Mala reputación

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Mala reputación:

“He conseguido todo con esfuerzo”.

—¿De nuevo a los baños? —Irrumpió en su camino Lilla, Evalys no quiso tener un sabor desagradable y solo la rodeó.

—Las calladas son las peores —se oyó a otra muchacha comentar, entre ellas crearon un círculo.

El príncipe Maegor adquirió la costumbre de visitar los baños todos primeros días luego de regresar de un entrenamiento pesado, Evalys podía saberlo por su ropa sucia y su cabello terroso.

Tendía a pedir cosas simples como lavarle la espalda, masajear sus músculos tensos por el entrenamiento o a veces sus pantorrillas cansadas de tanto andar, pero su petición fue excesiva está vez.

Ven aquí y chúpame el pene”, tiró sin pena alguna, se acomodó en su lugar esperando la atención.

«Chupar su pene», Evalys quedó quieta unos minutos mientras él seguía esperando, de pronto el lanzó un: “¿Por qué no empiezas? No tengo todo el día”.

—No llego —respondió, hubo un silencio y él abrió sus ojos sorprendido, Evalys se inclinó para demostrar su punto, la madera le impide llegar, la traba en la cintura el tope de la tina.

Si el príncipe desea una mamada tendrá que pararse o desistir, no hay otra opción, ¿meterse con él a la tina? Eso es por completo inapropiado, una sirvienta no puede siquiera usar la misma agua de baño que su señor.

El príncipe quedó un segundo perdido y luego se echó hacia atrás dando una carcajada, su voz llenó la habitación de baño.

—¡No llegas a chuparme el pene! —exclamó, las lágrimas se asomaron por sus ojos de tanto reír.

Extendió su mano y en un tirón bruto que golpeó todo el cuerpo de la joven, Evalys cayó al agua casi de cara, la fuerza del príncipe no es pequeña, arrastró a la sirvienta para que se suba encima suyo.

Con la ropa totalmente mojada y sus costillas adoloridas por el golpe, Evalys se acomodó en ese lugar sintiendo la desnudez del joven, no tiene vergüenza sino orgullo de su cuerpo bien entrenado aunque aún prematuro.

«Los nobles toman lo que quieren», lo que desean, el precio aún es muy bajo considerando que le está pidiendo lamer sus partes íntimas.

¿Y cuál es su pago? Ninguno, tener el honor de probar su verga. Así razona este joven, actúa como si le estuviera haciendo un favor.

Tragó en seco y sujetando sus costillas adoloridas bajó por el vientre plano y con músculos tiernos y marcados, muy joven para tener este tipo de actitud promiscua, es precoz en los asuntos de placer.

—Vamos, vamos —animó embistiendo al agua dando a entender que tendrá que tragar agua además de su semen, Evalys aflojó su mandíbula y descendió tomando aire para poder bajar hasta donde lo que conoce con sus manos ahora debe conocer con la lengua.

Es realmente difícil por no decir imposible, si intenta abrir la boca para probar la verga ya hinchada entonces el agua se cuela por la boca ahogandola, rápidamente sujetó la extensión y la metió intentando tragar la menor cantidad de agua posible.

Atrapó la cabeza redonda haciendo un espacio con la lengua, lo acunó con gentileza, es un pene muy agradable al tacto y siempre se comportó mejor que su dueño, chuparlo no es un castigo inhumano pero tampoco un premio glorioso.

La carne del miembro es esponjosa, nunca creyó que su pene fuese tan tierno y homogéneo, es una vara recta perfecta con una cabeza sonrosada y unas venas ligeramente marcadas, en todos los demás sentidos es una bestia en el cuerpo de un joven atractivo que pueden tachar de “belleza peligrosa” pero su miembro desentona con todo su ser.

El aire le faltaba, sabe que si intenta levantarse él se enojará y no quiere probar su paciencia, prefiere ahogarse con el amigable falo a ser ahorcada hasta la muerte por esas manos crueles.
Ahueco sus mejillas chupando con fuerza la cabeza, al instante las piernas de joven se exaltaron pegando su entrepierna a la cara de la chica, la sujetó por el cabello instando a una lamida continúa, no lo puede oír pero sabe que ahora está lanzando maldiciones al cielo. Acercó su otra mano la llevó a las dos protuberancias también enfurecidas y calientes, las apretó provocando que el joven le hunda los dedos en los hombros, quizás eso le dolió.

Usando la lengua de forma desprolija barrió la extremidad, solo simula que su cabeza depende de que tanto semen le puede sacar a este príncipe y se vuelve voraz devorando el miembro por completo.

En cierta forma el príncipe es muy atractivo, un buen partido para una noche aunque no desee subir de rango de aquella manera. Tampoco que él haya ofrecido su ayuda en este tiempo.

Pensado en ello acarició los testículos pesados y jugueteó con la punta del pene, jamás debe usar los dientes o lo más posible es que el príncipe la cuelgue. Él presionó la cabeza sin dejarla huir y un líquido espeso y salado se corrió en su boca, casi le sale por la nariz, de un empujón se levantó y tosió, el líquido blanco cayó con su boca hasta su barbilla.

Escupió tanta agua caliente que le dolía la garganta, tanto que retrocedió para tirarse a un lado retomando el aire, él al contrario parecía muy feliz y sonrió mirando al techo.

—No sé si eso fue bueno o malo, es la primera que me dan —confesó, Evalys creyó estar escuchando una novedad y prestó atención: «¿La primera chupada de miembro del príncipe más degenerado? No lo creo», este muchacho jugó con las sirvientas desde que su pene se para.

Él se marchó tan complicado que le preguntó si deseaba algo, ella negó con la cabeza, no desea nada que venga de él por más razones equivocadas.

—Vestidos, joyas... ¿No pedirás nada? —había preguntado Maegor atando sus botas, miró hacia donde Evalys no se movía ni para secar su mojado cuerpo —. Bien, pero te cogeré me pidas o no vestidos, joyas, y esas mierdas de mujeres”.

Esa noche recostada en su cama se puso a pensar, vio las velas consumirse con ansiedad: «¿Y si la reina Visenya se entera que su hijo tiene actividades indecentes con una sirvienta?», sabe que la obligará a hacer algunas cosas para asegurarse que no de bastardos, podría enviarla fuera del castillo, hasta fuera de King's Landing por temor a los rumores.

Frente de la cama de Evalys se encontró la de su compañera Laysa, está se sentó para verla con curiosidad.

—¿Es cierto? —preguntó Laysa, tenía dudas —. Todos dicen que te encierras por horas con el príncipe Maegor en los baños una vez por semana y que cuando sale él parece muy animado, ¿es cierto?

Laysa no estaba enojada o tenía desagrado en sus palabras, solo una gran expectativa, Evalys no supo qué responder.

—Sí... —Fue sincera, todos los sirvientes menores lo saben, qué caso tiene negarlo cuando el mismo príncipe no se esfuerza ni un poco en ocultar su actividad recreativa.

—Ascenderas muy pronto —mencionó, no había envidia o repudio —. Felicitaciones.

«¿Felicitar?», lo único que obtuvo de ese príncipe han sido golpes, burlas y insultos, las sirvientas solo puede ascender chupando el pene correcto, el del príncipe es una gran verga dorada pero su dueño no.

Si llegó a servir el vino fue por fregar hasta el cansancio, y su llegó a los baños fue por servir buen vino, el príncipe nunca intervino más que para mostrar su pene erecto y exigir que lo atiendan. Únicamente ahora quiere dar un regalo como pago, sin embargo, Evalys no necesita manchar su victoria con la ayuda del príncipe a estas alturas.


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Maegor es un caliente xd

La sirvienta del Príncipe Maegor (Maegor Targaryen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora