Ley de Murphy (Hiro Hamada x OC)

Capítulo 14: Megabot, destrúyelo

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Y no fue para nada como ella se lo esperaba. Para empezar, no esperaba que fuera en el fondo de un callejón oscuro lleno de personas que parecían sacados de prisión amontonadas alrededor de dos tipos sentados frente a frente. Y, a diferencia del de su acompañante, los robots que ponían a pelear se veían enserio intimidantes. No por nada esas cosas eran ilegales.

Hiro contempló la escena con nostalgia y quiso avanzar al centro de la acción, pero se detuvo al ver que Kat solo observaba el lugar en shock.

—¿Qué pasa?

—¿Qué hacías aquí metido... a los catorce años? —preguntó atónita.

—Ya lo verás —respondió casualmente con una sonrisa—. Bienvenida al mundo de las peleas robóticas. —dijo para seguir avanzando apenas dándose cuenta de que ella lo seguía, tratando de estar lo más cerca que podía de él. No quería perderlo de vista, solo así se sentía segura.

De alguna forma pudieron llegar para ver la pelea de ese momento en primera fila. Un hombre con un gorro en la cabeza, aparentemente calvo, usaba un robot pintado de negro con líneas amarillas simulando rayos. Tenía brazos enormes con pinzas en los extremos. Peleaba contra otro tipo, que parecía mas fornido y usaba una camiseta sin mangas. Este tenía un robot gris, también con enormes brazos con manos simulando puños. Los robots de ambos parecían imponentes, tenían toda clase de armamento en miniatura que hizo la pelea mas tensa de lo habitual.

La multitud ovacionaba al robot por el que apostaron, hasta que después de tanta tensión, el robot gris terminó hecho pedazos por el negro de rayas amarillas, ocasionando que la multitud enloqueciera.

Después de que anunciaran al ganador, Kat se volvió hacia Hiro.

—Bueno, ¿y ahora qué? —preguntó Kat lo más fuerte que pudo por los gritos a su alrededor.

—Siendo tu primera vez, me parece justo que vivas toda la experiencia. —sugirió sacando al pequeño robot de la bolsa de su suéter sorprendiendo a Kat.

—¿Quieres que use tu robot?

—¿Qué? No —respondió como si fuera lo más obvio—, yo soy quien usará al robot, pero tengo un plan, cuando sea mi turno apostaras a favor del otro, y al siguiente me apostaras a mi.

—¿Por qué estas tan seguro de que ganarás? Sin ofender, pero, ¿ya viste tu robot con el de esos tipos?

—No es la primera vez que hago esto. Tu confía en mí.

Antes de que pudiera acercarse para poder pelear, Kat recibió un choque de hombros que la sacudió lo suficiente para casi hacer que se tropezara. Era obvio que el choque no fue accidental, y por el coraje olvidó el lugar en donde estaba, teniendo el suficiente coraje para defenderse.

—¡Oye, fíjate por donde vas! —gritó sin importarle llamar la atención. Y en un segundo todo el lugar quedó en silencio.

Al escucharla, el tipo volteó su cabeza para verla mejor. Al inicio parecía molesto, pero sonrió burlonamente al ver la apariencia de la chica, con un vestido demasiado elegante para una pelea de bots. Era obvio que no sabía dónde estaba parada, y podría aprovecharse de eso.

—¿Qué? ¿La reina va a venir? —se burló provocando la risa de todos los presentes, excepto la de ella y el pelinegro—. Mira, prefiero no tener que patearle el trasero a tu noviecito, así que váyanse, y agradezcan que estoy siendo generoso.

—«¿Noviecito?» —preguntó Hiro al aire.

—Puedo ganar mis propias peleas, gracias. —contestó Kat cruzando los brazos, desafiando al chico rubio con la mirada.