Al norte

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Al norte:

—¡Lillia! —se escuchó el grito y la joven de negros cabellos y rostro tan decaído como deprimente avanzó en la caravana —. Luego de cruzar por el cruce de los Frey termina el recorrido.

La joven llamada Lillia asintió, hace unas semanas había dejado el castillo de King's Landing alejándose de aquel joven príncipe que la aterra en las noches, creyó que lo iba a olvidar solo apartándose pero ahora incluso en sus pesadillas la persigue.

Su nombre es Evalys Dunkh, no puede usar su verdadero nombre pues no quiere dejar nada de lo fue, su vida no tiene por qué terminar aquí, puede continuar esforzándose hasta que un día Evalys la puta del príncipe Maegor desaparezca de su memoria.

«Desde hoy me llamaré Lillia Rivers, nací en Aguasdulces y jamás estuve en King's Landing», es una promesa hecha a sí misma.

Cuando llegó a Winterfell tuvo muchos problemas hasta poder encontrar un trabajo cuidando ancianos en un hospicio, agradeció a los cielos está nueva oportunidad de vida.

Winterfell es un lugar frío, no sabe por qué eligió este camino, quizás fue por el dicho: Los dragones odian el frío.

Aunque no cree que él realmente la busque, solo será una mala mancha en el corazón de la cual se olvidará en algún momento, un príncipe puede tener mil amantes en una vida.

Una docena de bastardos y una centena de putas, al finalizar el invierno y con la llegada de la primavera un niño de ojos violetas claros y blancos cabellos nació en una habitación cálida del hospicio.

Lejos del frío de invernalia, en la ciudad de King's Landing el castillo quedó en sepulcro.

La misma reina Visenya tenía un humor oscuro ese día, pronto su hijo desposara a la muchacha del dominio trayendo a su casa un apoyo monetario significativo y él parecía ido de la situación.

—¿Qué ocurre hijo? —insistió la mujer, su trenza caía por su hombro y apuñaló su carne en el plato con el cuchillo en su mano —. Habla —ordenó.

El segundo príncipe lucía unas ojeras marcadas, su ropa estaba un poco suelta y su cabello desalineado, en el salón no hubo quien hable, únicamente la reina interrogó a su distante hijo.

El joven se negó a hablar y probar bocado, sus ojos violáceos intensos no parecían concentrados sino perdidos.

Una luna después del suceso el príncipe Maegor desposó lady Hightower en una ceremonia donde el septo supremo estuvo presente dándoles su bendición y fortificando el lazo entre la corona y la fe.

El príncipe es más joven que Lady Hightower, aún así se mostró muy apasionado en el encantamiento rompiendo el vestido de bodas y tirando de la falda de la joven sin haber llegado al lecho, contra la puerta y con todos observando la embistió sin pudor alguno.

“Anoche cree un heredero” , se había jactado a la mañana siguiente, la reina se sintió un poco en calma al ver a su hijo más animado, otro asunto fue el nacimiento del hijo del príncipe Aenys aunque de ellos nunca se preocuparon mucho.

Más importante era alentar al príncipe Maegor a reclamar un dragón, madre e hijo tenían sus pensamientos claros al respecto: “Aguarda”, solo hay un dragón digno de su hijo y aunque le duela a ella como esposa también debe pensar como madre.

El rey Aegon el conquistador murió no mucho después de conocer a su dos nietos, en su cama y rodeado de quienes amó en vida.

“No se vayan sin mí, esperenme”, le había murmurado al cuerpo sin vida antes de la cremación.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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La sirvienta del Príncipe Maegor (Maegor Targaryen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora