Checklist || NAMJIN

89 - Los antecedentes secretos y más secretos

Nueve de la noche del lunes en Puerto Rico.

Diez de la mañana del día siguiente en Corea del Sur.

—¿Ya comiste hoy? —Preguntó Cheol, acomodando el celular contra el neceser de Jeonghan, que, en ese momento, se estaba dando un baño—. Yo pedí... mofongo —dijo, leyendo la carta de nuevo—. También pedí carne asada con ensalada verde, por si Jeonghan no quiere experimentar.

—¿Sigue mal del estómago? —Preguntó Yoongi, acomodando el celular contra su azucarero—. Estoy haciendo fideos instantáneos.

—Ya se siente mejor —sonrió—, ¿tú cómo estás?

—Pues... —suspiró, remangando su sudadera, tenía mucho calor, pero sus padres pasaron a verlo hace un rato y no quería dejar a la vista sus vendas, con Cheol en cambio, no tenía que esconderlas—. Estoy siguiendo las indicaciones al pie de la letra —murmuró—, aunque me está costando comer y dormir.

—¿No mejora con los medicamentos? —Yoongi asintió con la cabeza, antes de alejarse de la cámara para revisar sus fideos—. ¿Has hablado con tus amigos?

—No —murmuró sirviendo los fideos y el huevo frito en un plato—. No quiero que lo sepan.

—¿Por qué no?

—Porque no me verían de la misma manera —buscó palillos en uno de los cajones y cuando estuvo listo, regresó a la mesada para que Cheol lo viera—. Ellos no saben toda la historia y preferiría que nunca la sepan.

—¿Te refieres a que no saben que esto ya había pasado? —Yoongi asintió con la cabeza—. ¿No notaron que desapareciste por días?

—La primera vez que ingresé como paciente a un hospital psiquiátrico, tenía quince años, no los conocía —dijo—, los conocí un par de años después y francamente no quería compartir esa parte de mi vida con nadie —agachó la cabeza mezclando los fideos con la yema semi hecha del huevo—. Era la primera vez que tenía una amiga, no quería que Dahyun dejara de hablarme, además, ella también la estaba pasando muy mal, fue sencillo que ella fuera el centro de atención, luego conocimos a los demás y... —se encogió de hombros—, jamás había tenido un grupo de amigos, mis padres estaban muy contentos y yo también, así que empecé a hacer todo lo que ellos querían, pensaba que, si sabían todos los detalles, querrían dejar de ser mis amigos porque me creerían raro o enfermo —murmuró—, creo que siempre han creído que es más fácil de lo que en realidad es.

—¿Te refieres a exponerte?

Yoongi asintió con la cabeza.

—Al principio yo los invitaba a jugar en mi casa, pero luego ellos empezaron a sugerir planes distintos; salir a comer fuera, ir al cine, a algún parque de diversiones, al principio me negaba, hasta que tuve que contarles cómo me sentía, sin dar demasiados detalles —dijo—, en esa época Wooyoung aún no se juntaba con nosotros en persona, así que intentaba utilizar sus mismas excusas, hasta que, eventualmente lo conocimos y ya no me quedaron excusas por gastar y no tuve más opción que ser honesto y en ese momento fue liberador, es decir, ellos no me presionaron, yo prometí que lo intentaría y comenzamos a salir todos juntos —sonrió—, jamás había visto a mis padres tan felices en toda mi vida.

Comió un poco de fideos, mientras intentaba ocultar que sus ojos se habían llenado de lágrimas recordando aquellos momentos que, aunque se sentían muy cerca de su corazón, ya estaban muy lejos.

Jeonghan salió del baño y se colocó ropa cómoda, con la que luego se acostaría a dormir. Estaban en Puerto Rico y durante todo el día esperó el momento de llegar a la habitación del hotel y tumbarse a la cama para descansar. Una vez que estuvo vestido, se acercó a su novio y se inclinó para saludar a Yoongi, quien enseguida le sonrió agitando la mano, ya que tenía la boca llena.