Capítulo 9

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Problemas y más problemas

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Problemas y más problemas.

—Ustedes par de mocosos, tienen suerte de ser niños.

Megumi y Tsumiki estaban arrodillados frente a Satoru con los brazos en alto mientras el hombre los observaba sentado desde la comodidad del sofá con las piernas cruzadas. 

—Sin embargo, Ijichi no corre con la misma suerte.

Al oír estas palabras la cabeza de Megumi se levantó rápido, sus ojos centellearon con la fuerza de un pequeño tigre listo para defender a quien consideraba inocente.

—Ijichi no hizo nada malo.

Por supuesto, estas palabras evocaron en Satoru un disgusto profundo.

—Ijichi es mi propio asistente— fue claro cuando recalcó el ‘mi’. —Si ahora no me dice este tipo de situaciones, peor aún, ir en contra de mis órdenes ¿Qué me asegura que no haga lo mismo en el futuro? 

La incredulidad recorrió el rostro de Megumi, enfrentándose abiertamente a Satoru al ponerse de pie aún sabiendo que no debía hacerlo.

—¿Por qué te preocupas tanto por nosotros? Solo somos una carga para ti.

—No son una carga— respondió Satoru sin más, levantando los hombros al cruzar los brazos sobre su pecho.

—¡Mientes!

Estas palabras tocaron una fibra en el cerebro del hombre. Satoru podía ser muchas cosas, pero nunca un maldito mentiroso. Mucho menos con estos niños.

—Creí dejar en claro mis intenciones.

—Yo no confío.

—Deberías— dijo, con su voz tornándose más grave y autoritaria.

—Los de tu tipo son así— le acusó el niño.

—¿Así como?

—Viles, malvados y mentirosos.

Fue suficiente. Satoru se levantó de su lugar, no tolerando que lo generalizaran en una categoría tan baja como esa. 

Su altura era tal que imponía a cualquiera a retirar sus palabras, pero a Megumi le importaba poco o nada, le mantuvo la mirada con desdén.

Satoru realmente admiraba el valor que tenia a tan corta edad, de verdad, pero en momentos así donde la clara terquedad tan característica del clan Zenin salía a flote no podía evitar recordar los orígenes de este niño.

'Este niño realmente me traerá problemas en el futuro'.

Megumi soltó un gruñido bajo como un pequeño cachorro a punto de atacar, el hombre se inclinó mostrando los dientes en una sonrisa feroz.

Tsumiki desde el fondo balbuceaba palabras intentando calmar al hombre y al niño. Por supuesto fue ignorada abiertamente.

—¿A quién llamas mentiroso, niño? No tienes la más mínima idea de lo que...

Un día NORMAL en la vida de Gojo Satoru y Megumi FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora