Detengase:
“¿Cómo alguien puede asesinar sin parpadear y disfrutar tal acto repudiable? Él lo hace”.
Evalys de la granja Dunkh llegó a King's Landing una mañana soleada y no quiso regresar jamás a su granja, tuvo un sentimiento de estar en el lugar correcto, está ciudad es tan nueva y aún así huele un poco a mierda, eso no le quita lo hermosa. En su mente juró: «Tendré mi lugar aquí, un nombre, aquí en King's Landing viviré a partir de hoy».
Para su buena suerte fue enviada por un camino diferente al de las otras muchachas, ella fue a parar en una sección muy importante para el mantenimiento lo cual la puso muy feliz, siempre puede empezar desde cero otra vez, ahora sin que nadie la acuse de estar embrujada y que la quemen viva para romper el conjuro. Cuando conoció a Laysa Ríos y Lilla de bravos solo pudo pensar que le tocó buena compañía, ambas también sobrepasaron la edad casadera y ahora se dedican a servir a sus amos, no la miraron extrañadas o con ningún otra intención más que hacer un trabajo en conjunto, ellas tienen su misma ambición: Escalar como servidumbre, no hay tiempo para acosar sin motivo.
También hay algo muy agradable, todas las mañanas escucha el cántico de las aves, el patio del castillo está repleto de esas pequeñas criaturas emplumadas.
«Aunque no pueda tocarlas», se dice que esas aves eran las favoritas de la difunta reina Rhaenys y que su esposo trajo una gran cantidad para que poblen sus árboles, a su hijo también le gustan mucho. Si toca sin cuidado podría perder la mano, nadie se atreve a molestar a esas aves. Aunque, claro, los animales no entienden que no se pueden acercar por su propia cuenta.
Ama los pajarillos que se posan en el ventanal que da a la torre, mientras restrega las infinitas cortinas del palacio puede verlos, con su ropa también mojada y las mangas arremangadas los observó.
—Apurate —le dijo Laysa a su lado con las manos en la cubeta, ambas son encargadas de las telas del palacio, todos los días lavan grandes extensiones.
“La reina Visenya es una mujer quisquillosa”, no permite una sola mancha, un solo rasgon o siquiera ver a las sirvientas por los pasillos, sus días como encargadas de cortinas y tapices es un asunto delicado, lujos que solo puede darse una reina, se comenta que también tiene un encargado para pulir sus botas.
Es una vida en las sombras únicamente dedicada al cuidado de objetos para hacer felices a sus señores, algunos podrán creer que es patético pero Evalys está feliz de poder trabajar duro todos los días hasta tal vez, solo tal vez, algún día ascender, «sí, ser encargada de los faroles, nodriza, o cuidando de los vestidos de la reina o futura princesa», de solo pensarlo le agradó mucho. Considerando que salió de una granja donde su mayor logro fue liberar una gallina la cual ya no podía poner huevos y la harían caldo, acción por la que el viejo Dunkh la apaleó con su bastón, no está tan mal aquí.
«El mundo es grande», trabaja duro y podrás alcanzarlo, esa estrella en lo alto es la seguridad y dignidad humana que algún día tendrá.
Su plan de vida marchaba a la perfección, de su habitación al cuarto de lavado y del cuarto de lavado a su habitación, no gastó en pequeñeces como ropa nueva o comida más de la esencial para sobrevivir, poco a poco fue avanzando hasta poder conseguir una buena amistad con el encargado, quizás no es amistad sino que este primero pudo ver la dedicación y hambre de progreso que llevaba la joven.
El hombre encargado de administrar a los sirvientes, uno de ellos en realidad, es un tipo alto y delgado llamado “Want”, así le dicen todos, se rumorea que es un “traga espadas”, cosa que a Evalys no le importa en lo más mínimo, es más, le da cierta seguridad para confiar en que no le pedirá realizar actos indecorosos para subir en la escalera del servicio real.
—Ve por jabón.
—No, ve por jabón tú.
Se pelaron Laysa y Lilla, Evalys no quería oír gritos y se levantó con el saco para traer la barra de la habitación trasera, no le importa hacerlo, mientras más pueda hacer más chance tendrá de salir de allí.
El jabón se elabora en una habitación donde se hierve la grasa animal muy lejos del castillo pues el humo molesta la nariz sensible de algunas nobles damas y cabelleros, es un aroma fuerte pero no insoportable según ella.
Golpeó la puerta y apenas esta se abrió el pavor la golpeó en la cara, cerró los ojos un segundo para tener a un muchacho frente suyo de un momento a otro.
—¿Jabón? —preguntó el joven, tenía un rostro sucio y con varias marcas de quemaduras, agradeció el no haber empezado en la habitación de la grasa o los desperdicios naturales.
—Sí —respondió, tan rápido y diligente él puso al instante una bolsa en sus manos —. Gracias.
Salió de la habitación a paso calmado, cruzó la puerta para atravesar el jardín cuando escuchó gritar al joven sucio: “¡Me llamo Godfrey!”, Evalys volteó para hacer entender que lo escuchó.
“Evalys”, respondió y siguió su camino, el joven volvió a su deber de igual manera pero con una sonrisa nerviosa adornando su rostro.
Mientras atravesó el jardín con la bolsa en sus manos un chillido hizo que se detuviera en seco, giró a los costados buscando el origen pero no había nada.
«El establo», se dijo dejando la bolsa a un costado, caminó cautelosa sin poder creer que estaba por romper una regla: Nunca meterse en lugares prohibidos. Pero el chillido del animal fue tan lamentable que no pudo evitarlo. Vio por una apertura hacia dentro y su sangre se heló, sus manos se movieron más rápido que su mente al abrir la puerta y pararse en la puerta.—¡Detengase! —gritó sin pensarlo, la escena era horrible: el ave pidiendo piedad, chillando adolorida, mientras un joven vestido con un traje negro lo apuñalaba volviéndo al animal solo trozos que se retuercen.
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¿Listxs para ver al mayor tóxico del mundo?
Es como si Oscar y Benjicot hubiera tenido una cria= Psicópata y alucin.
Aclaro que esta es una historia que va súper rápido y no se detiene a explicar lo que ocurre con los Targaryen ni nada (en parte porque a Evalys-desde quien se relata- no le importan, solo le interesan las cortinas y quiénes son sus compañeros)
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La sirvienta del Príncipe Maegor (Maegor Targaryen)
Fanfiction"Si tan solo pudiera mostrarle todo mi enojo, mi príncipe... Realmente lo desprecio". La niña que nació con una maldición: El rostro congelado, no puede llorar o sonreír. Evalys Dunkh, una pequeña muchacha traída de las tierras del dominio para ser...