.
━━ Sí, creo que tienes razón... ━━ respondió Jyugo, intentando calmarse mientras observaba la interacción entre los niños.
Una vez que el niño se fue, su pequeña corrió hacia ellos con alegría desbordante.
━━ ¡Papá! ¡Mamá! ¡Oliver me regaló un tulipán! ━━ exclamó N/T/H, levantando la flor hacia el cielo como si fuera un trofeo. Su rostro brillaba de felicidad y sus mejillas estaban sonrojadas por la emoción.
Jyugo no pudo evitar sonreír con cariño al ver lo feliz que estaba su hija. La alegría en sus ojos era contagiosa y le hizo darse cuenta de que quizás tenía razón; no había motivo para preocuparse. Era solo un amigo...¿verdad?
Uno
Ser padre era complicado, pero para Uno significaba ser el caballero de su princesa, su adorada hija. Esta nueva responsabilidad no solo implicaba protegerla de los peligros del mundo, sino también asegurarse de que nadie, ni un chico cualquiera, pudiera entrar en su vida y jugar con sus sentimientos. Era una ironía, considerando su propio pasado de mujeriego; sin embargo, desde que decidió sentar cabeza a tú lado, su prioridad se había transformado en cuidar y amar a ambas: su compañera y su pequeña.
Aquel día soleado en el parque, mientras las risas de los niños resonaban como una melodía alegre en el aire, Uno observaba con atención cada movimiento de su hija. Su corazón se detuvo un instante cuando vio a un niño del parque acercarse tímidamente a N/T/H con una rosa que había encontrado entre los arbustos. La imagen era casi mágica: el pequeño, con una sonrisa nerviosa y llena de inocencia, extendía la flor como si fuera un tesoro invaluable.
