Capítulo 3: Mi pequeño koala

3 0 0
                                    

Narra Alex:

Muy contrario a lo que podría llegar a pensar en un primer momento, la normalidad se había encarnado en mi realidad gracias a la buena aceptación que había tenido desde el primer momento de mi llegada. Cambiar radicalmente de espacio vital nunca es una tarea fácil de digerir, pero cuando te topas con las personas indicadas acabas por darte cuenta que tal vez ese era el auténtico círculo que llevabas buscando sin siquiera saberlo.
Este mismo rápido pasar del tiempo fue muy notorio en los siguientes días de Instituto que habían pasado fugazmente cual hoja otoñal. Si tuviera que elegir un día favorito, creo sin duda que sería el martes, ya que tuve el enorme privilegio de llevar a Camila a casa. Desafortunadamente, ya no tuve la posibilidad de hacerlo ya que había sido raptada por una tenaz pelirroja…

                       【Flashback】

Estaba a punto de irme a dormir, cuando noté que mi móvil vibraba, retumbando mi mesilla de noche, notificándome de que había recibido un mensaje: "Taylor acaba de compartirte su ubicación"

Taylor: Ya no tienes ninguna excusa morena. Te espero mañana a las 7:55 en frente de mi portal.

Yo: ¿Tengo más remedio?

Taylor: La verdad es que no. Hasta mañana, ¡chaito!

Yo: Hasta mañana...

Eso fue tan sólo el comienzo de una semana intensa debido a la gran adrenalina que desprendía aquella pelirroja en todos sus arranques y que, por supuesto, me contagiaba. Por suerte para mí, en una de nuestras últimas conversaciones me contó que sus padres le habían regalado una bici nueva, siendo yo misma la especial encargada de convencerla de que debería venirse en ella a partir de ahora. Bastó con decirle que después de un tiempo podría fardar de unas preciosas piernas de modelo, gracias a esa eficaz rutina, para dejar de lado la comodidad de mi vehículo.

Hoy era un sábado sin ningún plan externo. Me encontraba tumbada en mi habitación junto con mi portátil, intentando buscar alguna película interesante que desvaneciese mi enorme aburrimiento En ese mismo instante, mi móvil me notificó varios mensajes, pero todos ellos provenían del mismo grupo: "Surtido de chicas guapas"

                       「En el chat」

Noah: ¡Ey chicas! ¿Os apetece que veamos alguna peli juntas? Llevo toda la tarde aburriéndome.

Taylor: Podías haberme llamado para solucionar eso rápidamente.

Noah: ¡Cállate Tay! No digas esas cosas por aquí...

Taylor: ¿Por qué? Ni que fuera malo estar tumbadas mientras te cuento chistes.

Noah: Oh... ¿te referías a eso?

Taylor: ¿A qué sino?

Noah: ¡A nada!

Asia: Ya empiezan las enamoradas…

Noah: ¡No estamos enamoradas!

Enara: ¿Por qué no? Si hacéis una pareja muy bonita.

Noah: ¡Enara!

Enara: Vale, ya me callo…

Camila: Mejor dejemos esta conversación para después.

Noah: ¡Gracias! Por fin alguien me escucha.

Camila: Es que si nos vamos a ver ahora prefiero ver la escena en persona con unas buenas palomitas.

Noah: ¡CAMILA!

Taylor: Dejad de molestar a la niña, ¿no veis que se estresa muy rápido?

Enara: Awwwww, que adorable.

Noah: No lo estás arreglando mucho…

Yo: Veo que tienes muchas cosas que contarme pelirroja.

Taylor: Lo mismo digo morena. No creas que no me doy cuenta de las cosas…

Yo: ¿A qué te refieres?

Taylor: Tu sabrás

Asia: ¿Podemos dejar el culebrón para luego? Yo quiero ver una peli.

Noah: ¡Es lo que llevo diciendo desde hace media hora!

Asia: Tranquila fiera. ¿Dónde la vemos?

Noah: En mi casa si queréis, ya sabéis que tengo una pantalla de cine para proyectar las películas. Además, mis padres están de viaje de negocios y no volverán hasta mañana.

Yo: Por mi bien.

Taylor: X2

Camila: X3

Asia: X4

Enara: X5

Noah: Perfecto. En mi casa en una hora entonces.

Con eso dio por finalizada la conversación, decidiéndome por una ducha rápida con la que deshacerme de aquel estado estático. Al terminar, me vestí con unos pitillos rojos, una camiseta corta gris y unas deportivas blancas. Opté por ponerme una cazadora de cuero porque había empezado a hacer algo más de frío. Después, salí de mi cuarto y me dirigí al de Celeste para comunicarle todo.

—¿Puedo entrar? —dije tras golpear la puerta dos veces.

—Claro, pasa. —dijo ella.

—Me voy a la casa de una amiga para ver una peli. —le expliqué.

—Vale, pero por casualidad… ¿Estará Camila también? —me preguntó ella.

—Sí, ¿por qué? —le pregunté confusa.

—Simple curiosidad. Lo cierto es que lo adiviné por tu ropa. —me dijo pícaramente.

—¿Qué tiene de malo? —le pregunté aún más confusa.

—Nada, estás muy guapa. —me dijo ella con una sonrisa burlona. Al segundo, mis mejillas se tornaron rosadas.

—¡No me vestí así por ella! Fue… simple coincidencia. —le dije nerviosamente.

—Claro... vete anda, si te das prisa tal vez puedas recoger a tu chica. —me dijo guiñándome un ojo.

—Tienes razón. —le dije con una sonrisa que se borró al instante al darme cuenta de lo que había dicho. —¡Qué no es mi chica! —exclamé aún más sonrojada que antes.

—Lo que tu digas. Nos vemos luego casanovas. —dijo acercándose a mí para darme un beso en la mejilla.

Después, baje las escaleras, cogí mis llaves y me precipite por la puerta. Ya abajo agarré mi móvil y busqué el contacto de Camila.

                       「En el chat」

Yo: ¿Sigues en tu casa?

Camila: Estaba a punto de salir. ¿Por qué?

Yo: ¿Puedo pasar a buscarte?

Camila: Claro, ya sabes donde vivo.

Yo: Genial, dame unos minutos.

Par de ojos azulones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora