Sonic había perdido la pasión por su sueño, ser el mejor compositor del mundo... pero su vida da un giro cuando es asignado a Shadow y su grupo, quienes le devuelven la pasión que había perdido, pero la vida nunca es perfecta para nadie.
Hola a todos, es un especial por los 7K que tiene la historia ya, estoy muy feliz por la forma en la que han recibido mis historias, yo entiendo que algunas les llamaran más la atención que otras, pero si pueden darle una oportunidad a cada una de ellas, les agredeceria mucho. En fin... Estoy feliz de haber conocido a muchas o muchos de ustedes y queria traerles este pequeño regalo a todos ustedes en esta historia que tiene mayores vistas !!!
Sin más que decirles, espero lo disfruten tanto como yo haciendolo, es el capitulo más largo que he escrito hasta el momento asi que adelante.
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- ¿Dondé demonios están estos dos? - Rouge parecia un huracan por donde iba, estaba molesta porque hoy sería el primer aniversario que festejarian desde que Sonic se integro a la empresa por lo que habían elegido hacer un concierto en respuesta a los fans de Sonic, top 1 en cada revista o noticiero que hacia referencia a la música y no había rastro de ninguno de los dos.
- Tranquila, seguramente van tarde, ya sabes como son - dijo Knuckles que estaba detrás de ella cuidando que no matara a alguien del enojo.
- ¡No me digas que este tranquila! - el equidna solamente atino a quedarse callado, su novia enojada era algo no muy bueno, tenemos 10 minutos para que Sonic se presente o los matare cuando los vea.
Mientras tanto, hace una media hora atrás...
El ambiente en los camerinos era cargado, con luces brillantes que iluminaban los espejos y el eco de los preparativos resonando en el fondo. Sonic se miraba en el espejo, ajustándose la chaqueta con una sonrisa segura. Sabía que esta noche sería un éxito. Su público lo esperaba con ansias, y él estaba listo para darles el espectáculo de su vida.
La puerta se abrió sin previo aviso, y Shadow entró con paso firme. Sus ojos se clavaron en Sonic, observando cada detalle de su figura con una intensidad que podría derretir acero. Shadow no era de los que se dejaban llevar por inseguridades; él sabía que Sonic era suyo, y no necesitaba pruebas de ello. Pero había algo en la forma en que otros miraban a Sonic, en cómo lo deseaban, que despertaba en él un instinto primitivo de posesión.
Se acercó sin decir una palabra, su presencia dominando el espacio. Sonic levantó la mirada para encontrarse con la de Shadow en el espejo, y una sonrisa juguetona apareció en sus labios.
—¿Disfrutando la vista? —bromeó Sonic, pero su voz tenía un toque de desafío.
Shadow no respondió con palabras. En lugar de eso, lo tomó por la cintura y lo giró para enfrentarlo directamente. No había nada que discutir; su mirada lo decía todo. Shadow inclinó la cabeza ligeramente, sus labios a un suspiro de distancia de los de Sonic.
—Recuerda una cosa, Sonic —dijo con voz grave y autoritaria—. No importa cuántos te miren esta noche, todos saben a quién perteneces.
Sonic sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante la firmeza en las palabras de Shadow. No había espacio para dudas o inseguridades en ese tono, solo la certeza de que Shadow lo reclamaba como suyo, y que no permitiría que nadie lo olvidara.
