Capítulo 14: ¿Miriam?

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Narra Alex:

Los días restantes de vacaciones volaron fugazmente, llegando al último día de libertad antes de volver a la rutina. Era casi mediodía y me encontraba dando un paseo en skate junto con Taylor.

—¡Wow gemela! ¿Dónde aprendiste a hacer eso? —me preguntó una Taylor asombrada después de verme hacer un truco.

—Digamos que lo que ocurre en el pueblo, se queda en el pueblo. —contesté soltando una carcajada.

—Eso da mucho que pensar…—dijo Taylor con una sonrisa burlona. —Yo aprendí de pequeña, en mi anterior barrio. Por esa época se pusieron de moda y yo no iba a ser menos claramente. —concluyó con aires de superioridad.

—Como no, la reina no puede ir sin corona por la vida, ¿verdad? —pregunté mirándola de reojo.

—Verdad. —afirmó ella riendo. —Si estuviera Noah aquí me pegaría por abusar de mi ego. —afirmó de nuevo.

—Para nada, si estuviera aquí ni siquiera abusarías de tu ego. —empecé a decir. —O al menos no demasiado. —concluí.

—Cierto, por más que me guste verla enfadada, prefiero ahorrarme sus derechazos. —dijo ella señalando su cara mientras nos reíamos.

—Te entiendo, Camila tiene esa misma cualidad. —dije asintiendo.

—Menos mal que no van a boxeo o algo de eso. —dijo Taylor aliviada. —Oh, un segundo, me está llamando alguien. —dijo ella deteniendo nuestra marcha. —Es Noah. —volvió a decir con una sonrisa antes de descolgar la llamada. —¿Sí? estoy dando una vuelta con Alex, ¿por? —preguntó extrañada. —Bueno, a ver, si me lo pides así… paso por mi casa a cambiarme y voy, ¿vale? Te quiero, chao. —dijo por último antes de colgar.

—Por lo visto tu chica te reclama. —dije con una sonrisa pícara.

—Eso parece, gemela. —afirmó Taylor. —Podrías aprovechar para hacerle una visita a la tuya. —dijo codeando mi costado.

—Me gustaría, pero no sé si a ella le haría ilusión. Estos días no nos hemos visto demasiado y las veces que hemos hablado sólo ha aprovechado para contarme lo “maravillosa” que es Miriam. —le dije con descontento a Taylor, quien ya estaba al corriente sobre aquella chica.

—Tal vez deberías hablar con ella si te molesta tanto. Estoy segura de que para Cami es una simple amiga con la que ha hecho muy buenas migas, nada más. —dijo Taylor tratando de consolarme.

—Es que tampoco quiero decirle que me molesta, porque tiene todo el derecho del mundo de hablar con quién ella quiera. —dije encogiéndome de hombros. —Pero tienes razón, estoy exagerando demasiado. —dije finalmente dejando escapar un suspiro.

En ese momento, mi móvil vibró. Era una notificación de Camila en una red social que indicaba que había publicado una nueva foto. Al pincharla me quede completamente de piedra. La imagen mostraba a Camila junto con Miriam mientras ambas sonreían.

—¿Qué pasa? —preguntó Taylor extraña, acercándose para observar la pantalla. —¿Lo ves? Se nota de lejos que son simples amigas. —dijo Taylor simplemente.

—Tay, es la chica de la que te hablé, la primera con la que realmente me di cuenta de que también me gustaban las chicas. —logré pronunciar.

—¿¡Qué!? ¿Lo dices en serio o estoy alucinando por el exceso de deporte? —asentí frenéticamente. —Pero… ¿Cómo? —preguntó desconcertada al igual que yo.

—No lo sé, pensaba que seguía en Almería. —contesté escogiéndome de hombros.

—Bueno, no tienes por qué preocuparte, a ti ella ya no te interesa como tal, ¿no? —concluyó Taylor posando una mano en mi hombro.

Par de ojos azulones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora