Capítulo 15

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Nota:No lo dije, pero generalmente cuando subo un capitulo lo aviso en mi perfil junto a pequeños datos sobre el capitulo o la historia en si

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Nota:
No lo dije, pero generalmente cuando subo un capitulo lo aviso en mi perfil junto a pequeños datos sobre el capitulo o la historia en si.
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Stitch-gumi

El día había llegado. Satoru no podía seguir posponiendo lo inevitable.

El único problema es el siguiente: ¿cómo le explicas a un niño todo el funcionamiento de la energía maldita siendo un joven sin ningún tipo de preparación didáctica?

Satoru era un hechicero nato, alguien entrenado desde que dio sus primeros pasos y era sorprendentemente bueno realizando actividades en distintas áreas por primera vez.

Ese es el caso. Aquellos que son buenos por naturaleza en todo le es muy difícil explicarlo luego.

Satoru no era la excepción.

Y la cara de Megumi no ayudaba en mucho tampoco.

El niño no se quejó realmente, pero su desagrado fue más que obvio al momento en que Satoru mencionó que debía empezar a conocer las bases de la hechicería. Por supuesto toda la culpa se la adjudicaba a la escuela de hechicería.

—Bien, Megumi. Te enseñaré las bases de la energía maldita y empezarás a practicar. No es tan difícil…

Si. Esto no iba a funcionar.

Megumi escuchó algo de multiplicaciones para una cosa rara de inversa y energía. Pero antes de llegar ahí primero debía dominar su energía maldita y para ello primero debía dominar sus emociones.

Aprovechando que Tsumiki tomaba una siesta Satoru se tomó la libertad de tomar una de sus hojas y dos marcadores. Sobre la hoja con el marcador negro dibujo una persona a la que Megumi pudo distinguir como el mismo, de alguna forma. No había punto medio en el dibujo que sirviera para calificarlo como muy bueno o muy malo. Luego con el marcador rojo pintó gran parte del dibujo.

—Este es el nivel de maldad que debes tener.

El niño le miró confundido.

—La energía maldita nace de las emociones negativas que fluyen naturalmente por el cuerpo— explicó Satoru, repitiendo lo que su maestro le había enseñado. En lo personal a Satoru le incomodaba explicarlo de esa manera pero así lo había aprendido. Si el niño lo entendía o no era otro tema.

Megumi alzó las cejas, sus párpados se levantaron y luego bajaron con lentitud en una expresión pensativa.

—¿Entonces para producir mayor energía maldita debo tener más emociones negativas?

Megumi era un niño listo.

Satoru sonrió grande y orgulloso al lograr con éxito que Megumi entendiera.

—Por supuesto, no podía esperar menos. Después de todo el gran Satoru Gojo si tiene madera de profesor— se elogio asi mismo soltando una serie de carcajadas que fácilmente espantaria a quien lo viera.

—Emociones negativas… producir… emociones…

Una serie de susurros escapó de los labios del niño, pensando y sobre pensando hasta llegar a una conclusión irrevocable.

—Ya entendí— afirmó.

Satoru casi le aplaude para motivarle -y felicitarse- hasta que el niño continuó hablando.

—Mientras más amargado, mayor energía.

Satoru se quedó congelado por unos segundos, procesando las palabras del menor.

¿Eh? ¿Qué?

—Tiene sentido al tratarse de hechiceros normales.

El hombre alzó las manos negando con señas.

—No, Megumi. No es así… lo entendiste mal.

Por supuesto fue ignorado olímpicamente.

—Nadie en su sano juicio puede ser tan feliz para producir energía maldita, solo raritos.

Satoru sintió como si una flecha hubiera atravesado su cabeza, una vena furiosa saltó en su frente.

—¿Acabas de llamarme rarito?

Megumi continuó con su indagación. Satoru intentó corregir aquel error que él mismo plantó al menor pero el menor, terco como el propio hombre se conformó con ello dando por finalizada la clase.

De alguna manera Satoru creyó que tan equivocado no estaba. A fin de cuentas el objetivo era que Megumi aprendiera a generar y con el tiempo controlar su energía maldita lo cual con este método sería más rápido. Además incluso si el niño lo miraba con el ceño fruncido era un gesto con el que se había familiarizado, no había mucha diferencia.

Por supuesto el hombre no fue consciente de que este sería un error con el que tendría que lidiar en el futuro con el Megumi adolescente. Y el adulto Gojo Satoru querría golpear a su yo adolescente por no corregir a tiempo a su pequeño estudiante.

Pero el Satoru adolescente se liberó de toda responsabilidad, ya lo solucionaría en el futuro.

Un día NORMAL en la vida de Gojo Satoru y Megumi FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora